Asocian ser analfabeto a mayor riesgo de demencia
Una nueva investigación ha encontrado que las personas analfabetas pueden tener un riesgo casi tres veces mayor de desarrollar demencia que las personas que saben leer y escribir, según un estudio que publica ‘Neurology’, la revista médica de la Academia Estadounidense de Neurología.
«Ser capaz de leer y escribir permite a las personas realizar más actividades que utilizan el cerebro, como leer periódicos y ayudar a los nietos con los deberes», explica la autora del estudio Jennifer J. Manly, del Colegio de Médicos y Cirujanos de la Universidad de Columbia Vagelos.
«Investigaciones anteriores han demostrado que tales actividades pueden reducir el riesgo de demencia –añade–. Nuestro nuevo estudio proporciona más evidencia de que leer y escribir pueden ser factores importantes para ayudar a mantener un cerebro saludable».
El estudio examinó a personas con bajos niveles de educación que vivían en el norte de Manhattan. Muchos nacieron y se criaron en zonas rurales de la República Dominicana donde el acceso a la educación era limitado. En el estudio participaron 983 personas con una edad promedio de 77 años que fueron a la escuela durante cuatro años o menos.
Los investigadores preguntaron a cada persona: «¿Alguna vez aprendiste a leer o escribir?». Luego, los investigadores dividieron a las personas en dos grupos: 237 personas eran analfabetas y 746 personas alfabetizadas.
Los participantes se sometieron a exámenes médicos y tomaron pruebas de memoria y pensamiento al comienzo del estudio y en las citas de seguimiento que ocurrían cada 18 meses a dos años. Las pruebas incluyeron recordar palabras no relacionadas y producir tantas palabras como sea posible cuando se les da una categoría como fruta o ropa.
Los investigadores encontraron que las personas que eran analfabetas, 83 de 237 personas (35 por ciento), tenían demencia al comienzo del estudio. De las personas que sabían leer y escribir, 134 de 746 personas (18 por ciento) tenían demencia. Después de ajustar por edad, estado socioeconómico y enfermedad cardiovascular, las personas que no sabían leer ni escribir tenían una probabilidad casi tres veces mayor de tener demencia al comienzo del estudio.
Entre los participantes sin demencia al comienzo del estudio, durante el seguimiento, un promedio de cuatro años más tarde, 114 de 237 personas analfabetas (48 por ciento), tenían demencia. De las personas alfabetizadas, 201 de 746 personas (27 por ciento) tenían demencia.
Después de ajustar por edad, estado socioeconómico y enfermedad cardiovascular, los investigadores descubrieron que las personas que no sabían leer ni escribir tenían el doble de probabilidades de desarrollar demencia durante el estudio.
Cuando los investigadores evaluaron las habilidades de lenguaje, velocidad, espacio y razonamiento, encontraron que los adultos analfabetos tenían puntajes más bajos al comienzo del estudio. Pero los puntajes de sus exámenes no disminuyeron a un ritmo más rápido a medida que avanzó el estudio.
«Nuestro estudio también encontró que la alfabetización estaba vinculada a puntajes más altos en la memoria y las pruebas de pensamiento en general, no solo en los puntajes de lectura y lenguaje –señala Manly–. Estos resultados sugieren que la lectura puede ayudar a fortalecer el cerebro de muchas maneras que pueden ayudar a prevenir o retrasar la aparición de la demencia».
«Incluso si solo tienen unos pocos años de educación, las personas que aprenden a leer y escribir pueden tener ventajas para toda la vida sobre las personas que nunca aprenden estas habilidades», añade.
Manly avanza que los estudios futuros deberían descubrir si poner más recursos en los programas que enseñan a las personas a leer y escribir ayudan a reducir el riesgo de demencia.
Fuente: infosalus.com