Aplican en pacientes con diabetes un nuevo tratamiento que retrasa sus síntomas durante años
En el Reino Unido, un nuevo medicamento para la diabetes de tipo 1, se convertiría en una nueva opción para tratar a estar enfermedad, sin necesidad de la insulina
Durante más de cien años, la diabetes tipo 1 ha obligado a millones de personas en el mundo a depender de la insulina para sobrevivir. Sin embargo, un nuevo tratamiento aplicado en el Reino Unido representa una nueva forma de convivir con esta enfermedad. Se trata del teplizumab, un fármaco que no cura la diabetes, pero puede retrasar la aparición de sus síntomas por dos o tres años si se administra en las primeras etapas, antes de que el paciente muestre signos visibles de la enfermedad.
La terapia ya está autorizada en Estados Unidos y, en el Reino Unido, ha comenzado a utilizarse en adultos a través del sistema de salud Royal Devon NHS. La primera paciente es Hannah Robinson, diagnosticada de forma incidental durante un control prenatal. Este caso marca el inicio de una estrategia más preventiva que busca detener el progreso de la enfermedad antes de que cause daños irreversibles.
¿Cómo actúa el teplizumab frente a la diabetes?
El teplizumab es un medicamento que actúa directamente sobre el origen del problema: el sistema inmunológico. La diabetes tipo 1 no está relacionada con hábitos de vida como la tipo 2, sino con una respuesta autoinmune en la que las células de defensa atacan por error las células del páncreas responsables de producir insulina.
El fármaco actúa reeducando al sistema inmune, reduciendo la actividad de las células T que desencadenan este ataque. De esta manera, preserva la capacidad del páncreas para producir insulina por más tiempo. Estudios clínicos demostraron que puede retrasar la necesidad de insulina entre dos y tres años, con efectos secundarios considerados leves en la mayoría de los casos.
Para pacientes como Robinson, que ya experimentó la complejidad de controlar la glucosa durante el embarazo, ganar tiempo antes de depender de la insulina representa un alivio significativo. La rutina de medición constante, ajustes alimentarios y la amenaza de hipoglucemias severas afectan no solo el cuerpo, sino también el bienestar emocional.
¿Cómo detectar a las personas con diabetes temprana?
El gran desafío de esta nueva terapia es su limitada ventana de aplicación. Para que el teplizumab sea eficaz, debe administrarse antes de que el paciente presente síntomas, es decir, cuando el daño al páncreas todavía no supera el 75%.
Detectar la diabetes en fase silenciosa es posible gracias a pruebas que identifican autoanticuerpos pancreáticos, indicadores de que el sistema inmune ya comenzó a atacar al órgano. Estos exámenes, que solo requieren una pequeña muestra de sangre de un pinchazo en el dedo, pueden aplicarse años antes del diagnóstico clínico.
Además de evitar un debut crítico de la enfermedad, como una cetoacidosis diabética, detectar a tiempo permite demorar la dependencia de la insulina, un beneficio clínico y psicológico. Sin embargo, aún queda la pregunta de a quién debe examinarse. Aunque una de cada 200 personas tiene diabetes tipo 1, el 90% de los casos aparece en personas sin antecedentes familiares.
Richard Oram, profesor de diabetes, y Nicolás Thomas, de Endocrinología, ambos de la Universidad de Exeter explican en un artículo en The Conversation que el sistema que combina múltiples factores genéticos en un solo índice de riesgo. Esta herramienta podría usarse en recién nacidos para identificar a quienes deben ser monitoreados con mayor frecuencia y abrir paso a estrategias de cribado genómico preventivo.
¿Qué es la diabetes tipo 1?
La diabetes tipo 1 es una enfermedad autoinmune en la que el organismo destruye las células del páncreas encargadas de producir insulina. A diferencia de la diabetes tipo 2, que suele desarrollarse en adultos y está vinculada a factores como el sobrepeso y el sedentarismo, la tipo 1 puede aparecer en cualquier etapa de la vida y no está relacionada con el estilo de vida.
En ausencia de insulina, el azúcar en sangre se acumula, lo que puede provocar complicaciones graves como ceguera, insuficiencia renal, daño nervioso y muerte prematura. Las personas con esta condición deben inyectarse insulina diariamente durante toda su vida. Sin embargo, el uso de insulina conlleva el riesgo de hipoglucemias, algunas de las cuales pueden derivar en convulsiones o coma.
Aunque se suele asociar con la infancia, más del 50% de los nuevos diagnósticos se da en adultos, según estudios realizados en el Reino Unido. Esta realidad resalta la importancia de desarrollar terapias preventivas eficaces, como el teplizumab, que permitan intervenir antes de que el daño sea irreversible.
Fuente: larepublica.pe