Vacunas contra covid-19 no afectan a la fertilidad ni al inicio del embarazo
Un estudio, realizado en mujeres que se sometieron a fecundación in vitro, asegura que no hay absolutamente ninguna diferencia entre las embarazadas vacunadas y las no vacunadas en lo que respecta a varios marcadores clave de la fertilidad: calidad de los óvulos, desarrollo de los embriones, tasas de embarazo o abortos prematuros
En las mujeres embarazadas, la infección por SARS-CoV-2 aumenta sustancialmente el riesgo de enfermedad grave y muerte. Sin embargo, una de las grandes preocupaciones desde el inicio de la pandemia ha sido cómo las vacunas para hacer frente al virus podrían afectar a estas mujeres y a sus futuros hijos.
Durante los primeros meses, los posicionamientos sobre el impacto y la necesidad de vacunación en niños y gestantes fueron dispares. No obstante, los ensayos clínicos publicados hasta ahora confirman su seguridad y las autoridades sanitarias recomiendan su uso.
En investigaciones anteriores se comprobó que la vacunación frente a la covid-19 ayuda a proteger a las embarazadas, confiere anticuerpos a sus bebés y no aumenta el riesgo de parto prematuro ni de problemas de crecimiento fetal.
Ahora, un nuevo estudio, publicado en la revista Obstetrics & Gynecology –el mayor realizado hasta la fecha sobre fertilidad y embarazo temprano tras la vacuna contra el coronavirus–, revela que esta no afecta a los resultados de fertilidad en pacientes sometidas a fecundación in vitro (FIV).
Los investigadores de la Escuela de Medicina Icahn del Mount Sinaí y las Clínicas de Medicina Reproductiva de Nueva York (RMA, por sus siglas en inglés) compararon las tasas de fecundación, embarazo y aborto prematuro en pacientes de FIV que habían recibido dos dosis de vacunas fabricadas por Pfizer o Moderna –vacunas de ARNm–con los mismos resultados en pacientes no vacunadas.
“Estos hallazgos no muestran absolutamente ninguna diferencia entre las pacientes vacunadas y las no vacunadas en la estimulación ovárica, la calidad de los óvulos, el desarrollo de los embriones, las tasas de embarazo y los abortos prematuros”, declara Christopher M. Zahn, vicepresidente de las actividades prácticas en el Colegio Americano de Obstetras y Ginecólogos (ACOG).
Sospechamos que el refuerzo es igual de seguro que recibir las dos dosis originales de la vacuna. Queremos analizar esto sistemáticamente y, una vez que tengamos más datos, publicarlos también
Alan B. Copperman, Icahn Mount Sinai
Este estudio no analizó la vacuna de refuerzo (también conocida como booster), ya que su aprobación fue posterior y los datos aún se están recopilando. “Sospechamos que el refuerzo es igual de seguro que recibir las dos dosis originales de la vacuna. Queremos analizar esto sistemáticamente y, una vez que tengamos más datos, publicarlos también”, explica a SINC Alan B. Copperman, profesor de obstetricia, ginecología y ciencias de la reproducción en Icahn Mount Sinai y autor del estudio.
Ningún impacto en la fertilidad
En el estudio participaron, entre febrero y septiembre de 2021, mujeres cuyos óvulos fueron extraídos y fecundados por espermatozoides en un laboratorio, creando embriones que fueron congelados y posteriormente descongelados y transferidos al útero, y pacientes que se sometieron a un tratamiento médico para estimular el desarrollo de los óvulos.
Los dos grupos que se sometieron a la transferencia de embriones –214 vacunadas y 733 no vacunadas– tuvieron tasas similares de embarazo y de pérdida temprana del mismo. Asimismo, los dos grupos que se sometieron a la estimulación ovárica –22 vacunadas y 983 no vacunadas– tuvieron tasas similares de óvulos extraídos, fertilización y embriones con un número normal de cromosomas, entre otras medidas.
Devora A. Aharon, primera autora del estudio e investigadora en Icahn Mount Sinai y RMA de Nueva York, apunta cómo el hallazgo “debería ser tranquilizador para aquellas personas que están tratando de concebir o se encuentran en los primeros momentos de un embarazo. Saber que la vacuna contra la covid-19 no afecta a su potencial reproductivo les reconfortará”.
“Los datos disponibles desde el inicio de los programas de vacunación masivos han apuntado siempre a que no se daña la fertilidad. No obstante, es importante seguir estudiando, ya que desafortunadamente hay cierta resistencia a vacunarse todavía entre quien se plantea un embarazo o ya está embarazada”, cuenta Rita Vassena, directora científica del Grupo Eugin, en declaraciones al COVID-19 Vaccine Media Hub.
“Esta reticencia se debe a varios factores, como la falta de inclusión de personas embarazadas en los ensayos clínicos de las vacunas –que se ha suplido con datos del mundo real– y la presencia de alteraciones del ciclo menstrual pasajeras en muchas mujeres tras recibir las dosis”, subraya Vassena. “Este estudio se suma a la evidencia positiva que tenemos, y refuerza la indicación de vacunarse”.
Es importante seguir estudiando, ya que desafortunadamente hay cierta resistencia a vacunarse todavía entre quien se plantea un embarazo o ya está embarazada
Rita Vassena, Grupo Eugin
Estrecho seguimiento a las pacientes
Los autores indican que han realizado este tipo de estudios en pacientes sometidas a tratamiento de FIV porque son objeto de un estrecho seguimiento, lo que les permite captar datos tempranos sobre la implantación de embriones, además de las pérdidas de embarazos que podrían estar subestimadas en otros análisis.
“Los embarazos procedentes de técnicas de reproducción asistida permiten analizar detalles reproductivos que se escapan a los estudios epidemiológicos: cómo responde el ovario a las hormonas reproductivas, si hay alteraciones en la calidad de los óvulos o si hay perdidas gestacionales muy tempranas (que pasan desapercibidas en estudios poblacionales ya que el embarazo se interrumpe en las primeras 2-3 semanas, antes de que siquiera se reconozca como tal)”, recalca Vassena.
Estos detalles, según la especialista, “confirman y amplían las evidencias ya disponibles: no se hallan pruebas de que la vacuna tenga efectos negativos sobre la fertilidad, incluso en una población reproductivamente frágil como los pacientes de reproducción asistida”.
Fuente; SINC