Un mapa predictivo de los brotes de dengue, chikungunya y Zika
La identificación de “zonas calientes” del dengue puede proporcionar un mapa predictivo de los brotes de chikungunya y Zika, otras dos enfermedades virales que, junto con el dengue, son transmitidas por el mosquito ‘Aedes aegypti’. Así lo señala un reciente estudio de investigadores de Estados Unidos y México publicado en la revista ‘PLOS Neglected Tropical Diseases’ y dirigido por la Universidad de Emory.
En las últimas décadas, los virus transmitidos por el mosquito ‘Aedes aegypti’, en concreto dengue, chikungunya, Zika, se han convertido en una fuente importante de morbilidad en las zonas urbanas de las regiones del trópico. En todos los casos, la respuesta de la salud pública a estos virus es reactiva, es decir, se produce una vez aparecen casos sintomáticos, que constituyen una pequeña proporción del total de las infecciones.
«Actualmente, la mayoría de los esfuerzos para el control de los mosquitos no se llevan a cabo hasta que no se detectan casos de enfermedades transmitidas por ellos», señala Gonzalo Vazquez-Prokopec, investigador de la Universidad de Emory y primer autor de este estudio. «Pero cuando se detecta un virus en un área determinada, probablemente ya ha comenzado a extenderse más allá de esa área», subraya.
Los investigadores realizaron un análisis de casos sintomáticos de dengue durante ocho años en Mérida (México), en la península de Yucatán, y reportaron cerca de 40.000 casos entre 2008 y 2015, y casi la mitad de ellos se localizaron en el 27% de la ciudad. Los vecindarios donde se ubican estos “puntos calientes” del dengue contenían el 75% por ciento de los primeros casos de chikungunya informados durante el brote de esa enfermedad en 2015, y el 100% de los primeros casos de Zika informados durante el brote de 2016.
«Planteamos la hipótesis de que veríamos cierta superposición entre estas enfermedades, pero nos sorprendió la solidez de esa superposición», asegura Vázquez-Prokopec, quien considera que los resultados “abren una ventana para que los funcionarios de salud pública realicen intervenciones específicas y proactivas para las enfermedades emergentes transmitidas por Aedes, ya que les proporcionamos un marco estadístico en forma de un mapa para guiar sus acciones».
Los esfuerzos para el control de los mosquitos generalmente se centran en la fumigación al aire libre de amplias franjas de la ciudad, una medida particularmente ineficaz para el mosquito ‘Aedes aegypti’. «Este mosquito está muy adaptado a los entornos urbanos», dice Vazquez-Prokopec. «Le gusta vivir dentro de las casas y alimentarse de las personas».
El estudio utilizó informes de casos de enfermedades a nivel de hogar y luego los amplió a barrios para proteger la privacidad de las personas en el mapa final. Los “puntos calientes” del dengue fueron confirmados por los datos de los análisis de sangre de laboratorio en una cohorte de 5.000 personas. El análisis mostró que las personas que viven en una de estas zonas “calientes” del dengue tenían el doble de tasa de infección que las que están fuera de ellos.
«El marco estadístico que hemos desarrollado permite a los funcionarios de salud pública aprovechar el poder del big data para hacer un control de mosquitos más eficaz y eficiente al centrarse en las áreas de alto riesgo, incluso antes de que comience una epidemia», concluye Vazquez-Prokopec.
Fuente: noticiasdelaciencia.com