Un grupo ecologista pretende esculpir la efigie de Trump en el hielo del Ártico
La ambición no tan secreta de Donald Trump es alcanzar la inmortalidad de granito en el Monte Rushmore, haciendo compañía a George Washington, Thomas Jefferson, Theodore Roosevelt y Abrham Lincoln. Mientras llega el momento, el grupo ecologista finlandés Melting Ice se ha propuesto esculpir una efigie gigante del presidente norteamericano en un glaciar o en un iceberg en el Ártico.
La finalidad del así llamado Proyecto Trumpmore no es otra que hacer ver al escéptico del clima que el polo norte se está derritiendo y que la superficie helada se reduce a razón 13,2% cada década, según las estimaciones de la NASA.
«El calentamiento global es uno de los temas más importantes del momento y, sin embargo, hay gente que aún no lo entiende», asegura en un comunicado de prensa Nicolás Prieto, al frente de la ONG finlandesa. «Lo que queremos es construir un monumento para ver cuánto tiempo dura la escultura antes de derretirse. A menudo la gente no cree en algo hasta que lo ve con sus propios ojos».
«El cambio climático ha sido hasta ahora un concepto intangible y lo que le falta es un símbolo concreto, algo que pruebe si existe o no», podemos leer en la «misión» del Proyecto Trumpmore. «Por eso hemos puesto en marcha este proyecto de arte y ciencia. Sabemos que nuestro plan es ambicioso».
El grupo ha lanzado en las redes la campaña con el hashtag #ProjectTrumpmore y aspira a lanzar en los próximos días un crowdfunding con la idea de llegar nada menos que a 400.000 euros para completar la operación, que requeriría una expedición al Ártico de cuatro semanas (en una localización a un por determinar) y la colaboración de una decenas de escultores de hielo, con el apoyo de un equipo científico y otro de telecomunicaciones.
La idea sería trasmitir en directo el minuto a minuto de la efigie de hielo de Trump, que mediría 35 metros de alto, casi el doble que las esculturas de sus ilustres predecesores en las Montañas Rocosas. El objetivo primero y último es convencer al presidente norteamericano para que ratifique el Acuerdo de París sobre el cambio climático, antes, durante o después de que derrita su monumento efímero.
La NASA ha advertido entre tanto que el aumento de las temperaturas es mucho más acelerado en el polo norte (en torno a los tres grados de media, frente a un grado centígrado en el conjunto del planeta).
Las «anomalías» invernales son cada vez más frecuentes y este año se han registrado temperaturas hasta 35 grados por encima de lo habitual en algunos puntos de Siberia. Los expertos han dado la voz de alarma ante el progresivo debilitamiento del «vórtice polar», que envuelve habitualmente el Ártico en invierno y que ha provocado olas de frío extremo en los últimos meses.
Fuente: elmundo.es