Tormentas marinas más intensas allá donde los barcos contaminan más el aire
Las tormentas situadas directamente encima de dos de las rutas marítimas más transitadas del mundo son notablemente más potentes que aquellas en áreas del océano donde no suelen viajar barcos, según una nueva investigación.
El nuevo estudio es obra del equipo de Katrina Virts, científica especializada en ciencias atmosféricas en el Centro Marshall de Vuelos Espaciales de la NASA, en Huntsville, Alabama, y Joel Thornton, experto de la misma especialidad en la Universidad de Washington en Seattle, ambas instituciones en Estados Unidos.
El equipo cartografió la aparición de relámpagos en todo el globo. Y ha constatado que estos caen con casi el doble de frecuencia directamente encima de rutas marítimas con mucho tráfico, en el océano Índico y en el sur del Mar de la China, que en áreas de mar adyacentes a rutas marítimas y que tienen climas similares.
La diferencia en la actividad eléctrica no puede explicarse por cambios normales en el tiempo meteorológico, según los autores del estudio, quienes concluyen que las partículas de aerosol emitidas por las chimeneas de los barcos están cambiando el proceso de formación de las nubes sobre el mar.
El nuevo estudio es el primero en mostrar que las emisiones de los barcos a la atmósfera pueden alterar la intensidad de las tormentas. Los investigadores concluyen que las partículas expulsadas por las chimeneas de los barcos hacen que las gotas de las nubes sean más pequeñas, lo que las eleva más en la atmósfera. Esto crea más partículas de hielo y conduce a más actividad eléctrica.
Los resultados de esta investigación proporcionan algunas de las primeras evidencias de que los humanos estamos cambiando la formación de las nubes de una forma casi continuada, en vez de tan solo después de un incidente específico como un incendio forestal, según los autores.
Los cambios en el proceso de formación de las nubes pueden afectar a su vez a los patrones de precipitación, y también alterar el clima al cambiar cuánta luz solar reflejan las nubes hacia el espacio.
Fuente: noticiasdelaciencia.com