Revelada la agonía a la que fueron sometidos varios monos durante los experimentos de Neuralink
Por fin se ha conocido más información del sufrimiento al que fueron sometidos varios monos durante las pruebas de Neuralink, la startup de Elon Musk, debido a supuestos fallos médicos. Mientras tanto, las pruebas en humanos están a punto de comenzar. No apto para sensibles.
Una nueva información que ahora sale a la luz, aunque ocurrió en 2018, y que casi parece sacada de una película de terror, revela la historia de uno de los tantos macacos que han sido usados por la empresa de Elon Musk, Neuralink, como parte de las pruebas para su nuevo chip cerebral. El resultado fue un «defecto neurológico severo» que ha desencadenado todo tipo de críticas.
La historia tuvo lugar en el Centro Nacional de Primates de California, tal y como explica el medio Wired, donde este macaco y otros monos se convirtieron en sujetos de experimentación para Neuralink.
Cuando los científicos de Neuralink observaron que el cerebro del mono comenzaba a hincharse como resultado de su experimento, la situación se volvió crítica. Sin embargo, en lugar de tomar medidas inmediatas, decidieron esperar un día más. Estos momentos resultaron en una pesadilla para el pobre mono.
La autopsia posterior reveló graves daños en el animal. La presión en su cráneo había deformado y dañado su cerebro y, por si fuese poco, un adhesivo tóxico que se filtró desde el implante de Neuralink atornillado en su cráneo agravó esta situación.
El escándalo de Neuralink aún no se ha resuelto y las pruebas continúan
Toda esta información, como no podría ser de otra forma, no ha caído en saco roto y el Centro Nacional de Primates de California ha explicado que este episodio fue una violación de la Ley de Bienestar Animal de EE. UU., diseñada para establecer estándares mínimos de cuidado y trato a los animales utilizados en investigaciones. Sin embargo, no hubo en su momento respuesta alguna de las autoridades.
Neuralink, por su parte, argumentó que no fue su implante lo que causó la muerte del macaco, sino que lo sacrificaron para poner fin a su sufrimiento.
Sin embargo, la controversia no se centra solo en el sufrimiento del animal. También se ha puesto sobre la mesa el grave problema de falta de transparencia en estos experimentos. Cientos de fotografías y vídeos relacionados con los experimentos parecen haber desaparecido en circunstancias demasiado misteriosas.
Además, los correos electrónicos internos revelan que Neuralink tenía un control estricto sobre lo que la Universidad de California-Davis podía divulgar sobre los experimentos.
La polémica ha llegado aún más lejos cuando se han examinado minuciosamente los procedimientos a los que se sometieron los monos en estos experimentos, que incluyeron la perforación de sus cráneos y la inserción de electrodos en sus cerebros. Además, se han señalado problemas en la planificación y ejecución de estos experimentos, incluida la falta de personal adecuadamente capacitado.
Esta batalla legal aún continúa mientras el Comité de Médicos, una organización que promueve alternativas a la experimentación con animales, busca garantizar que la sociedad tenga derecho a conocer cualquier sufrimiento resultante de pruebas con animales financiadas por los contribuyentes.
La batalla sigue en pie, pero Neuralink ya comienza a probar su dispositivo en humanos
Por otro lado, hay que recordar que recientemente se pudo saber que Neuralink ha conseguido la aprobación de una junta de revisión independiente para comenzar a reclutar pacientes para su primer ensayo en humanos.
«Nos complace anunciar que hemos recibido la aprobación de la junta de revisión institucional independiente y de nuestro primer hospital para comenzar el reclutamiento para nuestro primer ensayo clínico en humanos», dijo la compañía de Elon Musk.
Con todo esto, y a pesar de las preocupaciones éticas y las preguntas sobre la seguridad de todo este loco proceso, la aprobación regulatoria para el ensayo clínico en humanos ha marcado un hito en este ambicioso proyecto que sigue hacia adelante y que se espera que dure alrededor de seis años antes de completarse.
Mencionar que incluso si el dispositivo demuestra ser seguro y eficaz en el ensayo clínico en humanos, pasarán años antes de que pueda estar disponible comercialmente. Para entonces, y si todo sigue los planes establecidos, ojalá se resuelva todo ese proceso previo de experimentación con monos y, por supuesto, se espera que no ocurra nada peligroso en esta segunda etapa con humanos.
Fuente: computerhoy.com