Nueva evidencia encontrada en observaciones de la colaboración LHCb del Gran Colisionador de Hadrones (LHC) apunta a que la elusiva partícula pentaquark tiene una estructura similar a una molécula.

Hace cuatro años, un equipo que trabajaba en el LHC observó lo que se conoce como un pentaquark al golpear los protones entre sí. Su existencia había sido teorizada, pero no fue hasta que se implementó la tecnología adecuada en el LHC que los investigadores pudieron observarla con un grado razonable de confianza.

Posteriormente se descubrió que era una partícula formada por cuatro quarks y un antiquark. Los quarks son partículas indivisibles que forman neutrones y protones.

En este nuevo esfuerzo, publicado en Physical Review Letters, los investigadores han adquirido una mejor perspectiva sobre la organización real del pentaquark. Informan que tienen nueve veces más datos de observaciones que tenían cuando se observó por primera vez el pentaquark, por lo que tienen una gran confianza en sus hallazgos. Informan que el pentaquark estaba formado por dos bariones y un mesón, y que estaban unidos de una manera que recuerda a una molécula.

Más específicamente, encontraron que el pentaquark estaba formado por diferentes ‘sabores’ de quarks: dos quarks arriba, un quark abajo, un quark encantado y, por último, un solo quark anti-encantado. Además, informan que no saben cuál fue el factor impulsor que condujo a la disposición de sus componentes. También notaron que la observación inicial del pentaquark hace tres años era en realidad una observación de dos pentaquarks que eran casi idénticos.

Los investigadores también informan que sus observaciones fueron las primeras en ver a los bariones y mesones pegados entre sí; hasta ahora, solo se ha observado que los bariones se pegan a otros bariones. También reconocen que es posible que no todos los pentaquarks tengan la misma estructura de tipo molecular que observaron, señalando que la teoría sugiere que es posible que tengan otros tipos, incluidas las interacciones de una fracción de segundo. Esperan que más investigación contribuya a una mayor comprensión del pentaquark y sus características.

Fuente: EP