OMS: la transexualidad no es una enfermedad mental
La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha anunciado el último lunes 18 de junio que la transexualidad, el sentimiento de pertenecer al sexo opuesto, ya no debe ser considerado como una enfermedad mental. La decisión debe ser confirmada por los países miembros el próximo año.
De acuerdo a lo publicado por la OMS, la decisión se tomó luego de la creación de la nueva clasificación internacional de enfermedades (CIE), publicada por la OMS esta semana, y que reactualiza esta lista por primera vez desde los años 1990.
El documento, llamado ICD -11, será presentado a la Asamblea mundial de la salud, en mayo del el año que viene en Ginebra, para ser adoptado por los estados miembros y entrar en vigor el 1 de enero de 2022.
La nueva clasificación tiene, como una de sus principales novedades, que saca la «incongruencia de género» -la transexualidad- de la clasificación de las enfermedades mentales, y lo deja dentro del capítulo de las disfunciones sexuales. Lo que quiere decir que pierde la categoría de trastorno psicológico para ser solo la falta de adecuación del cuerpo al género que siente la persona.
Uno de los problemas muy graves es que «el hecho de vincular (la transexualidad) con las enfermedades mentales era culpabilizante» explicó el martes a la AFP Lale Say, encargada del departamento de Salud reproductiva e investigación en la OMS. La decisión es similar a la tomada en 1990, en la que se dejó de considerar a la homosexualidad como una enfermedad mental.
«En un mundo de 7.400 millones de personas que hablan 7.000 idiomas, el ICD [código internacional de enfermedades] ofrece una definición común para registrar, informar y monitorizar», indica la organización en su web.
Además de la despatologización de la transexualidad, la nueva clasificación incluye otros aspectos, como la adición del trastorno del videojuego a la sección sobre los trastornos de la adicción. También simplifica la definición del estrés postraumático y refuerza los controles de los microorganismos resistentes, otra de las amenazas de la salud mundial.
Fuente. nmas1.org