Es urgente en México promover políticas para el desarrollo científico, ante un panorama global que demanda innovación y tecnología, enfatizó Mario Alberto López Mendoza, director de la Facultad de Ingeniería Química Industrial de la UPAEP, ante la necesidad de colocar a la ciencia como un eje prioritario en la agenda pública.

López Mendoza destacó que las políticas en ciencia, tecnología e innovación son fundamentales para el desarrollo de cualquier país. Cita ejemplos como el de Corea del Sur, donde la inversión en estos ámbitos ha sido un motor crucial para su transformación económica y social.

«La ciencia debe ser un elemento que nos ayude a enfrentar los retos del rezago social y a mejorar el bienestar», señaló López Mendoza. Sin embargo, lamentó que en México la ciencia a menudo no reciba la atención necesaria por parte del gobierno, la sociedad y la iniciativa privada, lo que dificulta ver las ventajas de invertir en este campo.

El director de la Facultad de Ingeniería Química Industrial de la UPAEP hizo un llamado a que la ciencia y la tecnología sean prioridades en la agenda pública, tanto a nivel federal como estatal. Destacó la importancia de aumentar la inversión en ciencia y de fomentar las vocaciones científicas en el país.

«Es fundamental destinar mayores recursos para fomentar la ciencia y las vocaciones científicas en México», afirmó López Mendoza. Subrayó la necesidad de fortalecer las instituciones y los cuerpos de investigación en el país, así como de impulsar alianzas entre diversos actores, incluyendo instituciones educativas, la iniciativa privada y la sociedad en general.

Mario Alberto López refirió que la ciencia debe partir de una política pública sólida que fomente la inversión en investigación. En este sentido, destacó la importancia de la participación activa de todos los agentes involucrados en el desarrollo científico del país.

Por su parte, Mario Edgar Cordero Sánchez, profesor de la Facultad de Ingeniería Química Industrial de la UPAEP, abordó diversos aspectos que reflejan tanto los retos como las oportunidades en el ámbito científico del país.

Comenzó contextualizando la situación demográfica y laboral en México, destacando que, en proporción a la población, la cantidad de científicos es notablemente baja. Señaló que la mayoría de la actividad científica se concentra en universidades y centros de investigación, especialmente en la capital del país, lo que genera una centralización del conocimiento y recursos.

«Es evidente que existe una brecha entre las regiones en términos de desarrollo científico», afirmó Cordero Sánchez. Esta disparidad, junto con la falta de consolidación de políticas nacionales en ciencia, contribuye a un escenario donde las inversiones y oportunidades no están equitativamente distribuidas en todo el país.

Una de las principales preocupaciones expuestas por Cordero Sánchez fue la baja inversión en ciencia por parte del gobierno mexicano. Comparando las cifras de inversión en investigación y desarrollo con otros países, como Estados Unidos y España, señaló que México está rezagado significativamente, invirtiendo solo una fracción del porcentaje del PIB recomendado por organizaciones internacionales.

Además, resaltó la falta de comprensión pública sobre la importancia y el impacto de la ciencia en la sociedad. Señaló que esta falta de valoración puede dificultar el avance en el campo científico y tecnológico, así como la generación de una «masa crítica» de científicos necesaria para impulsar el desarrollo del país.

El profesor también destacó la influencia de las tendencias internacionales en las áreas de investigación en México, así como la necesidad de revisar los criterios de evaluación de la productividad científica, para que estén más alineados con los intereses y necesidades nacionales.

Subrayó la importancia de generar una mayor conciencia pública sobre la ciencia, así como de implementar políticas que fomenten una distribución equitativa de recursos y oportunidades en todo el país. Instó a que se revise la forma en que se evalúa la actividad científica y se promueva una investigación más orientada a las necesidades y retos nacionales.

Luis Zárate López, profesor de la Facultad de Ingeniería Química e Industrial de la UPAEP, dijo que la situación de la ciencia en México requiere de acciones concretas y urgentes para estimular su desarrollo. Entre las propuestas mencionadas se destacan varias líneas de acción:

Expansión del número de investigadores: Es fundamental aumentar significativamente el número de científicos e investigadores en el país. Se propone alcanzar al menos una proporción similar a la de otros países de la OCDE, donde actualmente México se encuentra rezagado.

Creación de plazas permanentes: Es necesario generar plazas permanentes para investigadores, brindando estabilidad laboral y oportunidades de desarrollo profesional en el país.

Fomento de vocaciones científicas desde temprana edad: Se sugiere implementar programas de fomento de vocaciones científicas desde la educación básica hasta el nivel superior, con el objetivo de motivar a los jóvenes hacia carreras científicas y tecnológicas.

Inversión en infraestructura y centros de investigación: Se hace hincapié en la necesidad de invertir en infraestructura y crear más centros de investigación en el país, con el fin de proporcionar espacios adecuados para la realización de actividades científicas y tecnológicas.

Incentivos para la participación de empresas en investigación y desarrollo: Se sugiere incentivar la participación del sector privado en actividades de investigación y desarrollo, creando un entorno propicio para la colaboración entre empresas y centros de investigación.

Evaluación constante de políticas y estrategias: Se enfatiza la importancia de evaluar de manera constante las políticas y estrategias de desarrollo científico y tecnológico, con el fin de corregir y mejorar en caso necesario.

Involucramiento de múltiples sectores en la toma de decisiones: Se propone que la toma de decisiones en materia científica y tecnológica involucre a múltiples sectores de la sociedad, garantizando así una mayor representatividad y legitimidad en las políticas adoptadas.

Estas propuestas apuntan a la necesidad de una inversión más sólida y sostenida en ciencia, tecnología e innovación en México, así como a la creación de un entorno propicio para el desarrollo y la colaboración en estas áreas. Estas medidas son fundamentales para impulsar el crecimiento y el progreso del país en el ámbito científico y tecnológico.

Fuente: heraldodepuebla.com