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Medir las ondas gravitacionales desde el espacio, el proyecto que la ESA quiere lanzar en 2029

Cuando en 2016 el equipo de científicos del centro de investigación LIGO anunció que finalmente habían logrado detectar por primera vez un registro de ondas gravitacionales durante la colisión de dos agujeros negros una nueva ventana de “observación” del Universo se abrió. Ahora, la ESA busca adelantar un proyecto que permitirá estudiar este fenómeno desde el espacio mismo.

Conocida como la misión LISA, ya inició su primera etapa en 2015 cuando lanzaron el satélite LISA Pathfinder, sonda que permitió probar la tecnología necesaria para implementar esta idea. Si bien el cronograma de la Agencia Espacial Europea (ESA, por sus siglas en inglés) detalla que no se enviará al espacio este proyecto hasta 2034, los ejecutivos quieren estudiar la posibilidad de adelantar esa fecha para 2029 o 2030.

Así lo detalló el director general de la instancia, Jan Wörner, durante la presentación del balance de 2017 y las previsiones que tienen como organismo para este año que comienza. En la instancia, el ejecutivo aclaró que actualmente no se trata tanto de un tema económico, como sí lo es de tecnología.

Si bien el conocimiento sobre las ondas gravitacionales existe desde hace más de un siglo cuando el reconocido físico alemán Albert Einstein las predijo en su Teoría General de la Relatividad, los científicos tardaron años en lograr demostrarlas hasta que en septiembre de 2015 se detectaron por primera vez, y fueron posteriormente anunciadas en 2016. Hecho que les valió el Premio Nobel de Física en 2017.

Para continuar el estudio de estas ondas, que permiten estudiar el Universo de una forma distinta a la “tradicional” detección de radiación electromagnética, la ESA propone lanzar tres naves en formación triangular y separadas por 2,5 millones de kilómetros, que seguirán a la Tierra en su órbita alrededor del Sol.

“Es una tecnología de láser óptico de la que se conoce la teoría, pero en la práctica no controlamos bien un láser que funcione a esa distancia”, explicó el director del Programa Científico de la agencia, Álvaro Giménez, sobre un proyecto cuyo presupuesto superará los mil millones de euros.

“Hemos visto el Universo simplemente con la radiación electromagnética, que es la luz que proviene con distintas longitudes de ondas y energías, y esto es un cambio radical”, porque permitirá medir “cómo el espacio se perturba por la presencia y el efecto de masas”, agrega el experto.

En este nuevo encuentro se revisarán los fondos acordados en la reunión anterior, celebrada en Lucerna, Suiza, hace dos años y se quiere conseguir un incremento de entre un 1% o un 2% anual para los siguientes cinco años.

En 2018, según destacó la ESA, el programa científico recibirá 518,2 millones de euros, un 9,2% del presupuesto total de la ESA, y Wörner apuntó su deseo de aumentarlo porque la ciencia debe ser, en su opinión, la “columna vertebral” de la agencia.

Fuente: EFE