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Más de la mitad de los investigadores que comunican sobre ciencia en los medios admite haber sufrido ataques

Según una encuesta de la Fundación Española para la Ciencia y Tecnología

Más de la mitad del personal investigador que comunica sobre ciencia en los medios de comunicación admite haber sufrido ataques.

Así lo desvela el informe ‘Experiencias del personal investigador en su relación con los medios de comunicación y redes sociales’ de la Fundación Española para la Ciencia y Tecnología (Fecyt), que recoge y analiza los datos de una encuesta cuyo objetivo es analizar las experiencias relacionadas con la exposición mediática que tienen los científicos tras hablar sobre ciencia en España en los últimos cinco años.

Según informó la Fecyt, el informe, realizado por el Controlador de Administración del Sistema España (SMC) de Fecyt en colaboración con el grupo de investigación Gureiker de la Universidad del País Vasco (UPV), examina los hábitos que la comunidad científica tiene a la hora de exponerse públicamente, así como su percepción sobre los beneficios que les reporta y los obstáculos a los que se enfrenta.

También analiza las consecuencias personales y profesionales de las experiencias negativas, qué mecanismos utilizan para afrontarlas y la respuesta que dicen recibir de sus instituciones.

Entre los principales resultados destaca que, en general, los científicos tienen una percepción positiva o muy positiva sobre su participación en los medios de comunicación (83,12%). Hacer llegar su mensaje es el principal beneficio que les aporta, aunque la oportunidad de que sus estudios tengan mayor visibilidad e impacto también resulta motivadora para más de la mitad de las personas encuestadas.

Obstaculos y medidas

En cuanto a los obstáculos, el miedo a que se tergiverse su mensaje es la principal barrera. Las personas encuestadas dicen haber intervenido principalmente en contenidos informativos, y menos en tertulias, en las que la opinión tiene una dimensión importante. El 79,7% de las personas encuestadas participó en vídeos en redes sociales en los últimos cinco años; y el 66,5%, en entrevistas para podcast, dos formatos que están adquiriendo relevancia.

Sin embargo, el informe demuestra que los científicos que participan en actividades de comunicación también se enfrentan a una realidad hostil. Así, el 51% de las personas que respondieron a la encuesta admite haber sufrido algún ataque tras comunicar sobre ciencia. La incidencia es mayor para las mujeres: el 56,7% de las científicas encuestadas reporta haber sufrido estos ataques frente al 46,2% de los científicos.

Los insultos (30,38%), los comentarios sobre su capacidad profesional (28,69%) y las opiniones sobre la integridad profesional (17,72%) son los ataques que más sufre la comunidad científica a la hora de comunicar sobre ciencia. Por detrás se sitúan los comentarios sobre su origen, etnia, ideología, religión o creencias (13,5%), los contactos intensos y repetitivos (10,97%), los comentarios sobre su físico (4,64%) y la publicación de datos personales (2,95%), entre otras cosas.

Los datos muestran patrones diferentes según el género. Por ejemplo, más de una de cada tres investigadoras (34,31%) expresa que recibió comentarios sobre su capacidad científica, con una diferencia porcentual de más de 10 puntos con respecto a los hombres (24,24%). Mientras tanto, ellos reciben más comentarios sobre su integridad profesional.

El mayor acoso lo reciben las personas que comunican sobre temas medioambientales y de salud. Por ejemplo, un 74,19% de las personas encuestadas que comunicaron sobre covid-19 recibieron ataques, mientras que esta proporción es del 53,33% entre quienes comunicaron sobre el cambio climático. En cuanto a las vías por las que reciben los ataques, la red social X es el escenario más habitual (59,86%). No obstante, los comentarios del público en los propios medios de comunicación online (21,13%) y los señalamientos en persona en público (11,97%) o en privado (7,39%) son significativos.

Sobre las medidas adoptadas ante los ataques, las más frecuentes son las relacionadas con la gestión de las redes sociales. El 16,55% de las experiencias negativas tienen como consecuencia dejar de divulgar o hablar con los medios de comunicación. El porcentaje de casos en los que los afectados buscaron ayuda es relativamente bajo y se concentra en las experiencias más graves.

Propuestas

El trabajo también recoge propuestas que plantean para ayudar a la comunidad investigadora en su exposición en los medios de comunicación y redes sociales. Dado que la transferencia del conocimiento está adquiriendo cada vez más “relevancia social y reconocimiento” en la carrera científica, las personas encuestadas consideran que las instituciones deberían “fomentar y respaldar” su tarea comunicativa, así como aumentar la relevancia de esta actividad.

Además, solicitan a las instituciones más formación e información sobre comunicación de la ciencia con el fin de evitar experiencias negativas. También piden mecanismos de protección ante ataques y la implicación de las instituciones y empresas. Asimismo, ven necesario contar con canales para informar de sus experiencias negativas tras comunicar sobre ciencia, proponen extremar las precauciones en las redes sociales e implicación institucional.

Realización

Para realizar este análisis, la recogida de datos se llevó a cabo mediante una encuesta online enviada a través de un software que garantizaba la confidencialidad. Los participantes fueron las personas expertas en diversas áreas de la ciencia y la tecnología con las que el SMC España contactó para ser fuente informativa desde marzo de 2022 hasta julio de este año (1.405 contactos).

La tasa de respuesta fue del 17%, con 237 personas que respondieron, la cual es una cifra significativa si se compara con estudios en otros países. Las encuestas se enviaron en tres oleadas durante los pasados junio y julio.

La participación del personal investigador en los medios es “indispensable” para que los periodistas cuenten con las fuentes adecuadas y que, a través de los medios, la ciudadanía reciba información honesta y bien contrastada sobre ciencia, aseguran, Por ello, es “fundamental” comprender los perfiles mediáticos de las personas investigadoras que participan en medios y redes sociales, así como conocer las experiencias negativas a las que se enfrentan.

Fuente: lavanguardia.com

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