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Mark Zuckerberg recluta empleados de OpenAI en plena guerra por la inteligencia artificial

Tres integrantes de la empresa se mudaron a las oficinas de Meta y Sam Altman no se quedó callado

La inteligencia artificial (IA) y todos sus matices avanzan a grandes velocidades y los líderes tecnológicos quieren estar a la altura. Luego de una serie de intentos fallidos de querer implementar inteligencia artificial en Meta, Mark Zuckerberg busca remediar sus errores reclutando empleados de sus competidores tecnológicos: puntualmente, Open AI. Por lo tanto, Sam Altman se enojó y se despachó a gusto sobre el creador de Facebook.

Inteligencia artificial: el origen del conflicto entre Meta y OpenAI

Las primeras rispideces comenzaron en 2024, cuando Meta anunció oficialmente su decisión de hacer de la IA abierta (open source) su eje central de estrategia. Comenzó a invertir miles de millones de dólares en entrenar modelos funcionales propios, como LLaMa 3, que competirán directamente con los modelos generativos actuales cerrados de OpenAI y Google. Pero no fue suficiente y Zuckerberg decidió optar por encontrar a los cerebros detrás de estos éxitos.

Recientemente, Meta empezó a ofrecer sueldos millonarios, paquetes accionarios muy atractivos y promesas de libertad técnica a ingenieros e investigadores reconocidos del sector. Algunos de esos incentivos estaban dirigidos a personas que aún trabajaban en OpenAI, lo cual generó ruido en el ambiente. Aunque el reclutamiento en Silicon Valley no es nuevo ni ilegal, el hecho de que Meta contactara directamente a empleados clave de la competencia fue visto por Sam Altman como una jugada desleal.

La reacción de Sam Altman

El CEO de OpenAI se mostró molesto frente a estas noticias y el director en Investigaciones de la empresa, Mark Chen, se pronunció al respecto: “Alguien ha entrado a nuestra casa y se ha llevado algo”. Sin embargo, también aclaró que la intención de Open AI es retener los talentos reclutados con reconocimientos o premios, pero sin descuidar a los que se quedan.

Además, la molestia de los creadores de ChatGPT también se puede deber a que, a diferencia de Meta, su código es cerrado. Quiere decir que si los empleados de OpenAI se van con Mark Zuckerberg, que implementa código abierto, podría revelar parte de sus secretos y estrategias de IA. Si bien 3 personas aceptaron, Altman expresó a través de un podcast que la mayoría no lo hicieron y decidieron quedarse.

Este conflicto expone la creciente competencia por los mejores ingenieros del mundo en IA, que hoy son más valiosos que nunca. Meta quiere posicionarse como la alternativa ética y abierta, mientras que OpenAI busca mantener su liderazgo basado en productos comercialmente robustos, como ChatGPT y sus aplicaciones empresariales. La tensión entre Zuckerberg y Altman es apenas una expresión más de una disputa mayor: quién controlará el futuro de la inteligencia artificial.

Fuente: defonline.com.ar

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