Restos de una antigua fábrica de sal en Belice han revelado cómo los antiguos mayas, en la cima de su civilización hace más de 1.000 años, produjeron, almacenaron y comercializaron este valioso mineral.
Los nuevos análisis de las herramientas de piedra encontradas en este sitio, denominadas Salinas de Paynes Creek, revelan que los mayas no solo produjeron sal en grandes cantidades, sino que también salaban pescado y carne para satisfacer las necesidades alimentarias y producían una materia prima que podía almacenarse.
“Dado que prácticamente no encontramos peces ni otros huesos de animales durante nuestro trabajo en el fondo marino, me sorprendió que las marcas microscópicas en las herramientas de piedra mostraran que la mayoría se utilizaron para corte o raspe de pescado o carne”, dijo Heather McKillop, autora principal del estudio y profesora en el Departamento de Geografía y Antropología de la Louisiana State University.
McKillop trabajó en este estudio con el coautor, el profesor Kazuo Aoyama de la Universidad de Ibaraki en Japón, quien es un experto en el estudio de daños en herramientas de piedra. El sitio de estudio de McKillop es un área de 4 kilómetros cuadradas rodeada por un bosque de manglares que se había enterrado bajo una laguna de agua salada debido al aumento del nivel del mar.
“El aumento del nivel del mar sumergió completamente estos sitios bajo el agua”, dijo. El suelo de manglar empapado, o turba, es ácido y desintegra huesos, conchas y microfósiles hechos de carbonato de calcio. Por lo tanto, no se encontraron restos de pescado o huesos de animales. Sin embargo, la turba del manglar conserva la madera, que normalmente se descompone en la selva tropical de América Central.
Después de encontrar la madera preservada en 2004, McKillop y sus estudiantes mapearon y excavaron los sitios submarinos con fondos de la Fundación Nacional de Ciencia y la Sociedad Geográfica Nacional. Descubrieron más de 4.000 postes de madera que delinean una serie de edificios utilizados como cocinas de sal donde se hervía salmuera en ollas sobre fuegos para hacer sal.
La sal se endurecía en ollas para formar tortas de sal y se usó para salar pescado y carne, que eran productos almacenados que podían transportarse a los mercados en canoa dentro de la región.
“Estos descubrimientos fundamentan el modelo de producción y distribución regional de sal para satisfacer las necesidades biológicas de los mayas clásicos”, dijo McKillop. El estudio se publica en PNAS.
Fuente: europapress.es