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Lo que se ha aprendido y lo que no sobre el ébola

El brote de ébola registrado en la localidad de Bikoro (República Democrática del Congo), y que por ahora se ha cobrado la vida de 17 personas y afectado a otras 21, ha puesto de nuevo al mundo en alarma ante la posibilidad de que se propague a otras zonas, si bien, según ha comentado a Europa Press el portavoz de la Sociedad Española de Enfermedades Infecciosas y Microbiología Clínica (SEIMC), José Ramón Arribas, parece que está «muy limitado».

El primer brote de esta fiebre hemorrágica mortal se registró en los bosques tropicales de la República Democrática del Congo en el año 1976 y fue bautizada como ‘ébola’ por la cercanía del río que lleva dicho nombre. El actual es el noveno que registra el país africano, que vivió el último en 2017.

No obstante, en los años 2013 y 2014 fue cuando se produjo la epidemia de ébola más grave de la historia, que afectó a África Occidental (Liberia, Sierra Leona y Guinea) y provocó la muerte de más de 11.000 personas. De hecho, tal fue la magnitud del brote que se registraron casos en Estados Unidos y Europa.

En España la auxiliar de Enfermería, Teresa Romero, se infectó tras atender al misionero español Miguel Pajares, trasladado desde Liberia al contraer la enfermedad y que finalmente falleció, al igual que el también misionero Manuel García Viejo, repatriado desde Sierra Leona.

Ahora, la Organización Mundial de la Salud (OMS) ha anunciado de un nuevo brote de ébola en la República Democrática del Congo, si bien el doctor Arribas ha recordado que está situado en una localidad un «poco remota» y que ya se han desplazado efectivos del organismo de Naciones Unidas y de Médicos Sin Fronteras (MSF), por lo que, y con «cautela», parece que sea difícil que se pueda propagar.

«Lo que diferencia este brote al de 2014 es que el anterior afectó a una zona de África muy poblada y este está situado en una localización un poco remota. Siempre es difícil predecirlo, pero si nos atenemos al pasado, uno cree que será un brote pequeño y similar al que ha tenido la República Democrática del Congo otras veces», ha detallado.

Además, el portavoz de SEIMC ha recordado que en estos años se ha aprendido «mucho» sobre el ébola, tanto en materia de tratamiento como de prevención. Y es que, y a pesar de que todavía no se ha utilizado, existe una vacuna que es eficaz para prevenir la enfermedad y se está desarrollando un fármaco que también se cree que podría ser efectivo.

Quedan muchas cosas por hacer

De hecho, al principio de la epidemia de 2014 la mortalidad en África se situaba en más del 50 por ciento de los afectados y, gracias a los tratamientos que en ese momento aparecieron, en Europa y Estados Unidos se situó en el 20 por ciento de los casos.

No obstante, el doctor Arribas ha avisado de que todavía quedan cosas por hacer para prevenir y tratar el virus del ébola como, por ejemplo, aumentar el desarrollo de vacunas, mejorar la detección precoz y las terapias.

Ahora bien, una investigación liderada por la Universidad de Kent (Reino Unido), y publicada recientemente, ha puesto de manifiesto que en un futuro «bastante factible», el control del brote de ébola depende de la supervisión y el aislamiento de los casos, y no de una campaña de vacunación a gran escala.

Además, ha identificado que, en las fases críticas de muchos brotes de virus del ébola, un solo afectado infecta a cuatro o más personas, lo que permite que se propague rápidamente. Con estos datos, los científicos han asegurado que el 80 por ciento de la población debería vacunarse para prevenir brotes, incluso si se contara con una vacuna altamente efectiva que proteja al 90 por ciento de las personas después de la vacunación.

Por todo ello, los expertos se muestran optimistas con que no vaya a ocurrir otro caso como el de hace cuatro años. «Esta vez se ha detectado mucho antes, nuestra capacidad para atender las epidemias ha sido muy rápida, ya hay gente de la OMS y de MSF en la zona, por lo que contener esta epidemia es relativamente sencillo con las medias básicas de aislamiento y tratamiento de los afectados, y de seguimiento y aislamiento de las personas que hayan podido estar en contacto con ellos», ha zanjado el portavoz de SEIMC.

Fuente: infosalus.com