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“Las mujeres somos la mitad de la población pero no llegamos a un 20 % en ciencia y tecnología”

La película Figuras Ocultas, que recuerda el papel crucial que desempeñaron tres mujeres afroamericanas en la carrera espacial durante los años 60, ha inspirado el programa HiddenNoMore: Empowering Women Leaders in STEM del Departamento de Estado de EE UU dentro de su veterano Programa de Lideres Visitantes Internacionales (IVLP).

En colaboración con 21st Century Fox y embajadas estadounidenses de todo el mundo, se han seleccionado a 48 mujeres científicas y tecnólogas para realizar una visita de tres semanas a EE UU durante el mes de octubre. El objetivo era repasar el avance de las mujeres en la investigación e innovación de ese país, compartir experiencias de otras regiones y explorar la forma de mejorar su presencia y liderazgo en las disciplinas STEM.

La química Lola Martínez (Madrid, 1973), jefa de la Unidad de Citometría de Flujo del Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas (CNIO), ha sido la representante española es este programa internacional. Durante el viaje, además de adentrarse en el sistema de ciencia y tecnología estadounidense, ha conocido científicas brillantes de los cinco continentes, líderes en su campo y comprometidas con la sociedad.

¿Cómo has vivido esta experiencia?

Ha sido realmente interesante, instructiva e inspiradora. Muchas de mis compañeras tienen historias personales durísimas, pero me ha impactado su capacidad de aprendizaje y superación. Ahora son auténticas líderes que han logrado hacer avanzar a las mujeres en ciencia y tecnología, siendo pioneras en sus campos. Muchas de ellas han ido rompiendo tabúes y barreras, convirtiéndose en las primeras ingenieras, científicas, físicas, etc. en sus países. Me ha llamado la atención que no solo tienen talento y son excelentes en sus profesiones, sino que además les sobra generosidad y compromiso. En su tiempo libre también lideran organizaciones y asociaciones para el desarrollo de la educación STEM en niñas y colectivos marginados. Realmente impresionante.

¿Puedes poner algún ejemplo?

La historia de superación personal de Sandra Cauffman, una costarricense de origen humilde que ahora es vicedirectora de la división de ciencias en la Tierra en la NASA. Algunas de sus enseñanzas me las he traído conmigo: “No hay que tener miedo al fracaso, sino aprender de él” y “si realmente algo te apasiona, encuentra el modo de conseguirlo: te costara más o menos, pero lo conseguirás”. Un ejemplo de la capacidad de aprendizaje nos lo dio la representante checa Stepanka Baierlova, profesora de matemáticas y robótica, que aprendió inglés en escaso medio año para poder participar en este programa. No era bilingüe, pero su nivel era alucinante para haber estudiado solo seis meses. Y Carla Christie, bióloga marina y representante chilena, también nos regaló toda una experiencia de aprendizaje durante un paseo en barco en Pensacola (Florida) para ver delfines. Fue increíble ver cómo una niña de apenas 7 u 8 años se quedaba embrujada cuando Carla le hablaba sobre estos animales.

También comentabas que has conocido historias duras…

Si. La representante de Corea del Sur, Jin Joo Lee (JJ, como ella nos decía), nos contó su pasión por la ingeniería, pero tuvo que dejar la universidad debido al acoso de uno de sus profesores, que hizo que cambiara de carrera y se dedicara a la educación. En muchos lugares de Asia todavía falta una legislación que proteja a las mujeres contra estos comportamientos abusivos. En este contexto, fue inspirador escuchar a Ikumi Yoshimatsu en el Relativity Lab de Los Angeles. Ikumi es una japonesa que ganó en 2012 el concurso de Miss Internacional, y que se ha convertido en una activista social por los derechos de las mujeres en Asia, reclamando algo tan básico como es una legislación que las proteja de acosadores. Ser testigo de la interacción y reacción de Ikumi con las participantes asiáticas fue de lo más emotivo.

Volviendo a JJ ¿cómo acabó su historia?

Con los años ha conseguido su sueño fundando una empresa o start-up social llamada Girls’ Robot. Allí ayuda a las mujeres a entrar en el mundo de la ingeniería y la robótica, dándoles el apoyo y los medios que necesitan, así como una red de contactos internacional con los mejores laboratorios de robótica. Durante nuestra estancia, JJ aprovechó para llevarnos a varios laboratorios de robótica punteros, como el impresionante RoMeLa Lab de la Universidad de California en Los Ángeles (UCLA), donde pudimos ver lo último en este campo, o el de la Universidad de Georgetown, donde desarrollan proyectos muy interesantes para usar robots con niños autistas.

¿Qué otros centros visitaste?

Junto a la dimensión personal, el viaje ha estado aderezado con visitas a varias universidades, museos y las sedes de National Geographic, la National Science Foundation y el Departamento de Estado. También estuvimos en escuelas primarias e institutos de Pensacola para ver sus programas de enseñanza en el campo STEM. En Chicago visitamos, entre otros, los famosos laboratorios Argonne, el centro de innovación mHub, un proyecto de Women Tech Founders y la empresa tecnológica IMC, que apoya a las jóvenes programadoras. Y en los laboratorios de desarrollo de realidad virtual de 21st Century Fox, en Hollywood, compartimos inquietudes y discutimos el papel del cine y la televisión en la perpetuación de los estereotipos de género y su poder para cambiarlo.

¿Hablaste de posibles soluciones?

Los problemas a los que nos enfrentamos en el mundo de hoy son complejos y requieren perspectivas imaginativas. Hay que dejar que las mujeres aporten sus ideas y soluciones en posiciones donde tengan el poder de cambiar las cosas. Nos queda mucho por hacer, pero llegaremos, es cuestión de cambios de estereotipos y mentalidades en todo el mundo, y de generar roles de mujeres que se alejen de lo típico. Tiene que ser un esfuerzo conjunto para alcanzar esa igualdad que todos necesitamos. En el CNIO, por ejemplo, existe una Oficina de la Mujer en Ciencia para promover la concienciación sobre este aspecto y enseñar otros roles de mujeres a los más jóvenes.

¿En las disciplinas STEM se avanza más rápido en igualdad de género que en otros ámbitos?

Yo diría que no. Quizás en el campo de la biomedicina, donde hay mayor representación de mujeres, la situación sea un poco mejor, pero en otros como la física o la ingeniería, todavía hay muchos casos de ‘primeras mujeres en…’ y demasiadas mujeres cualificadas ocupando posiciones secundarias, subdirectoras o directoras en funciones; sin recibir el reconocimiento salarial o social, y con hombres por encima no siempre más cualificados.

¿Cuál es la situación en nuestro entorno?

España está en línea con lo que ocurre en Europa, donde aparentemente vivimos en igualdad, pero los números siguen sin reflejarlo. La representación de las mujeres en las escalas profesionales altas es pobre y, aunque no es fácil de analizar, no es por falta de talento, sino por culpa de los estereotipos y barreras que a día de hoy aún nos encontramos. Somos el 50% de la población, pero no llegamos a un 20% estudiando STEM, y luego el porcentaje de mujeres que trabaja en estas disciplinas también es muy pobre. Algo no funciona. En EE UU aprendimos que el número de mujeres que abandona la ingeniería a favor de otros sectores que las tratan mejor es el doble que en otros campos. Las historias de nuestras compañeras físicas o ingenieras, donde todavía muchas son las únicas chicas en el departamento, empresa, etc. son sinceramente increíbles.

Fuente: SINC