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La comunidad científica de EU sufre los efectos del cierre de gobierno de Trump

Esta semana se reúne la Sociedad Astronómica Estadounidense (AAS) en Seattle, pero en el encuentro no habrá nadie de la NASA.

En Phoenix, miles de meteorólogos presentan sus investigaciones sobre cambio climático y temperaturas extremas, pero cientos de representantes del Servicio Meteorológico Nacional y de otras agencias estadounidenses cancelaron a última hora.

El cierre del gobierno estadounidense, que va por su tercera semana, gira en torno a la disputa presupuestaria entre el presidente Donald Trump y el Congreso sobre la financiación de un muro en la frontera con México, pero sus efectos se están extendiendo a la comunidad científica.

Keith Seitter, director ejecutivo de la Sociedad Estadounidense de Meteorología, dijo que la ausencia de unos 700 empleados del Gobierno en la reunión anual de este grupo hará que se pierdan unas 800 presentaciones.

Y provocó que la asistencia al encuentro de cinco días en Arizona se reduzca de 4.400 personas a unas 3.700, según Seitter.

Muchos de los ausentes trabajan en la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica (NOAA). A su cargo está el Servicio Meteorológico Nacional, cuyo personal sigue trabajando en las alertas y pronósticos del clima pero sin recibir su salario.

Los científicos de la NOAA que no están involucrados en las operaciones cotidianas pero se ocupan del control de calidad y el desarrollo de modelos de pronósticos se encuentran de licencia hasta que se resuelva la disputa presupuestaria.

La agencia espacial NASA y la Fundación Nacional para la Ciencia, una de las principales fuentes del financiamiento para la investigación en el país, también suspendieron la participación de sus expertos en todas las conferencias hasta nuevo aviso.

Gran parte del presupuesto de la NASA está destinado a la observación de la Tierra.

“Esta es una pérdida real en muchos aspectos, desde la agencias que no tienen acceso a las investigaciones más recientes que salen de la comunidad académica, hasta la pérdida de interacción con el sector privado, que está desarrollando nuevas técnicas”, consideró Seitter.

“Y, por supuesto, todos estamos perdiendo una oportunidad para aprender más sobre lo que están haciendo los científicos del gobierno”, añadió, y mencionó especialmente las mejoras en los modelos de pronósticos climáticos, que ahora están en suspenso.

“La onda expansiva y el impacto persistente de esto serán significativos y notorios”.

La ausencia de la NASA

En la 233 reunión de la Sociedad Astronómica Estadounidense, que se lleva a cabo hasta el jueves en Seattle, entre un 10% y un 15% de los participantes inscritos no se presentaron al final, según los organizadores, unas 300 a 450 personas de 3.200.

La sociedad, que se reúne dos veces por año, es indispensable para los investigadores del campo.

En la agenda hay cientos de presentaciones, conferencias de prensa y otros eventos. Muchos astrónomos anuncian hallazgos clave en las conferencias, sobre agujeros negros, galaxias o la formación del universo.

Pero el 96% del personal de la NASA es considerado no esencial, según legisladores demócratas, por lo que 16.700 empleados se encuentran de licencia hasta que se apruebe el nuevo presupuesto de la agencia.

Estos ni siquiera pueden asistir a la reunión de invierno por videoconferencia, incluso aunque hayan pagado el viaje de su bolsillo.

“Normalmente viene el director de astrofísica de la NASA, hace una pequeña presentación y luego recibe preguntas durante una hora”, indicó el portavoz de la AAS Rick Fienberg.

A la vez estaba previsto que el Observatorio Estratosférico para Astronomía Infrarroja (SOFIA, por sus siglas en inglés), un avión financiado por la NASA en conjunto con el Centro Aeroespacial Alemán, recibiera visitas en Seattle, pero eso no ocurrirá.

“Eso tuvo que ser cancelado porque SOFIA está financiado por la NASA y está actualmente en tierra”, dijo Fienberg.

El vocero se esforzó por no exagerar las consecuencias del “shutdown” y aseguró que las conferencias tuvieron buena asistencia, incluso aunque hubiera un “trasfondo de decepción”.

El stand de la NASA está dominado por los subcontratistas. La excepción fueron coautores de grandes estudios, que pudieron hacer sus presentaciones si el autor principal estaba ausente.

Pero esto no significa que el “shutdown” no tiene consecuencias para la sociedad.

“La gente viene en gran parte para interactuar con sus colegas y pares y explorar nuevas oportunidades en investigación”, apuntó Fienberg. “Y parte de esas conversaciones no están ocurriendo, y es una pena”.

Fuente: elespectador.com