La ciencia es crucial para ayudar a poner fin al abuso y al tráfico de drogas
El de las drogas es un problema mundial que podría exacerbar los impactos de la pandemia de COVID-19 y obstaculizar una recuperación saludable e inclusiva, advierte el jefe de la ONU
En el Día Internacional de la Lucha contra el Uso Indebido y el Tráfico Ilícito de Drogas, el Secretario General de las Naciones Unidas dijo que al igual que en la pandemia, la ciencia debe guiar la lucha para superar el flagelo de la drogadicción.
El mensaje de António Guterres recordó que la lección aprendida durante la emergencia sanitaria es que para vencer el virus hace falta tanto la ciencia como la confianza en ella.
“La comunidad científica ha desarrollado vacunas seguras y eficaces en tiempo récord. El acceso a información fiable y verificable supone la diferencia entre la vida y la muerte. La acción con base empírica también es crucial en nuestra respuesta al problema de las drogas”, apuntó.
Citó el informe de este año de la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito, divulgado esta semana, que da cuenta de una duplicación de las muertes relacionadas con el consumo de drogas durante la última década.
Guterres llamó a la solidaridad e instó a los Estados a escuchar a la ciencia y tomar medidas con base científica y en los marcos internacionales acordados.
Advirtió que el problema mundial de las drogas puede agravar los efectos de la pandemia y dificultar una recuperación saludable e inclusiva, por lo que requiere atención urgente.
El líder de la ONU apuntó que si bien la cooperación internacional ha ayudado a limitar la proliferación de nuevas sustancias psicoactivas, el problema se ha trasladado a las regiones más pobres y con sistemas más débiles de control.
Violencia y conflicto
En este punto señaló que el tráfico de estupefacientes y la delincuencia organizada alimentan y perpetúan los ciclos de violencia y conflicto, explicando que mientras los grupos armados y terroristas se benefician del narcotráfico, la crisis derivada de la pandemia ha hecho a millones de personas más vulnerables a los delitos relacionados con las drogas y los cultivos ilícitos.
También destacó que durante la pandemia se ha agudizado la disparidad en el acceso a los medicamentos controlados en los países de renta baja y media. Como ejemplo de esto, refirió que en 2019 el personal médico de África Occidental y Central disponía de cuatro dosis diarias de analgésicos para un millón de habitantes frente a las casi 32.000 dosis que había en Norteamérica.
Guterres llamó a invertir en medidas preventivas para ayudar a salvar vidas, mejorar la salud de la población, aumentar la fuerza de trabajo y reducir los costos de la justicia penal.
En este sentido, subrayó que muchos de los factores de riesgo asociados a la delincuencia y a los comportamientos violentos impulsan también el consumo de drogas, y argumentó que las iniciativas para combatir lastres como el maltrato infantil puede ayudar a prevenir tanto el consumo como el tráfico.
Alianzas público-privadas
Por otra parte, se pronunció por perseguir a los dirigentes de las cadenas de narcotráfico, que son los más beneficiados con el delito, además de que son los que ejercen mayor violencia.
Afirmó que las alianzas público-privadas con empresas tecnológicas, de mensajería y de transporte, son una respuesta de primera línea esencial en la nueva lucha contra los narcotraficantes, ya que éstos se valen cada vez más del comercio legal de mercancías y del servicio postal para mover sus productos ilícitos.
Guterres también enfatizó la importancia de tener mejores datos para detectar en tiempo real los cambios en las rutas del narcotráfico.
“Los sistemas de alerta temprana basados en la ciencia están ayudando a predecir las nuevas amenazas de las drogas. Hace falta más cooperación y apoyo a nivel internacional para ayudar a los países de renta baja a aprovechar estas capacidades avanzadas”, puntualizó.
Fuente: news.un.org