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La astrofísica ciega que escucha a las estrellas

Wanda Díaz Merced soñaba con ser astronauta, primero convirtiendo la cama de su hermana en nave espacial y después haciendo carrera de Física en la Universidad de Puerto Rico. En medio de sus estudios, una retinopatía diabética la dejó ciega. Ya no podía ver las estrellas, pero siguió estudiando el espacio. Ahora, tras completar un doctorado en análisis de datos del espacio en la Universidad de Glasgow, trabaja en el Observatorio Astronómico de Sudáfrica en Ciudad del Cabo, desde donde observa el espacio con sonido.

Díaz Merced puede ver movimientos de estrellas que otros astrónomos no detectan mirando. Los satélites adquieren las medidas y ella las escucha mediante la conversión de las curvas matemáticas a sonido. Su equipo ha demostrado científicamente que el sonido puede proveer información no visible al ojo humano, “Probamos que cuando sincronizas estímulo sensorial en diferentes sentidos, tu sensibilidad a eventos que han sido oscurecidos al ojo aumenta”.

Su oído le ha ayudado a encontrar periodos cuasioscilatorios. “Estudiamos cómo la luz parpadea”, explica emocionada. “Y a veces yo digo, ‘¡Ah, mira, parpadeó distinto ahí! Y ustedes no lo vieron, yo lo oí, que la luz está parpadeando distinto’”.

No es la primera astrofísica ciega. Ha habido muchos otros. El doctor Ken Coolers llegó a hablar de utilizar sonido para ver, pero nunca llego a hacerlo. Díaz Merced quiere que su investigación sirva para atraer a más personas con impedimentos a la ciencia. Es una lucha cuesta arriba, llena de momentos irónicos, como cuando la National Science Foundation le escribió denegándole una beca. “Me dijeron que la investigación que yo hago de utilizar percepción multimodal no es pertinente para la astronomía porque no hay astrónomos ciegos.”

Pregunta: El sonido le ayuda a ver.

Respuesta: Como mejor se puede detectar este tipo de información con una intensidad bien minúscula es escuchando. Es una paradoja grandísima. Yo digo, qué bueno que esto está pasando ahora y que yo estoy viva para verlo.

P. ¿Tiene usted una sensibilidad especial para escuchar?

R. No, simplemente presto atención de otra forma. Si se observara un poquito más como las personas con impedimento lidiamos con la vida diaria, las tareas de investigación mejorarían mucho.

P. ¿El mayor problema no es escuchar sino esperar a que le traduzcan la información a sonido?

R. ¡Benditos los astrónomos! Se sientan y escriben código y crean sin tener la consideración que las personas con impedimento buscamos de una manera distinta. Tenemos unas estrategias de lectura distintas, estrategias cognitivas distintas. Cuando vamos a hacer la búsqueda de los datos tardamos años, y cuando digo años no estoy exagerando.

P. ¿Cómo hace para convertir la información en sonido?

R. Colaboro con otros. Yo les digo, ¿en qué estás trabajando? Y me dicen estoy trabajando, por poner un ejemplo, en la misión gachupita. Y les digo, ¿me puedes dar datos de eso para ver qué puedo hacer?

P. El mundo donde usted se mueve es muy visual.

R. Tras identificar eventos, no basta con que mis colegas escuchen las estrellas y noten lo que yo noto, sino que también tengo que representarlo visualmente. Y cuando lo ven en el gráfico, dicen ‘¡Aaaah!’.

P. La ciencia se beneficiaría de incluir a personas con discapacidad.

R. El modelo económico de productividad en la ciencia ha dejado afuera a las personas que no hacen las cosas tradicionalmente, de forma visual. Por ejemplo, una persona con problemas de lectura se pone a leer una de las páginas de red y no puede entender absolutamente nada. Y no es que sea poco inteligente o que no pueda aprender o entender, es que tiene problemas leyendo. ¡Es un problema mecánico! Y lo que hay que hacer es ponerle las letras de una forma que esa persona pueda entender.

P. ¿Qué consejo daría Algún a las personas con discapacidad que quieran afrontar retos como usted ha hecho?

R. Nunca abandones tus sueños. Jamás. Esto se lo digo a personas con impedimento, hombres, niños, mujeres… marcianos. Que no se rindan y que, independientemente de las condiciones en las que se esté viviendo, los objetivos se pueden lograr. Hay personas que dicen, pero cómo lo voy a hacer si estoy viviendo en esta casa que no tiene suelo, y tengo que ir a una letrina, y no tengo una computadora. Y yo les digo: «Ponte, siéntate y hazlo. Busca la forma. No dejes que las situaciones de la vida diaria te derroten».

P. Imagino que le resultó muy difícil seguir adelante cuando se quedó ciega.

R. Nadie piensa que eso le va a pasar, todos creemos que le pasa a otra gente. El mío es un acto de arrogancia a la potencia infinita. Cualquiera puede desarrollar un impedimento. Cuando el médico te dice que estás mal y tú te sientes bien, no piensas que algo vaya a pasar, que vas a cerrar los ojos y que al otro día, cuando los abras, no te vas a dar cuenta de que abriste los ojos porque tu campo visual está oscuro. Yo tuve días que para mí era bien difícil levantarme de la cama. Pero no estoy triste. No soy una persona triste.

P. Usted sigue adelante a pesar de todo.

R. Todo el mundo tiene obstáculos, pero es cómo te lo tomas. Este obstáculo es algo que me va a ayudar a crecer como persona o me va a derrotar. Y te derrota si tú le das al obstáculo poder en tu vida. A lo mejor algo bueno pasa y yo recupero la vista, pero yo no me voy a concentrar en eso porque tengo otras cosas que hacer. Aprendí a no darle peso a las situaciones de la vida. A menudo, la gente se desespera mucho, y yo pienso: ¡ay! si supieran lo fácil que es, esta gente no sabe lo fácil que es lidiar con lo que tiene.

Fuente: elpais.com