Hallan microplásticos en tejidos de dos tercios de mamíferos marinos
Se han encontrado partículas de plástico microscópicas en las grasas y los pulmones de dos tercios de los mamíferos marinos en un estudio de microplásticos oceánicos de un estudiante de posgrado.
La presencia de partículas de polímeros y fibras en estos animales sugiere que los microplásticos pueden viajar fuera del tracto digestivo y alojarse en los tejidos.
El estudio, programado para la edición del 15 de octubre de Environmental Pollution, apareció en línea esta semana.
Los daños que los microplásticos incrustados podrían causar a los mamíferos marinos aún no se han determinado, pero otros estudios han colocado a esos desechos como posibles imitadores de hormonas y disruptores endocrinos.
“Ésta es una carga adicional a todo lo que enfrentan: el cambio climático, la contaminación, el ruido, y ahora no sólo ingieren plástico y lidian con los pedazos grandes en sus estómagos, sino también en pulmones”, señaló en un comunicado Greg Merrill Jr, estudiante graduado de quinto año en el Laboratorio Marino de la Universidad de Duke. “Alguna proporción de su masa ahora es plástico”.
Las muestras se obtuvieron de 32 animales varados o reunidos para su subsistencia entre 2000 y 2021 en Alaska, California y Carolina del Norte. Doce especies están representadas en los datos, incluida una foca barbuda, que también tenía plástico en los tejidos.
Los plásticos son atraídos por las grasas (son lipofílicos) y, por tanto, se cree que fácilmente afectan a la parte que produce el sonido en la frente de una ballena dentada y las almohadillas de grasa a lo largo de la mandíbula inferior que enfocan el sonido en sus oídos internos. El estudio tomó muestras de esas tres grasas más los pulmones y encontró plásticos en las cuatro.
Las partículas de plástico identificadas en los tejidos oscilaron en promedio entre 198 y 537 micrones: un cabello humano tiene un diámetro de aproximadamente 100 micrones. Merrill agregó que además de cualquier amenaza química que representen los plásticos, las piezas de este material también pueden desgarrar y desgastar esas capas de células.
“Ahora que sabemos que el plástico está en esas partes, analizamos cuál podría ser el impacto metabólico”, destacó Merrill. Para la próxima etapa de su investigación, utilizará líneas celulares cultivadas a partir de la muestra de tejido de ballena para realizar pruebas de toxicología de partículas plásticas.
Las fibras de poliéster, subproducto común de las lavadoras, fueron las más comunes en las muestras de tejido, al igual que el polietileno, componente de los envases de bebidas. El plástico azul fue el color más común encontrado en los cuatro tipos de tejido.
Un artículo de 2022 publicado en Nature Communications estimó, basado en concentraciones conocidas de microplásticos en la costa del Pacífico de California, que una ballena azul que se alimenta por filtración podría estar tragando 43 kilos de desechos plásticos por día mientras atrapa pequeñas criaturas en la columna de agua. Estos cetáceos y los delfines, que se alimentan de peces y otros organismos más grandes, también podrían adquirir plástico acumulado en los animales que comen, precisó Merrill.
“No hemos hecho los cálculos, pero la mayoría de los microplásticos probablemente pasan por el intestino y se defecan. Pero una parte termina en los tejidos de los animales”, reiteró.
“Para mí, esto simplemente subraya la ubicuidad de los plásticos oceánicos y la escala de este problema. Algunas de estas muestras datan de 2001. Esto ha sucedido durante al menos 20 años”.
Fuente: europapress.es