Los pacientes son cinco hombres de entre 25 y 77 años de edad y tienen enfermedades crónicas, como diabetes y obesidad

Cinco nuevos casos de infección por el gusano barrenador en seres humanos fueron confirmados entre el 25 y el 31 de mayo de 2025, con lo que el total asciende a 13 personas afectadas, informó la Dirección General de Epidemiología de la Secretaría de Salud. La mayoría de los casos (11) se registran en Chiapas y los otros dos en Campeche.

Los nuevos pacientes son cinco hombres de entre 25 y 77 años de edad, originarios de los municipios chiapanecos de Tapachula, Tonalá, Villa Comaltitlán, Ocosingo y Chilón. Según el reporte oficial, tres de ellos —de 32, 71 y 77 años— presentan lesiones en la pierna izquierda; otro, de 25 años, tiene la lesión en la boca, y el quinto, de 48 años, en el tronco.

Las autoridades sanitarias señalaron que todos los pacientes padecen enfermedades crónicas como obesidad, diabetes, hipertensión arterial, úlcera varicosa, probable infección por VIH/sida o déficit neurológico crónico.

Cuatro personas permanecen hospitalizadas: dos de los casos recién confirmados y dos más que fueron diagnosticados en semanas anteriores.

En este contexto, la Secretaría de Salud mantiene vigilancia epidemiológica en la región y hace un llamado a la población a extremar precauciones, especialmente en zonas rurales o con presencia de ganado, donde este parásito puede estar presente.

¿Qué es el gusano barrenador?

El gusano barrenador del ganado (Cochliomyia hominivorax) es una larva de mosca parasitaria que representa una grave amenaza para el ganado y otros animales de sangre caliente, incluyendo a los humanos.

Su nombre «barrenador» se debe a su capacidad de excavar o «barrenar» los tejidos vivos de sus hospedadores, causando lesiones profundas y dolorosas.

A diferencia de otras larvas de mosca que se alimentan de tejido muerto o en descomposición, el gusano barrenador es un parásito obligado. Esto significa que necesita de un hospedador vivo para completar su ciclo de vida.

Las moscas hembra adultas depositan sus huevos en los bordes de heridas abiertas, ya sean causadas por accidentes, procedimientos veterinarios, picaduras de garrapatas o incluso el ombligo de los recién nacidos.

Una vez que los huevos eclosionan, las larvas comienzan a alimentarse vorazmente del tejido vivo circundante. A medida que crecen, se introducen más profundamente en la herida, creando una cavidad que puede llegar a ser de gran tamaño y que a menudo presenta un olor fétido.

Fuente: reporteindigo.com