Europa propone prohibir plásticos para limpiar los océanos
La Comisión Europea propuso el 28 de mayo un ambicioso conjunto de medidas para limpiar las playas europeas y eliminar plásticos desechables de sus mares y vías navegables. Además, exhortó a la Unión Europea a ser pionera en la reducción de basura marina en todo el mundo.
Las medidas, que deberán aprobar los veintiocho Estados miembro de la Unión Europea, reducirían o modificarían el consumo y la producción de los diez artículos plásticos que se encuentran con mayor frecuencia en las playas, incluyendo popotes o cañitas, hisopos, cubiertos desechables y equipo de pesca.
“Corremos el riesgo de asfixiar nuestros océanos con plástico, lo cual causará repercusiones en nuestra cadena alimenticia y en la salud humana”, comentó Frans Timmermans, vicepresidente de la Comisión Europea, que es la división ejecutiva del bloque responsable de proponer legislaciones. “Está en el aire, en nuestros océanos, en nuestros alimentos y también en nuestros cuerpos”.
“Vamos a prohibir los plásticos que tienen un solo uso”, manifestó y “seremos pioneros en una carrera global hacia la meta” de limpiar los océanos del mundo.
Varios países europeos, como Dinamarca, Francia, Bélgica, Italia y Portugal ya han adoptado medidas para reducir los desechos plásticos en años recientes y más del 85 por ciento de los participantes en una encuesta de la Unión Europea manifestaron un fuerte apoyo a las medidas.
Aunque el proceso podría requerir un año o más, en caso de adoptarse, la propuesta impondrá distintos tipos de medidas para diversos productos. Si se cuenta con alternativas viables, los productos plásticos que se usan una sola vez se prohibirán en todo el mercado europeo. En otros casos, se instruirá a los Estados miembro que establezcan objetivos nacionales de reducción.
En el caso de algunos plásticos, los productores ayudarán a cubrir los costos del manejo de desperdicios y crearán mayor conciencia sobre las amenazas que supone la basura plástica. Se alentará más el uso de sistemas de retorno y rembolso y los Estados miembro se propondrán recabar para reciclaje un 90 por ciento de todas las botellas de plástico para 2025.
“Lo que esto significa en la práctica es que no veremos hisopos que se usan una sola vez en los estantes del supermercado, sino que habrá unos hechos con materiales más ecológicos”, explicó Timmermans. “Lo mismo sucederá con las pajillas, los agitadores de bebidas, las varas en los globos, los cubiertos y los platos desechables”.
“Todavía podrán organizar días de campo, beber un coctel o limpiarse los oídos”, dijo, “y obtendrán el beneficio adicional de que cuando lo hagan, tendrán una conciencia más clara sobre el impacto ambiental de sus acciones”, agregó.
En conjunto, las medidas también contribuirían de manera importante al logro de las metas climáticas que tiene la Unión Europea de evitar alrededor de 3,4 millones de toneladas métricas, o unos 3,7 millones de toneladas de emisiones de dióxido de carbono para 2030, según esta asociación económica y política.
Cada año, se usan en la Unión Europea 46.000 millones de botellas, 36.000 millones de popotes o cañitas, 16.000 millones de vasos para café y 2000 millones de contenedores plásticos desechables, según un informe de 2017 elaborado por Seas at Risk, una organización de grupos ecologistas de toda Europa que promueve la protección marítima.
El informe también manifestó que se usan alrededor de 580.000 millones de cigarros, que es la cantidad de colillas que se desechan cada año en la Unión Europea. Conforme a las medidas propuestas, cada nación tendría que llevar a cabo campañas educativas para crear conciencia sobre el desecho de “filtros de productos de tabaco” y los productores tendrían que compartir los costos del manejo de desperdicios.
Las partes interesadas de las industrias de producción de plásticos y equipo de pesca en general estuvieron de acuerdo con la propuesta de la Comisión Europea e indicaron que se requerirán más acciones, incluso de manera urgente. Las medidas particularmente aceptadas fueron las que exigen a los productores compartir la responsabilidad de crear mayor conciencia y manejar los desperdicios.
No obstante, algunos grupos de vigilancia de los cabilderos advirtieron que los esfuerzos de aprobar las medidas propuestas por la comisión se enfrentarán a la resistencia de algunos sectores de la industria de los plásticos y los empaques, para los cuales los reglamentos propuestos son “una posibilidad espantosa”, comentó Vicky Cann del Observatorio Corporativo Europeo, un grupo sin fines de lucro cuyo objetivo es exponer los efectos de las campañas de cabildeo corporativas.
“Esperamos ver una marcada respuesta negativa en los próximos meses de los productores, quienes ya se han pronunciado enérgicamente en contra de las prohibiciones y las obligaciones financieras que se les imponen e insisten en que las iniciativas voluntarias son suficientes para acabar con la crisis de los plásticos”, explicó Cann. “A fin de cuentas, la propuesta de hoy solo es buena en la medida en la que pueda implementarse, lo cual sucederá después de la que sin duda será una fuerte batalla de los grupos de presión”.
Muchos países europeos ya han tratado de implementar medidas para prohibir los plásticos en años recientes. Francia prohibió las bolsas de plástico ultraligeras en 2015 e Italia lo hizo en 2016. Este año, Bélgica, Dinamarca y Escocia están planeando prohibir varios productos plásticos desechables, y se espera que Italia, Portugal y España implementen medidas similares en los próximos años.
Al preguntarle si la Unión Europea estaba planeando prohibir los globos de plástico, Timmermans insistió: “No vamos a prohibir los globos”.
“Quiero ser muy claro, estos productos no desaparecerán”, dijo, “solo se fabricarán con otros materiales”.
Fuente: The New York Times