Estados Unidos edita por primera vez los genes de embriones humanos
En los últimos años una nueva técnica de edición de genes, llamada CRISPR (de “Clustered Regularly Interespaced Short Palindromic Repeats”) ha revolucionado la investigación. Permite insertar, modificar o retirar genes a voluntad, y hacerlo de una forma rápida, barata y sencilla, por lo que también se le ha llamado “corta-pega” genético. Por eso, una de sus muchas aplicaciones podría ser modificar embriones humanos para eliminar enfermedades hereditarias.
Esta última aplicación es muy prometedora sobre el papel, pero plantea muchos problemas técnicos y, lo que es aún más importante, éticos. Por eso, hasta ahora solo tres grupos de investigación de China, un país laxo en la regulación de la manipulación de embriones, han obtenido resultados modestos con este método. Pero este miércoles, la publicación MIT Technology Review (del Instituto Tecnológico de Massachusetts) ha anunciado que, por primera vez, un grupo de investigación de Estados Unidos ha usado la edición de genes CRISPR para manipular embriones humanos.
La investigación ha sido dirigida por Shoukhrat Mitalipov, científico en la Universidad de Ciencia y Salud de Oregón (OHSU), en Portland, EE.UU., y los resultados aún no se han publicado de forma oficial. Sin embargo, científicos próximos a la investigación han asegurado que han logrado manipular con éxito el ADN de un número considerable de embriones.
Shoukhrat Mitalipov, nacido en Kazajistán, es un científico respetado caracterizado por su audacia: en 2007 anunció la clonación de monos, y en 2013 creó embriones humanos clonados, con vistas a usarlos para crear células madre específicas para cada paciente.
En esta ocasión, los científicos no han permitido el desarrollo de los embriones más allá de unos días, y tampoco se ha pretendido insertarlos en un útero. Pero, de confirmarse el éxito de la edición de genes en “decenas” de embriones, tal como han asegurado, se trataría de un paso adelante en la posible utilización de esta técnica para tratar enfermedades hereditarias, como la fibrosis quística, la hemofilia o la distrofia muscular de Duchenne. Esto también inauguraría una nueva era en la que nacerían seres humanos modificados genéticamente.
Ingeniería de línea germinal
El principal objetivo de estos investigadores de Oregón es demostrar que se puede eliminar genes defectuosos y “corregir” las secuencias que causan una enfermedad hereditaria. El proceso se conoce como “ingeniería de línea germinal”, y tiene como finalidad garantizar que los niños modificados pasen los genes editados a sus descendientes a través de sus células germinales, es decir, de sus óvulos y espermatozoides.
Hasta la fecha, solo tres equipos científicos chinos habían publicado en revistas científicas resultados sobre la edición de genes en embriones humanos. Los dos primeros se hicieron en embriones defectuosos y obtuvieron pobres resultados. El tercer estudio, publicado en marzo, tuvo mejores conclusiones, pero solo logró editar el ADN de seis embriones normales. Sin embargo, en esta ocasión el equipo de Mitalipov publicará los resultados obtenidos en “decenas” de embriones.
Problemas de seguridad
En todo caso, sigue siendo necesario descartar que no haya problemas de seguridad. Los investigadores chinos averiguaron que la técnica de edición CRISPR en ocasiones producía cambios genéticos “off-target”, es decir, en otros sitios aparte de los lugares deseados, y, que en otras ocasiones, los cambios sí buscados solo eran asimilados por algunas de las células de los embriones. El resultado final es un temido efecto mosaico, en que un embrión, o quizás un individuo, tiene distintas secuencias de genes en las células de su organismo, lo que cuestiona la viabilidad de la técnica si no se mejora su precisión y eficiencia.
Científicos conocedores de la investigación del equipo de Mitalipov han asegurado en MIT Technology Review que se pueden evitar estos problemas de efectos “off-target” y del mosaicismo.
Esta publicación ha informado también de que los embriones humanos se han fertilizado en el laboratorio con espermatozoides portadores de enfermedades hereditarias, pero no ha trascendido qué dolencias son. “Solo se trata de una prueba de que puede funcionar. Han reducido significativamente el problema del mosaicismo. No creo que sea el comienzo de unos ensayos clínicos aún, pero sí creo que han ido más lejos que nadie más hasta el momento”, ha dicho en MIT Technology Review un científico familiarizado con el proyecto.
Futuros tratamientos para enfermedades
En la actualidad, ya hay ensayos clínicos (que implican hacer pruebas de eficacia y seguridad en personas) que trabajan en futuros tratamientos basados en la técnica de edición genética CRISPR, pero hasta el momento no conllevan la manipulación de embriones humanos, sino células ya diferenciadas y maduras de individuos adultos.
La propia Jennifer Doudna, una de las creadoras de la técnica de edición de genes junto a Emmanuele Charpentier, pronosticó recientemente que en cuestión de poco tiempo este campo sufrirá un gran desarrollo: “Creo que en dos años habrá aplicaciones y nuevos análisis clínicos. Hay muchos científicos ilusionados con la perspectiva de corregir mutaciones que causan enfermedades”, dijo Doudna. En su opinión, en poco tiempo se podrá obtener los primeros avances tangibles, en el campo de la oftalmología, en el tratamiento de la anemia de las células falciformes y en la fibrosis quística.
Dilemas éticos
A pesar de estas prometedoras perspectivas, instituciones y científicos han alertado de que la edición de genes por medio de la técnica CRISPR abre la puerta al diseño de personas a medida, con mejoras y rasgos escogidos a voluntad.
En este sentido, Emmanuele Charpentier opinó recientemente que “existe una línea roja que no debemos cruzar: CRISPR debe usarse solo como herramienta terapéutica, no para mejorar al ser humano”. Además, aclaró que aún falta mucho tiempo hasta que la técnica llegue al nivel de seguridad y precisión necesarios para modificar los genes del núcleo de los embriones.
Por su parte, Doudna reflexionó: “En los últimos años he estado muy implicada en el debate ético y mi opinión ha cambiado un poco. He escuchado a muchas familias con enfermedades hereditarias, y ahora pienso que si modificando la línea germinal podemos ayudarles, al menos debemos considerarlo”.
Este complejo debate ya ha comenzado en el seno de las instituciones políticas y las academias nacionales de ciencia de varios países, pero aún falta mucho hasta que se llegue a un consenso sobre el impacto y las aplicaciones de la edición de genes de embriones humanos.
En el caso de la investigación dirigida por Shoukhrat Mitalipov, el grupo recibió la luz verde de la Academia Nacional de Ciencias de Estados Unidos (NAS) y de la Academia Nacional de Medicina del mismo país, cuando un informe publicado en febrero aprobó la modificación en la línea germinal, pero solo para eliminar enfermedades serias. La edición de las células germinales humanas “es una posibilidad realista que merece ser tenida en cuenta”, aseguró dicho informe.
Este informe marcó una línea roja en la mejora genética encaminada a aumentar ciertos rasgos, como la inteligencia o la fuerza. “La edición de genomas para mejorar rasgos o habilidades en personas sanas despierta preocupaciones sobre si los beneficios pesan más que los riesgos, y sobre si es justo que solo algunas personas puedan aprovecharse de esto”, dijo Alta Charo, miembro del comité de la NAS que participó en la elaboración del informe.
En este momento, el Congreso de Estados Unidos prohibe que cualquier embrión modificado pueda llegar a nacer. Sin embargo, algunos países tienen criterios menos restrictivos.
Fuente: abc.es