En 2018 más de 37 millones de personas tenían VIH en todo el mundo y 1,7 millones contrajeron la enfermedad
En 2018 había 37,9 millones de personas en todo el mundo que padecían VIH (36,9 millones en 2017), 1,7 millones contrajeron la enfermedad (1,8 el año anterior) y se produjeron 770.000 muertes relacionadas con el virus (casi 1 millón en 2017), según se desprende de un nuevo informe publicado este martes por ONUSIDA.
De las personas que padecían el VIH, 36,2 millones eran adultos, 18,8 millones mujeres mayores de 15 años y 1,7 millones menores de 15 años. Asimismo, 1,6 millones de adultos se infectaron por primera vez y 160.000 adolescentes menores de 15 años. Respecto a las muertes, 670.000 eran adultos y 100.000 jóvenes.
Asimismo, ONUSIDA ha informado de que cada día se producen alrededor de 5.000 nuevas infecciones por VIH, de las cuales el 61 por ciento son en África subsahariana, unas 500 en menores de 15 años y, de las 4.400 que dan en los adultos, el 47 por ciento son mujeres y el 32 por ciento jóvenes de 15 a 24 años.
El 95 por ciento de las nuevas infecciones en Europa oriental, Asia centra, Oriente Medio, África oriental y septentrional se produjeron en usuarios de drogas, hombres que practican sexo con otros hombres, transexuales, presos y trabajadoras sexuales.
No obstante, y pese a estas cifras, el organismo ha recordado que se ha reducido un 16 por ciento el número de nuevas infecciones, respecto a 2010, gracias a los avances alcanzados en Sudáfrica, si bien ha avisado de que todavía queda “mucho camino por recorrer” en África oriental y meridional, y ha mostrado su “preocupación” por los casos de nuevos contagios en Europa oriental y Asia central (29%), Oriente medio y norte de África (10%) y América Latina (7%).
En este sentido, ONUSIDA ha criticado que se haya disminuido en unos 880 millones de euros (1.000 millones de dólares) la financiación para luchar contra el VIH, situándose en 2018 en 16.000 millones de euros (19.000 millones de dólares). “Los donantes han desembolsado menos y las inversiones nacionales no han crecido lo suficientemente rápido como para compensar la inflación. Por ello, instamos a nuestros socios a intensificar las acciones y aumentar la financiación”, ha dicho el organismo.
El 79% conocía su estado virológico y el 78% estaban en tratamiento
Por otra parte, el informe ha mostrado que el año pasado aproximadamente el 79 por ciento de las personas que padecían sida conocían su estado y, de ellos, el 78 por ciento estaba siendo tratado y el 86 por ciento tenía carga viral suprimida. No obstante, el organismo ha avisado de que el progreso varía mucho según los países.
Y es que, por ejemplo, en Europa oriental y Asia central, el 72 por ciento conocía que estaba infectado del virus, pero sólo el 53 por ciento tenía acceso al tratamiento. “El estigma y la discriminación siguen siendo generalizados, especialmente en entornos de atención médica. Como activista aliento a todos, incluido los líderes políticos, a hablar abiertamente del VIH para que las personas puedan vivir con tranquilidad”, ha comentado la fundadora de Shine, Sthandwa Buthelezi.
Al mismo tiempo, ONUSIDA ha alertado de que en muchas regiones no se están utilizando todas las opciones disponibles para prevenir las nuevas infecciones. De hecho, ha lamentado que la profilaxis previa a la exposición (PrEP) sólo haya sido utilizada en 2018 por unas 300.000 personas, de las cuales 130.000 se encontraban en Estados Unidos.
Finalmente, el organismo ha solicitado a los países a cumplir con el compromiso asumido en la Declaración Política de Naciones Unidas sobre la Erradicación del Sida de 2016 para que la prestación de servicios dirigida por la comunidad se amplíe para cubrir, al menos, el 30 pro ciento de toda la prestación de servicios en 2030.
“Necesitamos con urgencia un mayor liderazgo político para acabar con el VIH y esto comienza con una inversión adecuada e inteligente, y mirando a los países con las prácticas más exitosas. Terminar con el sida es posible si nos enfocamos en las personas y no en las enfermedades, creamos una hoja de ruta para las personas que viven en zonas más marginales y adoptamos un enfoque basado en los derechos humanos”, ha zanjado la directora ejecutiva de ONUSIDA, Gunilla Carlsson.
Fuente: infosalus.com