El reto de COVAX: distribuir 2,000 millones de vacunas anti covid-19 este año a los países más pobres
No hacemos nada si sólo resolvemos la pandemia en los países más avanzados. El virus no tiene fronteras y por tanto las soluciones deben ser globales. «Nadie está a salvo hasta que todo el mundo esté a salvo», según ha insistido la Organización Mundial de la Salud (OMS) desde el comienzo.
Eso sí, desde Naciones Unidas reconocen que esta frase es «complicada de aplicar», ya que los países más ricos disponen de los recursos necesarios para encargar por adelantado grandes cantidades de vacunas. «Una situación que garantiza que sus poblaciones sean las primeras de la lista en ser vacunadas cuando las empresas farmacéuticas den la luz verde para entregar las dosis, lo que ha llevado a los expertos en derechos humanos de la ONU a advertir contra el acaparamiento de vacunas y a insistir en que las vacunas deben estar disponibles para todos», subraya.
Para ello, y según explica en una entrevista con Infosalus Blanca Carazo, responsable de Programas de UNICEF España, se creó en la primavera de hace un año el Acelerador del acceso a las herramientas contra la COVID-19 o ‘ACT-A’, una revolucionaria colaboración mundial (entre gobiernos, científicos, organizaciones de la sociedad civil, filántropos y organizaciones sanitarias) para acelerar el desarrollo, la producción y el acceso a las pruebas diagnósticas, a los tratamientos y a las vacunas contra la COVID-19.
«La parte de esta alianza global dedicada a las vacunas se llama COVAX y es importante en primer lugar por el lado ético. ¿Por qué es más importante que esté protegido un trabajador de la salud de España que de Ruanda, cuando seguramente en el país africano las condiciones son peores y es más fundamental que el trabajador de la salud esté protegido y pueda cuidar y evitar la muerte de niños? Después se encontraría el argumento economicista de que mientras haya un virus activo en otros países diferentes al mío tengo la posibilidad de que el virus vuelva y esto me perjudique en mi economía. Por eso, mientras no alcancemos esa inmunidad global no estaremos protegidos», subraya la responsable del Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF).
De hecho, desde Naciones Unidas recuerdan que el objetivo principal de COVAX es distribuir 2.000 millones de dosis en 2021, sobre todo en los países más pobres, e inmunizar al 27% de sus ciudadanos.
En concreto, UNICEF explica que el Mecanismo COVAX está codirigido por la Alianza Mundial para Vacunas e Inmunización (Gavi) — de la que forma parte en UNICEF–, la Coalición para la Innovación en la Preparación de Epidemias (CEPI), y la OMS.
A día de hoy, el Fondo de Naciones Unidas para la Infancia juega un rol importante en todo este puzle dada su experiencia previa porque es el «mayor proveedor de vacunas del mundo» y todos los años hacen llegar a unos 100 países más de 2.000 millones de dosis para la inmunización de rutina y las campañas de vacunación, según justifica Carazo.
¿Qué vacunas se distribuyen a través de COVAX?
La responsable española indica que las vacunas que se están distribuyendo a través de este mecanismo tienen que estar autorizadas por la OMS, y a día de hoy las que han superado este proceso son las de Pfizer-BioNTech, AstraZeneca/Oxford, y se encuentra en proceso la de Moderna, según precisa. «La idea es que se vayan incorporando las vacunas certificadas como seguras y eficaces por la OMS», agrega.
Desde Naciones Unidas señalan en este sentido que durante el primer trimestre de 2021 se entregarán a 18 países alrededor de 1,2 millones de dosis, sobre un total de 40 millones, de la vacuna de Pfizer-BioNTech, que requiere unas condiciones especiales de almacenamiento de -70º centígrados. «Se espera un despliegue mucho mayor, de unos 336 millones de dosis, de la vacuna de AstraZeneca/Oxford, que se enviará a casi todos los países que han firmado el plan COVAX, desde Afganistán hasta Zimbabue», remarca.
Y es que en esta alianza están agrupados más de 180 países, de los que aproximadamente la mitad se autofinancia, según asegura Blanca Carazo, si bien se suman a COVAX para hacer una negociación conjunta a nivel de la compra y de la distribución de vacunas. «Después se encontrarían otros 92 países de ingresos bajos y medios-bajos que reciben ayuda financiera de COVAX, desde Afganistán, Burkina, Níger, Siria, Ruanda, Somalia entre otros; al final, son los países más pobres y con menos recursos del mundo», agrega la responsable de UNICEF.
El reto no es solo tener la vacuna cino la vacunación
A su juicio es importante que «el reto no es solo tener la vacuna, sino la vacunación», dado que hay una parte, la compra de las vacunas, que representa «un reto logístico brutal», ya que el objetivo para este 2021 se ha fijado en adquirir y llevar a los países dos mil millones de dosis, y esto en particular para los países con menos recursos debería servir para vacunar al 20% de su población, que es solo el principio.
«Lo que salva vidas no es la vacuna, sino la vacunación. Hay un triángulo que tiene que coincidir en espacio y tiempo. El tema de la cadena frío se tiene que mantener en todo el proceso, el vacunador, el personal de salud con traje de protección y que haya recibido formación necesaria; y la persona que se va a vacunar, y entra en juego la información que tiene la población sobre la vacunación», detalla.
En último lugar la responsable de Programas de UNICEF España Blanca Carazo defiende que todo esto está relacionado con que dentro de Act-A existe un cuarto punto transversal centrado en fortalecer los sistemas de salud en aquellos países con muy poco personal de salud, y un alto porcentaje de centros de salud sin electricidad, así como sistemas de salud con muchas carencias.
«El trabajo de UNICEF es muy importante no solo a la hora de llevar la vacuna sino a la hora de ayudar a los países a vacunar. Esto implica mejorar las infraestructuras, hasta formar el personal, facilitarles los trajes de protección y otros materiales», agrega.
Fuente. infosalus.com