El rechazo a las vacunas entró en la lista de las 10 amenazas globales a la salud
La Organización Mundial de la Salud (OMS) publicó una lista de amenazas globales para la humanidad en 2019 y por primera vez ha incluido el rechazo a las vacunas. La OMS señala que la expansión de la cobertura de vacunación evitará hasta 1,5 millones de muertes prematuras por año.
La organización señala que la vacunación es una de las formas más económicas de combatir las enfermedades y ya está salvando a 2-3 millones de personas al año de una muerte prematura. La negativa a vacunarse, como señala el comunicado, tiene varias razones, entre ellas la falta de acceso a las vacunas modernas y la falta de confianza en su seguridad.
El regreso del sarampión
La OMS enfatiza que el número de casos de sarampión ha aumentado en un 30% (no especifica con qué año se está comparando este indicador), y este crecimiento se debe en parte al rechazo a las vacunas. Anteriormente, la OMS informó que más de 41.000 personas contrajeron el sarampión en Europa en los primeros seis meses de 2018, más que en cualquier otro año de esta década.
En 2019, la organización planea intensificar los esfuerzos para promover la vacuna contra el VPH. La OMS también espera detener la propagación del virus de la poliomielitis en Afganistán y Pakistán este año: en 2018 en ambos países se registraron menos de 30 casos de la enfermedad. Esto también se espera que se logre con las vacunas.
Además del rechazo a las vacunas la lista de amenazas incluye la contaminación del aire y el cambio climático, las enfermedades como la diabetes y el cáncer, una nueva pandemia de gripe, condiciones de vida difíciles debido a conflictos y crisis ambientales, resistencia a los antibióticos y fiebre.
La comunidad científica no tiene dudas sobre las vacunas: son necesarias y salvan vidas. Aún así, hay grupos crecientes de padres que rehusan vacunar a sus hijos por diferentes motivos. Queremos recordar que solo una pequeña disminución en los niveles de vacunación contra, por ejemplo, el sarampión en la infancia puede producir efectos negativos desproporcionados para la salud pública. Esta enfermedad ha resurgido de sus cenizas: un equipo de investigadores de Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de los Estados Unidos estudió 1.789 casos de contagio entre 2001 y 2015, y encontró un dato muy esclarecedor: de los que la contrajeron, casi el 70% no habían sido vacunados.
Fuente: nmas1.org