El raro mensaje de Carl Sagan para primeros viajeros a Marte
Apasionado por la exploración de Marte, Sagan abogaba intensamente por el estudio y la llegada al Planeta Rojo, viéndolo como un espejo de la Tierra
A finales de 1996, poco antes de morir por una neumonía el 20 de diciembre, Carl Sagan, ícono de la astronomía y la divulgación científica, dejó un mensaje para quienes eventualmente dejarían sus huellas en el suelo marciano.
Desde su rincón de trabajo en Ithaca, Nueva York, cercano a la Universidad de Cornell, grabó unas palabras llenas de emoción y nostalgia. «Soy Carl Sagan (…) Tal vez puedan oír, de fondo, una cascada de 60 metros, muy cerca de aquí, lo que es probablemente –supongo– una rareza en Marte, incluso en tiempos de alta tecnología», se le oye decir en su mensaje.
Conocido por su ferviente defensa de la exploración marciana y por cofundar la Sociedad Planetaria, Sagan veía Marte no solo como un destino, sino como una extensión del campo científico, un espejo en el que asomarse a la historia de nuestro planeta. Su entusiasmo queda patente en cada palabra del mensaje, reflejo de su visión de la interacción entre ciencia y ciencia ficción, un ciclo de inspiración mutua que ha impulsado nuestra fascinación y nuestra capacidad para llegar al Planeta Rojo.
«La ciencia y la ciencia ficción han bailado una especie de danza durante el último siglo, en particular con respecto a Marte…»: Sagan narra cómo esta simbiosis ha sido vital para su propio desarrollo científico y el de muchos otros, incluido Robert Goddard, pionero de la cohetería moderna.
Esta grabación de Sagan fue enviada a Marte a bordo del módulo de aterrizaje Phoenix de la NASA, llegando el 25 de mayo de 2008. Se conserva en un mini DVD que, se espera, permanezca en el planeta rojo por milenios.
Carl Sagan: «No sé por qué estás en Marte…»
En una parte más íntima de su mensaje, Sagan especula sobre las razones que podrían llevar a la humanidad a Marte, desde la gestión de amenazas de asteroides hasta la expansión humana como salvaguarda contra catástrofes planetarias. «No sé por qué estás en Marte…», reflexiona, abriendo un abanico de posibilidades científicas y existenciales, para finalmente expresar su alegría por la presencia humana en el Planeta Rojo y su deseo de compartir esa experiencia:
«No sé por qué estás en Marte. Quizá porque nos hemos dado cuenta de que tenemos que desplazar con cuidado los pequeños asteroides para evitar que impacten contra la Tierra con consecuencias catastróficas y, aunque estemos en el espacio cercano a la Tierra, Marte está a un paso».
«O quizá estamos en Marte porque sabemos que, si hay comunidades humanas en muchos mundos, las posibilidades de que nos extingamos por una catástrofe en un solo mundo son mucho menores. O tal vez estamos en Marte porque debido a la magnífica ciencia que se puede hacer allí, las puertas del mundo de las maravillas se están abriendo en nuestro tiempo. O tal vez estemos en Marte porque tenemos que estarlo, porque hay un profundo impulso nómada incorporado en nosotros por el proceso evolutivo. Después de todo, venimos de cazadores-recolectores, y durante el 99,9 % de nuestra permanencia en la Tierra, hemos sido errantes. Y el próximo lugar al que vagar es Marte. Pero cualquiera que sea la razón por la que estás en Marte, me alegro de que estés allí. Y me gustaría estar contigo», concluye Sagan.
Fuente: dw.com