La regulación de la edición genética, la revisión del manejo de la bioseguridad en laboratorios y la búsqueda de nuevos mecanismos para mitigar los efectos del cambio climático, son algunos de los avances científicos que protagonizarán 2019, según la prestigiosa revista ‘Nature’.
Durante el año que viene, los genetistas continuarán lidiando con las repercusiones de la afirmación hecha por el investigador chino, He Jiankui, de haber ayudado a producir los primeros bebés modificados genéticamente del mundo. Los investigadores esperan confirmar si Jiankui modificó los genes de dos embriones que dieron lugar a dos gemelas. Tras las protestas de la comunidad científica internacional, los científicos intentarán descubrir cualquier efecto secundario potencial del proceso y crearán un marco para garantizar que cualquier esfuerzo futuro para editar AND humano hereditario –óvulos, esperma o embriones– se realice de manera responsable y regulada.
A mediados de año, la Organización Mundial de la Salud espera terminar una revisión importante de su ‘Manual de Bioseguridad en el Laboratorio’, la primera desde 2004. Las pautas ampliamente utilizadas describen las mejores prácticas para el manejo seguro de patógenos como el ébola. Las revisiones aumentarán el enfoque en la creación de evaluaciones de riesgo específicas del sitio y del experimento, y en la mejora de la administración, las prácticas y la capacitación del personal de laboratorio.
Otro tema que preocupa es el cambio climático. A medida que aumentan las emisiones de carbono, 2019 podría ver los primeros experimentos explícitamente dirigidos a comprender cómo enfriar artificialmente el planeta utilizando una práctica llamada geoingeniería solar. Científicos de la Universidad de Harvard están detrás del Experimento de Perturbación Controlada Estratosférica (SCoPEx), con el que esperan rociar 100 gramos de partículas en la estratosfera para observar cómo se dispersan. Tales partículas podrían eventualmente enfriar el planeta al reflejar algunos de los rayos del Sol de regreso al espacio.
Además de la edición genética, la bioseguridad y el cambio climático, ‘Nature’ también incluye en su lista los proyectos polares a la Antártida. En enero, investigadores de Estados Unidos y Reino Unido iniciarán su misión conjunta más grande en el continente en más de 70 años. El objetivo del proyecto de cinco años es comprender si el remoto y aparentemente inestable glaciar Thwaites comenzará a colapsar en las próximas décadas. La misión incluye el estudio de las condiciones del océano utilizando vehículos autónomos submarinos y sensores colocados en las focas.
Los científicos europeos también planean comenzar a perforar la capa de hielo en Little Dome C de la Antártida, en una búsqueda para recuperar un núcleo de hielo de 1,5 millones de años. Si tienen éxito, el núcleo producirá el registro prístino más antiguo de clima y de condiciones atmosféricas.
La publicación anglosajona también pone el foco en los futuros hallazgos que podrían revelar más detalles sobre los orígenes de las antiguas especies de homininos de islas en el sudeste de Asia, región de especial interés para los arqueólogos desde que se descubrió una especie ‘hobbit’ de aspecto humano en la isla indonesia de Flores en 2003. Las excavaciones en curso podrían revelar más sobre los primeros habitantes humanos de la isla filipina de Luzón, incluso si su aislamiento llevó a una estatura diminuta, similar a lo que parece haber ocurrido en Flores.
Grandes infraestructuras científicas
En el campo de la astronomía destacará el radiotelescopio más grande del mundo, el Telescopio Radio Esférico de Apertura de 500 metros de China (FAST), que debería estar completamente operativo y disponible para los investigadores a partir de septiembre. Desde el inicio de su fase de puesta en servicio en 2016, el mega telescopio ha detectado más de 50 nuevos púlsares: estrellas muertas densas y que giran rápidamente. Pronto buscará las débiles señales que emergen de fenómenos como las rápidas explosiones de radio y las nubes de gas cósmico.
Mientras tanto, los astrónomos decidirán si seguir adelante con la construcción del Telescopio de Treinta Metros (TMT) en la montaña hawaiana Mauna Kea –un proyecto por el que lucha también la isla de La Palma, en Canarias.
Precisamente, China podría emerger en 2019 como la mayor empresa de gasto en investigación y desarrollo del mundo, después de ajustar el poder de compra de su moneda, una vez que los países publiquen sus datos de gasto de 2018 a finales de 2019. Los gastos en ciencia en China se han acelerado desde 2003, aunque el país aún está por detrás de Estados Unidos en cuanto a medidas de calidad en la investigación.
Por su parte, en Europa se intentará llegar a un acuerdo sobre cómo desembolsar los 100.000 millones de euros propuestos a través del próximo programa de financiación de investigación de la Unión Europea (programa Horizon), que comienza en 2021. No está claro cómo podrán participar los investigadores del Reino Unido, ya que la incertidumbre sobre el Brexit sigue presente en el país.
El 2019 también podría ser un año decisivo para los planes para construir el Colisionador Lineal Internacional (ILC), el sucesor del Gran Colisionador de Hadrones (LHC) de Ginebra (Suiza). Físicos en Japón propusieron albergar este proyecto en 2012, después de que científicos del LHC anunciaran el descubrimiento del bosón de Higgs, que sería estudiado en detalle por el nuevo instrumento. Pero un informe de 2018 encargado por el Gobierno nipón desestimó el proyecto por su enorme coste (de aproximadamente 7.000 millones de dólares), pero Japón es el único país que ha mostrado interés en albergar el ILC. Se espera que el Gobierno emita una declaración sobre si lo hará antes del 7 de marzo.
En octubre de 2018, Canadá legalizó el cannabis para todos los usos (la segunda nación en el mundo, después de Uruguay), lo que llevó inesperadamente a financiar investigaciones sobre la marihuana por parte de los gobiernos provinciales y federales. Para finales de 2019, los investigadores de la Universidad de Guelph esperan lanzar el primer centro académico dedicado a la investigación del cannabis en Canadá, que estudiará todo, desde la genética de la planta hasta sus beneficios para la salud.
Con todos los avances que llegarán en 2019, las revistas de suscripción podrían cambiar sus modelos de negocio para adaptarse al Plan S, una iniciativa para convertir las publicaciones académicas en un modelo de acceso totalmente abierto, un sistema que actualmente muchas revistas prohíben.
Fuente: EP