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Desinformación sobre COVID que circuló en América Latina: desde el origen del virus a las falsedades sobre las vacunas

Esta es la desinformación más común sobre COVID-19 que circuló en la región y que buscamos contrarrestar desde la red LatamChequea Coronavirus

Desde el inicio de la pandemia por la COVID-19, comenzaron a aparecer numerosas desinformaciones relaciones con el nuevo virus y nació la alianza LatamChequea Coronavirus, un esfuerzo colaborativo de 35 organizaciones de 18 países dedicadas a verificar el discurso público coordinado por Chequeado.

La alianza creó una plataforma colaborativa, que hoy tiene más de 3400 verificaciones, chequeos y explicadores sobre contenidos relacionados con el nuevo coronavirus. En esta nota, un repaso acerca de los grandes temas sobre los que más circularon desinformaciones y logramos desmentir.

Orígen del virus

Al principio de la pandemia, muchas de las desinformaciones que circularon en distintos países fueron acerca del origen del virus y la situación en China. Había posteos que aseguraban que el origen había sido un laboratorio en Wuhan, China, lo que fue desmentido por varios medios de la alianza, como Chequeado, Estadão Verifica y Newtral.es; otros señalaban que se originó en el Reino Unido o en los Estados Unidos, a pesar de que la evidencia señala que fue resultado de un proceso natural, y no artificial.

Un Premio Nobel y Bill Gates

A finales de abril empezaron a circular varios posteos que afirmaban que Tasuku Honjo, Premio Nobel de Medicina en 2018, dijo que el virus se había creado en un laboratorio. Esto surgió a partir de una cuenta de Twitter apócrifa que se hacía pasar por Honjo.

Otro personaje muy recurrente en las desinformaciones fue el fundador de Microsoft, el estadounidense Bill Gates. Se hicieron más de 50 chequeos durante estos meses sobre desinformaciones relacionados con el empresario. Uno de los posteos que se viralizó lo relacionó con el orígen del virus, asegurando que Gates era el propietario de la patente del brote del nuevo coronavirus iniciado en China. También se lo acusó de haber creado el COVID-19 para insertar microchips a través de la vacuna para controlar a la población.

Circuló también en muchos de los países una imagen trucada en la cual se ve parte del edificio de la Fundación Bill & Melinda Gates, cuya fachada supuestamente tenía grabada la siguiente leyenda: “Centro para la reducción de población global de seres humanos”. Esto fue desmentido por varios medios de la alianza como Ecuador Chequea, La Silla Vacía y Newtral.es.

También se difundieron falsedades como que el empresario predijo la epidemia, que dijo en una entrevista que la vacuna contra la COVID-19 iba a provocar muchas muertes y hasta que India le había hecho un juicio por haber dejado paralizado a miles de chicos con una vacuna contra el polio.

Hasta el cantante español Miguel Bosé difundió una serie de tuits en el que acusó a Gates de ser el creador de la COVID-19. Estos posteos fueron desmentidos por varios chequeadores, entre ellos 3 medios en la Argentina, Colombia y Venezuela.

La red 5G y un falso vinculo con la pandemia

Varias de las desinformaciones sobre Bill Gates estuvieron relacionadas con las que circularon acerca de la red 5G. Esta teoría conspirativa tuvo un alto nivel de producción, con varios videos, imágenes y publicaciones que buscaron sostener que el nuevo coronavirus fue creado en un laboratorio para controlar el mundo. Muchas de las organizaciones que difundieron estas teorías están relacionadas con movimientos antivacunas (acá se puede ver un análisis sobre cómo circularon estas desinformaciones en la Argentina).

Algunas de las publicaciones relacionadas con este tema aseguraban que el nuevo coronavirus no es un virus, sino que es un exosoma que se activa por la contaminación electromagnética. Este tipo de posteos circuló hasta en países que ni siquiera cuentan con este tipo de tecnología, como es el caso de Argentina, Bolivia y Colombia.

También se difundió en varias redes sociales un video de Hong Kong donde se veía aun grupo de personas derribando una supuesta antena de 5G. AFP Factual comprobó que, en realidad, se trató de la caída de un poste equipado con cámaras de reconocimiento facial durante las manifestaciones que se realizaron en Hong Kong en agosto de 2019. Algo parecido ocurrió con una imagen de una antena con forma de cactus, que se difundió con un texto que afirmaba que era una antena 5G y que se ocultaba para que “la gente no se de cuenta que son radiactivas y emiten ondas de frecuencia electromagnéticas”. Colombia Check desmintió esto, explicando que la imagen fue capturada por el fotógrafo James S. Wood en Tucson, Arizona, en 2009, antes de que existiera este tipo de tecnología.

Curas y remedios

Desde que se inició la pandemia, muchas de las desinformaciones que circularon fueron sobre curas y remedios que podían curar o prevenir el nuevo coronavirus. Algunos de estos productos eran naturales e inofensivos para la salud, como por ejemplo la recomendación de tomar mate caliente o hacer gárgaras con agua y sal. Varias de las “curas” eran productos naturales que son típicos de la zona donde circuló: por ejemplo, en Ecuador y Colombia circularon publicaciones que aseguraban que las hojas de neem podían curar el nuevo coronavirus y lo mismo ocurrió con las hojas de coca en Bolivia. A pesar de no ser nocivas, sí pueden generar una sensación de falsa confianza y hacer que las personas tomen mayores riesgos.

Otra de las desinformaciones más comunes fue la de las dietas alcalinas, que recomendaban consumir alimentos con un alto nivel de PH, como limón, mango, ajo y palta, entre otros. Este tipo de publicaciones surgieron en casi todos los países de la alianza (Argentina, Brasil, Bolivia, Chile, Costa Rica, Colombia, Ecuador, México, Venezuela y España). Otra de las bebidas que más aparecieron como posibles “curas” son el café y distintos tipos de té.

Sin embargo, también se difundieron falsas curas y remedios que pueden ser perjudiciales para la salud. Este es el caso del dióxido de cloro, que apareció como supuesta solución en varios países. Por ejemplo, este video de un científico alemán circuló por varios países y fue desmentido por 10 medios de la alianza, como GK Ecuador y Colombia Check. En la Argentina, la conductora Viviana Canosa lo recomendó y tomó en televisión abierta. La evidencia científica muestra que el consumo de esta bebida no cura al nuevo coronavirus y puede ser muy perjudicial para la salud, llevando incluso a la muerte de quienes lo consumen.

Esto también ocurrió con algunos medicamentos como la hidroxicloroquina, el remdevisir y azitromicina, aunque estos dos últimos en menor medida. El uso de la hidroxicloroquina no sólo fue difundido en las redes sociales por usuarios, sino también por figuras públicas como el presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, y el presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, también recomendaron su uso, aún cuando se estaban realizando pruebas para comprobar su eficacia para tratar la COVID-19 (múltiples estudios científicos concluyeron que tomar hidroxicloroquina no cura el nuevo coronavirus).

Barbijos, pruebas PCR y termómetros infrarrojos

A principios de mayo empezó a circular una desinformación que aseguraba que los barbijos o tapabocas causan hipoxia (déficit de oxígeno en un organismo) e hipercapnia (exceso de dióxido de carbono (CO2) en la sangre arterial. Uno de los difusores de esta desinformación fue el video Plandemic, realizado por la doctora Judy Mikovits, activista estadounidense contra la vacunación y ex investigadora médica. El video también planteó que “el nuevo coronavirus no es natural”, que “los coronavirus no viven en superficies más de una hora” y que “las vacunas han matado a millones de personas”.

Al igual que en el uso de barbijos, existen muchas desinformaciones que ponen en duda la eficacia de las pruebas PCR y aseguran que pueden causar daño. Uno de los grandes difusores de esta desinformación fue un grupo de médicos, autodenominados “Médicos por la verdad”, que realizaron una rueda de prensa en Madrid,España, en la cual aseguraron que el científico que inventó estas pruebas aseguró que no sirven y que dan muchos falsos positivos. También indicaron que el uso de tapabocas no es recomendable para toda la población y que puede provocar enfermedades respiratorias. Se trata de un grupo que además tiene presencia en varios países de América Latina, como la Argentina.

En esta línea, también surgieron varias publicaciones que indicaron que el hisopado para el diagnóstico de la COVID-19 podía dañar la “barrera hematoencefálica y crear una entrada directa al cerebro”. En este sentido, también se aseguró que los termómetros infrarrojos (utilizados para medir la temperatura de forma rápida) podían dañar la retina y las neuronas.

Muchas de las desinformaciones de este estilo buscan sembrar la idea de que la pandemia por la COVID-19 es una mentira y que es una estrategia para mantener controlada a la población. Por ejemplo, Brasil es uno de los países donde más circularon imágenes y vídeos sobre supuestos hospitales y ataúdes vacíos. Tanto Aos Fatos, como Estadão verifica y Agência Lupa -los tres medios brasileños que integran la alianza- verificaron más de 20 contenidos de este tipo.

Por otro lado, en la Argentina y México circularon publicaciones y mensajes que aseguraban que se estaban falsificando certificados de defunción para hacerlos pasar por muertes por el nuevo coronavirus.

Vacunas contra COVID

A lo largo de estos meses, hubo más de 250 verificaciones relacionadas con las vacunas. ¿Cuáles fueron las más comunes? Una de las imágenes que más circuló fue la de una vacuna contra el nuevo coronavirus con fecha de elaboración en 2001 que fue desmentida por distintos medios, como La Silla Vacía, Chequeado y Maldita.es.

También circuló una publicación que señalaba que una de las vacunas que se está investigando contra la COVID-19 se fabricaría a base de células de fetos abortados. Otro posteo afirmaba que la vacuna era un pretexto para insertar un microchip a toda la población y así tenerla controlada. También se dijo que las vacunas modificarían genéticamente el ADN humano.

Con el inicio de la campaña de inmunización en varios países durante este mes, comenzaron a surgir muchas desinformaciones relacionadas con supuestos efectos adversos o falsas muertes debido a la aplicación de estas vacunas. Varias de estas publicaciones también volvieron a introducir la idea de que las vacunas eran un plan de esterilización masivo para reducir la población.

También se viralizaron varias publicaciones acerca de los laboratorios que produjeron las distintas vacunas. Por ejemplo, un posteo aseguró que la vacuna de AstraZeneca contiene células MRC-5 de un “feto abortado”. Otro video asegura que la vacuna Sputnik altera el material genético mientras que esta cadena de Whatsapp aseguró que existe una relación entre el Instituto de Virología de Wuhan, de China, y las farmacéuticas Pfizer y GSK.

Las desinformaciones sobre las vacunas, al igual que en otros temas, puede tener efectos muy dañinos, y ha mostrado aumentar las dudas de las personas sobre si vacunarse, lo cual podría tener consecuencias en la inmunización de la población, indispensable para dejar atrás las medidas de distanciamiento social y prevención que llegaron con la pandemia.

Fuente: animalpolitico.com