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¿Designan los paleontólogos demasiadas nuevas especies?

Un nuevo estudio de las variaciones en los ictiosaurios, reptiles marinos extintos conocido como ‘dragones del mar’, ha proporcionado información importante para reconocer nuevas especies fósiles.

La profesora Judy Massare (SUNY College at Brockport, Nueva York) y Dean Lomax (la Universidad de Manchester) han estudiado cientos de especímenes de ictiosaruios. Después de su último proyecto de investigación, instan a tener cuidado al nombrar nuevas especies fósiles sobre la base de unos pocos restos fragmentarios o aislados.

Para su investigación, Massare y Lomax se centraron en una parte particular del esqueleto del ictiosuario, la aleta trasera (o paleta trasera). El objetivo fue evaluar las diferentes formas entre las seis especies conocidas. Examinaron 99 especímenes que podrían propo

Al principio de su investigación, encontraron diferentes tipos de aleta híbrida que inicialmente parecían representar diferentes especies. Sin embargo, mientras más especímenes examinaron, más «variación» descubrieron, como diferencias en el tamaño y número de huesos. Ellos determinaron que una sola aleta aislada por sí sola no se podía usar para distinguir entre las especies de ictiosaurio, pero que una variación particular era más común en ciertas especies.

Lomax explica en un comunicado: «Dado que tenemos un tamaño de muestra tan grande y completo, que es relativamente único entre los vertebrados fósiles, nuestro estudio puede ayudar a ilustrar las limitaciones que enfrentan los paleontólogos al tratar con pocos o incluso un solo espécimen».

Sus hallazgos muestran que con solo unos pocos especímenes, se pueden encontrar características que difieren sustancialmente de un espécimen al siguiente y, por lo tanto, aparecen como si hubiera varias especies. Mientras que, en realidad, con un tamaño de muestra mucho más grande, las brechas en las variaciones «únicas» se completan, mostrando que las diferencias son simplemente el resultado de la variación individual y la falta de una imagen completa.

El profesor Massare dijo: «Describimos unas pocas aletas traseras, que podrían haber sido llamadas nuevas especies si se encontraran en aislamiento. En cambio, tuvimos suficientes especímenes para determinar que era solo una variación extrema de una forma común».

Los paleontólogos caen en uno de los dos campos cuando se trata de nombrar especies, ‘lumpers’ y ‘splitters’. Los primeros juntan grupos de especímenes similares, mientras que los últimos optan por dividir especímenes y distinguir nuevas especies. Sin embargo, en este nuevo estudio, si el equipo hubiera optado por dividir los especímenes en función de la variación encontrada, sugeriría una gran cantidad de especies.

«Si consideramos la variación como única, significaría que daríamos nombre a unas 30 especies nuevas. Esto sería similar a lo que se hizo en el siglo XIX cuando cualquier hallazgo fósil nuevo, fue nombrado como un nueva especie si difería ligeramente de las muestras previamente conocidas.

«Como se nombran muchas especies nuevas de fósiles cada año, en algunos casos, como con restos fragmentarios o limitados, la decisión de nombrar una nueva especie se debe considerar con mucho cuidado». agregó Lomax.

Fuente: Europa Press