Descubren por qué está extendida la teoría de la conspiración
Las personas que creen en las teorías conspiratorias ven el mundo de forma diferente debido a una peculiaridad de su sistema cognitivo, ha descubierto un estudio publicado en la revista European Journal of Social Psychology.
El estudio señala que la percepción de patrones es una habilidad cognitiva crucial, ya que nos permite identificar relaciones significativas entre eventos, como “semáforo en rojo significa peligro” o “el agua potable sacia la sed”.
Sin embargo, cuando las personas unen puntos entre eventos que de hecho no están relacionados (llevé calcetines rojos y aprobé mi examen, son “calcetines de la suerte”), participan en la así llamada percepción del patrón ilusorio.
Las creencias irracionales, suposiciones infundadas, no científicas e ilógicas sobre el mundo, son expresiones de esta percepción y están muy extendidas entre la población adulta normal y mentalmente sana.
Y aunque se ha supuesto que estas creencias surgen de una percepción errónea de los patrones cognitivos, hasta ahora había poca evidencia directa a favor de esta teoría. El nuevo trabajo, dirigido por Jan-Willem van Prooijen, de la Universidad Libre de Amsterdam, confirma su validez, según explica en un artículo la British Psychological Society.
Para conseguir este resultado, los investigadores contaron con la participación de 264 voluntarios a los que sometieron a unos test para comprobar su grado de implicación en las teorías conspiratorias más populares, como que el hombre nunca llegó a la Luna (porque todo fue un montaje de la NASA) o que el Ébola es un virus diseñado en laboratorio. En los test se reflejaban también teorías conspiratorias inventadas y las creencias en lo sobrenatural de cada voluntario.
Finalmente, los voluntarios debían someterse a un test visual para encontrar patrones en figuras aleatorias, como en las monedas arrojadas al aire o en cuadros de artistas como Victor Vasarely o Jackson Pollock.
Vasarely es un representante del expresionismo abstracto conocido por su estilo único de salpicar pintura. Su arte es geométrico y contiene patrones obvios. Pollock es representante de la corriente optical art, un estilo de arte visual que hace uso de ilusiones ópticas.
Resultados concluyentes
El resultado de todos estos test reflejó que las personas que creen y aceptan de buen grado las teorías conspiratorias perciben los patrones cognitivos ilusorios de una forma más determinante que las demás personas, es decir, ven el mundo de forma diferente. Eso les lleva en ocasiones a ver conexiones entre eventos que realmente no existen o no están a la vista.
El estudio puso de manifiesto asimismo que la detección de patrones ilusorios en las obras de Pollock estaba asociada más estrechamente con el hecho de que los voluntarios que las descubrían tenían también marcadas creencias sobrenaturales. Sin embargo, los voluntarios que detectaron patrones geométricos en las obras de Vasarely no manifestaron creencias sobrenaturales.
Los científicos consideran en consecuencia que existe evidencia suficiente de al menos dos conclusiones. Primera, que la percepción de un patrón ilusorio es un ingrediente cognitivo fundamental de la creencia en las teorías de la conspiración.
Segunda, que existe una estrecha relación entre las personas que creen en las teorías de la conspiración y las que, al mismo tiempo, creen también en el más allá y en la necesidad de dar un sentido al mundo. En estas personas se agudiza la generación de patrones cognitivos ilusorios.
Fuente: tendencias21.net