¿Cuál es la actitud de los candidatos a la presidencia de EE.UU. con respecto al covid-19 y a la ciencia?
Está por finalizar la campaña electoral en Estados Unidos. Los candidatos, el presidente Donald Trump, por los republicanos, y el exvicepresidente Joe Biden, por los demócratas, han tenido posturas encontradas frente al coronavirus y la ciencia.
En este episodio, el Dr. Elmer Huerta hace un recuento de lo que han dicho ambos políticos sobre la pandemia.
Hola. Soy el Dr. Elmer Huerta y esta es su diaria dosis de información sobre el nuevo coronavirus. Información que esperamos sea de utilidad para cuidar de su salud y la de su familia. Hoy veremos cuál es la actitud de los candidatos a la presidencia de EE.UU. con respecto al covid-19 y a la ciencia en general.
Estados Unidos está en vísperas de una elección presidencial muy importante.
El martes 3 de noviembre, se enfrentan el actual presidente Donald Trump por el Partido Republicano, —en busca de ser reelegido— y el exvicepresidente Joe Biden por el Partido Demócrata, y sus actitudes con respecto al covid-19 y a la ciencia en general no pueden ser más diferentes.
Trump y su posición ante la ciencia
En general, como lo resume un reciente artículo en la revista Nature, las palabras y acciones del presidente Trump han perjudicado severamente a la ciencia.
Desde su época de precandidato, cuando en septiembre del 2015 dijo que las vacunas infantiles causaban autismo, el Sr. Trump ya se perfilaba como una persona con posiciones equivocadas con respecto a la ciencia.
También durante esa campaña, Trump dijo que el cambio climático era una mentira, y que una de las primeras cosas que haría de llegar a la presidencia, sería retirar a EE.UU. del Acuerdo Climático de París. En junio de 2017, el presidente Trump anunció el retiro, un proceso de 12 meses que comenzó formalmente en noviembre de 2019.
Trump y el calentamiento global
Dicha decisión ha sido considerada por los expertos como un severo atropello al control del clima en el planeta, y un daño que —si bien es cierto puede ser remediado— ha retrasado los esfuerzos internacionales para disminuir el cambio climático.
No contento con eso, Trump empezó a desmantelar sistemáticamente las regulaciones de la Agencia de Protección Ambiental (EPA, por sus siglas en inglés), siendo las más importantes, las que apuntan a regular las emisiones de gases de efecto invernadero de las centrales eléctricas y los automóviles.
Como prueba de lo desatinadas de esas decisiones, menciona el artículo de Nature, la misma industria —los fabricantes de automóviles Honda y Ford y las compañías petroleras Exxon Mobil y BP— criticaron esas regulaciones.
“La era Trump ha sido realmente una época terrible, terrible para este planeta”, le dijo Leah Stokes, investigadora de políticas climáticas de la Universidad de California en Santa Bárbara a Nature.
Trump y su posición ante el coronavirus
Otro atropello importante a la ciencia dice la revista Nature, fue el anuncio del retiro de Estados Unidos de la Organización Mundial de la Salud en mayo.
Con respecto al manejo de la pandemia, han sido muchas las acciones en contra de la ciencia que ha tomado el Sr. Trump.
La más chocante es que el 7 de febrero, cuando recién se habían encontrado 12 casos de covid-19 en Estados Unidos, el Sr. Trump le dijo al periodista Bob Woodward, que el nuevo coronavirus era cinco veces más letal que el virus más fuerte de la gripe.
«Esto es algo mortal», dijo Trump en la entrevista grabada que se publicó recién en septiembre. A pesar de tener esa información, en público Trump minimizaba la pandemia, diciendo que solo era como la gripe y que iba a desaparecer como por arte de magia.
En otra declaración grabada a Woodward, Trump admitió que había minimizado la pandemia, según él, para no preocupar al pueblo estadounidense.
Otras acciones de confrontación contra la ciencia incluyen el retirarle la responsabilidad del manejo de datos de la pandemia a los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés), su interferencia con las decisiones de la FDA, al punto que siete previos directores de la Administración de Medicamentos y Alimentos (FDA, por sus siglas en inglés) hicieron pública una carta en la que denunciaban que Trump estaba minando la credibilidad de esa vital agencia de salud.
La politización del coronavirus
También se incluyen en esa lista, su apoyo mediático a la hidroxicloroquina, sus declaraciones de usar desinfectantes o lámparas de luz ultravioleta internas para eliminar el virus, su constante negativa y criticismo a usar mascarillas y hacer caso omiso al distanciamiento físico, promoviendo sus manifestaciones de campaña de reelección sin mascarillas, sin distanciamiento físico en espacios cerrados y abiertos.
También su falta de respeto a los científicos, dejando de lado a los expertos en enfermedades infecciosas más importantes de Estados Unidos, a quienes llamó «idiotas» en un mitin de campaña.
El resultado de esas acciones es desolador.
EE.UU., una potencia internacional con vastos recursos científicos y económicos, ha experimentado, hasta el primero de noviembre, más de 9 millones de casos de covid-19 y su número de muertos ha superado los 230.000, más que cualquier otra nación, y una cifra que representa una quinta parte de la cifra total de muertos en todo el mundo, aunque Estados Unidos solo tiene el 4% de la población del planeta.
Si bien es cierto es difícil atribuir todo el daño causado por la pandemia de coronavirus al Sr. Trump y su gobierno, un estudio de la Universidad de Columbia concluyó que de haberse enfrentado la pandemia con mayor seriedad y coordinación, hasta mayo ——fecha de la publicación del estudio—, se podrían haber salvado alrededor de 35.000 vidas, más de la mitad del número de muertos al 3 de mayo.
La postura de Biden ante la ciencia
Sobre la posición con respecto a la ciencia del Sr. Biden, los archivos indican que siempre ha sido respetuoso de la ciencia.
Durante su época de senador de 1973 a 2009, votó por varios proyectos de ley destinados a ampliar la cobertura y el acceso de los estadounidenses a la atención médica, y apoyó algunos fondos para programas federales de atención médica e iniciativas de salud pública.
Sus principales contribuciones, sin embargo, fueron hechas durante su vicepresidencia cuando se enfocó en la reforma del sistema de salud de EE.UU. y en 2015, cuando su hijo Beau Biden murió de cáncer del cerebro, Biden promovió un ambicioso programa llamado Moonshot o Disparo a la Luna, el cual fue aprobado en el Senado en diciembre de 2016, con un presupuesto de más de US$ 6.000 millones. Biden condujo en privado la iniciativa después de dejar el cargo hasta 2019.
Con respecto a la pandemia, el Sr. Biden ha respetado escrupulosamente las regulaciones de los CDC de respetar la distancia física, y no ha tenido mítines de campaña multitudinarios como los del Sr. Trump. Con respecto a las mascarillas, las ha usado en todo evento público, llegando a ser ridiculizado por eso por el presidente Trump. De ser elegido, su plan incluye un respeto profundo por las disposiciones que los consejeros científicos puedan brindarle.
Sin duda, en estas elecciones entre los múltiples asuntos que tengan que ver con la vida diaria de los estadounidenses, la ciencia y la salud estarán también en juego, teniéndose dos candidatos con posturas sobre la ciencia y a la medicina muy diferentes.
Fuente: cnnespanol.cnn.com