Investigadores y científicos del sureste mexicano crearon el henequén élite, un agave del que se obtienen fibras para la industria textil, la misma especie que cultivaron los mayas desde antes de la conquista española, pero con mejoramiento genético in vitro para rescatar el llamado “oro verde”.
“Nuestra misión es impulsar el cultivo del henequén en el estado por su calidad indiscutible, pero de la mano con productores”, explicó este domingo a Efe Francisco Javier García, director de gestión tecnológica del Centro de Investigaciones Científicas de Yucatán (CICY).
Con el henequén élite se rescatarán también las desfibradoras que aún hay en Yucatán, “porque crearán más fibra para los empresarios que empezaron a comprar en Brasil” cuando el estado dejó de producirlas.
Además, la esperanza del renacimiento del henequén surge por la tendencia actual del consumo de lo natural.
“Cada vez el mercado demanda productos elaborados con materias primas naturales para no representar un problema de contaminación al planeta”, aseveró.
Ese tipo de mercado da un valor agregado a la fibra que se obtiene del henequén élite.
“Porque ya no estamos en los siglos pasados, cuando en Yucatán solo se producían sogas y costales, ahora buscamos otros tipos de productos, como el diseño y creación de tapetes, alfombras, artesanías, accesorios para el vestido y una bebida alcohólica”, enunció el experto.
Los científicos buscarán impulsar otra vez el tequila creado a base de henequén, que antaño tuvo mucha demanda, igual que la fibra en las cordelerías.
García afirmó que el proyecto del CICY empieza a cosechar frutos, ya que de 2017 a la fecha distribuyeron más de 700.000 plantas élite a 100 productores de diversos municipios.
“Ahora vemos los resultados: los productores reconocen que la especie élite creció más rápido, con más hojas y más largas para mayor contenido de fibra”, indicó.
Para esos logros, los científicos visitaron cultivos y eligieron las plantas que tenían más hojas, resistentes y robustas, con buen desempeño en campo y tolerantes a plagas y enfermedades.
Una vez detectadas, las plantas se introdujeron a procesos específicos de mejoramiento genético para multiplicarlas in vitro en laboratorios del CICY.
Las plantas in vitro fueron sometidas a un ritmo de crecimiento, cuyo estímulo aún se conserva en el campo, “logrando que los vástagos crezcan en tres años para que se aproveche más la plantación”.
En promedio, una planta de henequén tarda de cinco a seis años en comenzar a dar hojas útiles para la extracción de fibra.
Bernardino Martín Chan, presidente de la Asociación de Parcelarios Autónomos de Yucatán y administrador de la planta desfibradora José María Morelos, confirmó los beneficios del henequén élite.
“Las nuevas plantas de henequén del CICY sí crecen rápido y son más largas, si las distribuyeran en todo el estado volveríamos a tener el esplendor de antaño, porque el mejor henequén del mundo es de Yucatán”, aseveró.
Consideró necesario que el Gobierno federal realice un convenio con el CICY para que la distribución del agave sea gratuita en los 106 municipios del Estado.
“Se puede lograr con el programa Sembrando vida”, aseveró el adiministrador de la desfibradora que abrió hace 60 años y sigue dando trabajo a los campesinos de la región.
Aunque aseguró que no dejarán morir la actividad, la desfibradora solo “raspa” 120.000 hojas al día contra las 500.000 de antaño.
Fuente: EFE