Política cyti

China vuelve a humillar a Estados Unidos: es el único líder mundial en uno de los rankings más importantes del mundo

China vuelve a liderar uno de los rankings más importantes de producción académico-científica mientras que los líderes de occidente están en franco retroceso

China sigue reforzando su posición como uno de los países líderes a nivel global, no solo en el ámbito económico sino también en su desarrollo científico y tecnológico.

De acuerdo a los recientes datos del Nature Index Research Leaders 2025 el país asiático tiene una posición de privilegio en el ámbito de la investigación científica mundial. China está logrando reconfigurar el mapa de la influencia académica en todo el mundo.

De acuerdo al informe, la Academia China de Ciencias (CAS, por sus siglas en inglés) ocupa la cima del ranking institucional por encima de todas las demás instituciones académicas del mundo. Y no está sola: otras prestigiosas universidades chinas han escalado posiciones de manera muy marcada. Este avance contrasta con el retroceso de naciones tradicionalmente dominantes en Occidente, como Estados Unidos, cuyas instituciones han experimentado una disminución en su presencia.

China es ahora también el líder en ciencia y tecnología, desplazando a Estados Unidos

El informe resalta que el ranking se determina por la cuota de artículos de cada institución en revistas de primer nivel, incluyendo publicaciones tan influyentes como Nature, Science y The Lancet entre otras 145 publicaciones de primer nivel.

En 2023, China ya había superado al líder histórico: Estados Unidos y ahora ya ocupa por primera vez la primera posición en la lista. Hoy, la ventaja de China sobre Estados Unidos se multiplicó por más de cuatro en sólo un año. El Share del país -la métrica clave del Nature Index para medir las contribuciones de los autores a la investigación de alta calidad- alcanzó los 32.122, lo que supone un aumento del 17,4 por ciento con respecto a 2023. La región cuenta ahora con ocho instituciones entre las 10 primeras, frente a las siete del año pasado. La Academia China de Ciencias (CAS) mantuvo su primera posición. La Universidad de Ciencia y Tecnología de China se situó en tercer lugar, mientras que la Universidad de Zhejiang (Share 819,57) ascendió del décimo al cuarto puesto.

Los datos de las tablas se basan en una proporción relativamente pequeña del total de trabajos de investigación y solo representa las ciencias naturales y las ciencias de la salud y los resultados no están normalizados (no se ajustan por tamaño del país o institución, ni por su producción investigadora global).

El ascenso de China también se replica en otros informes aledaños. Tal es el caso del Índice Mundial de Innovación 2024 publicado por la Organización Mundial de la Propiedad Intelectual (OMPI). China es dueña de 26 de las 100 principales agrupaciones de innovación científica y tecnológica, consolidándose aún más como una de las economías de más rápido crecimiento en innovación durante la última década.

China, además, no está sola en su ascenso. Los países asiáticos acompañan el fuerte crecimiento de la producción investigadora y países como Corea del Sur y la India fueron los otros dos países de los 10 primeros que aumentaron su cuota ajustada a partir de 2023: un 4,1% y un 2%, respectivamente. Por otro lado, Los países occidentales, otrora dominantes, ya llevan dos años de constante caída. Canadá, Francia, Suiza, Reino Unido y Estados Unidos registraron descensos de al menos el 7%, mientras que Australia y Alemania registraron descensos inferiores al 3%. La cuota ajustada de Estados Unidos cayó tanto como un 10,1%.

Para México y otros países latinos, esto representa una oportunidad para replantear sus estrategias de desarrollo científico, buscando sinergias con las nuevas potencias de la investigación y potenciando sus propias fortalezas en áreas clave. Las potenciales alianzas de países como México, Brasil y Argentina con las superpotencias asiáticas puede pensarse como un paso adelante en la profundización de sus intereses científicos y posibles trasferencias al sistema de producción económica.

Fuente: cronista.com

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *