Amazon, Microsoft y firmas similares ganan millones vía políticas de Trump contra inmigración
Los servicios de vigilancia y control de la inmigración del gobierno de Estados Unidos tienen poderosos aliados en Silicon Valley.
Esta es la principal denuncia que plantea un informe presentado en EE.UU. por varias organizaciones que aseguran que las grandes empresas tecnológicas del país están ganando millones de dólares a expensas de los inmigrantes.
¿A qué se refieren?
Empresas señaladas
El Departamento de Seguridad Nacional de Estados Unidos y su servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE, por sus siglas en inglés) se apoyan en la tecnología más moderna para alcanzar su objetivo de controlar la inmigración irregular.
Para realizar esta labor, las agencias gubernamentales contratan los servicios de algunos de los gigantes tecnológicos de Silicon Valley.
El informe apunta a tres empresas en particular: Amazon, Microsoft y Palantir, a las que acusa de suministrar herramientas que facilitan la vigilancia, el rastreo, la detención y la deportación de personas.
“Estas tecnologías se usan en tiempo real y muchas compañías se están beneficiando”, declaró Jacinta Gonzalez de la organización Mijente, que realizó la investigación junto a los grupos National Immigration Project e Immigrant Defense Project.
Distintas funcionalidades
Las herramientas de las que habla el informe pueden servir tanto para identificar y localizar a inmigrantes indocumentados como para reclutar nuevos agentes para la Patrulla Fronteriza o crear innovadores sistemas de vigilancia.
Amazon tiene más autorizaciones federales que ninguna otra empresa tecnológica para guardar datos de diferentes agencias del gobierno: 204 autorizaciones, en comparación con las 150 de Microsoft, 31 de Salesforce y 27 de Google.
La empresa de Jeff Bezos ha hecho amplio uso de estas autorizaciones y sirve como base de datos del Departamento de Seguridad Nacional (DSN) para el almacenamiento de información biométrica de 230 millones de identidades únicas.
La mayoría de estos datos biométricos son registros de huellas, pero también hay 36,5 millones de registros faciales y 2,8 millones del iris del ojo.
La empresa Amazon Web Services (AWS), subsidiaria de Amazon, vende servicios de almacenamiento en la nube y tiene un contrato de US$6.800 millones con el DSN, lo que la convierte en su principal contratista.
Este método de almacenamiento en la nube permite que la policía local, por ejemplo, tenga acceso a datos federales de individuos particulares.
A su vez, agentes federales de inmigración pueden acceder a información de la policía local como datos de matrículas incluso en casos en que la jurisdicción local ha elegido no cooperar con las fuerzas migratorias federales.
BBC Mundo se puso en contacto con AWS para conocer su reacción ante la publicación del informe y un portavoz de la empresa respondió que “no hay comentarios”.
Por su parte, Palantir, empresa cofundada por el multimillonario Peter Thiel, simpatizante del presidente Donald Trump, también juega un rol fundamental en la gestión de información para ICE.
Así, creó la herramienta Falcon Search and Analysis, que ayuda a las autoridades a analizar datos y producir informes de inteligencia.
Reacción de los trabajadores
El caso de Microsoft es similar al de Amazon. La empresa dirigida por Satya Nadella anunció este año que su compañía Azure, de computación en la nube, firmó un contrato con ICE.
Para los ejecutivos de la empresa esto suponía una importante introducción en el lucrativo mercado de las agencias del gobierno.
Los empleados de la empresa, sin embargo, no recibieron la noticia con el mismo entusiasmo.
Cientos de ellos firmaron una carta a Nadella en la que pedían que la empresa pusiera fin al contrato de US$19.400 millones con ICE y que adoptara una política de no colaboración con determinados clientes.
“Creemos que Microsoft debe adoptar una posición ética y poner a niños y familias por encima de los beneficios”, escribieron.
“Como personas que construyen las tecnologías de las que se beneficia Microsoft, nos negamos a ser cómplices”.
Ante la pregunta de BBC Mundo sobre esta controversia, desde Microsoft nos remitieron al comunicado que emitió Nadella como respuesta a la carta de protesta de sus empleados:
“Quiero ser claro: Microsoft no está trabajando con el gobierno de EE.UU. en ningún proyecto relacionado con la separación de niños de sus familias en la frontera.
“Nuestro actual compromiso de computación en la nube con ICE se limita a dar apoyo en tareas de correo, agenda, mensajería y gestión de documentos”.
No son solo tecnología
Pero no solo las empresas tecnológicas están bajo escrutinio.
Solamente en 2017, ICE destinó casi US$3.000 millones a costear el sistema de detención de extranjeros, que se ocupa de los casos que están pendientes de resolver por los tribunales o cuya deportación ya ha sido acordada.
Una parte mayoritaria de estos lugares pertenecen o son administrados por compañías privadas, que en los pasados meses de mayo y junio fueron muy criticadas por hacer negocio con la separación de familias.
Sin olvidar importantes aerolíneas como American Airlines, Delta, Southwest, Frontier, Alaska Airlines y United que alquilan sus aviones para el traslado de los inmigrantes y que también han estado en el punto de mira.
Fuente: BBC