Un exingeniero de la NASA comprueba que tiburones pueden oler la sangre humana a distancia
A lo largo de la historia del cine, muchas han sido las películas que han dado a entender que los tiburones son capaces de oler la sangre humana a cientos de metros de distancia. Desde la clásica Tiburón hasta otras más recientes como la animada Buscando a Nemo, en la que el gran tiburón blanco Bruce cambia completamente de forma de ser tras oler este tejido.
De hecho, algunos aseguran que son capaces de oler una gota de sangre en una piscina olímpica. Es cierto que los sensores de olor de los tiburones, popularmente conocidos como receptores olfativos, están altamente desarrollados. Sin embargo, ya sea por miedo o por agrandar la leyenda de este animal, tendemos a exagerarlo, tal y como como recoge la Florida Atlantic University en un estudio.
Desde agua de mar hasta aceite de pescado, orina y sangre de vaca
Con el objetivo de salir de dudas, el que fuera ingeniero de la NASA y ahora youtuber Mark Rober ha decidido poner a estos escualos a prueba. Coincidiendo con la Shark Week de Discovery Channel, en la que el canal de televisión ofrece una programación compuesta mayoritariamente por programas sobre tiburones, Rober se ha citado con uno de estos escualos para salir de dudas.
En primer lugar, el ingeniero bombeó diferentes líquidos en el agua para asegurarse de que los tiburones realmente prefieren el olor a sangre. Desde agua de mar hasta aceite de pescado, orina y sangre de vaca. Sin embargo, ninguno de ellos atraía a los escualos. Al cabo de 45 minutos, los tiburones comenzaron a nadar alrededor de la sangre de vaca, aunque dejaban de seguir el rastro al darse cuenta de que les llevaba únicamente a una tabla de surf.
Llega la hora de la sangre humana
Tras finalizar la prueba, 41 de estos tiburones parecían interesados por la sangre. Mientras tanto, cuatro de ellos decidieron seguir el rastro dejado por el aceite de pescado. Sin embargo, ninguno de ellos estaba interesado en la orina o en el agua del mar. A continuación, el equipo de Rober donó su propia sangre para averiguar si los tiburones preferían la sangre de humano a la de vaca.
Tras otra hora, ningún tiburón parecía interesado en la tabla de surf que depositaba sangre lentamente ni en la que lo hacía rápidamente. De esta manera, y a pesar de que reconoce que no se trata de un experimento perfecto, el que fuera ingeniero de la NASA ha querido dejado que la creencia de que los tiburones son capaces de oler una gota de sangre en una piscina olímpica no es más que un mito: “Esto no es en absoluto un experimento perfecto, pero creo que es seguro decir cualitativamente que si ningún tiburón viene a ver 15 gotas de sangre humana por minuto en medio de aguas infestadas de tiburones, probablemente estarás de acuerdo con que algo falla”.
Fuente: cadenaser.com