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Terneros sanos sin cuernos nacen de un toro editado genéticamente

Durante los últimos dos años, investigadores de la Universidad de California, Davis, han estado estudiando seis crías de un toro editado genéticamente para evitar que le crezcan cuernos.

Esta tecnología se ha propuesto como una alternativa al descornado, una práctica de gestión común realizada para proteger de lesiones a otros bovinos y manipuladores humanos, según publican los autores en la revista ‘Nature Biotechnology’.

Los investigadores informan de que ninguno de los descendientes del toro desarrolló cuernos, como se esperaba, y el análisis de sangre y los exámenes físicos a los terneros encontraron que todos estaban sanos. Los investigadores también secuenciaron los genomas de los terneros y sus padres y analizaron estas secuencias genómicas, en busca de cambios inesperados.

Todos los datos fueron compartidos con la Administración de Drogas y Alimentos de los Estados Unidos. El análisis realizado por científicos de la FDA reveló que un fragmento de ADN bacteriano, utilizado para entregar el rasgo de sin cuernos al toro, se había integrado junto con una de las dos variantes genéticas sin cuernos, o alelos, que se generaron mediante la edición del genoma en el toro. Los investigadores de UC Davis validaron aún más este hallazgo.

«Nuestro estudio encontró que dos terneros heredaron el alelo natural sin cuernos y cuatro terneros también heredaron un fragmento de ADN bacteriano, conocido como plásmido», explica en un comunicado la autora correspondiente Alison Van Eenennaam, del Departamento de Ciencia Animal de UC Davis.

La integración del plásmido puede abordarse mediante el cribado y la selección, en este caso, seleccionando las dos crías del toro sin cuernos editado por el genoma que heredó solo el alelo natural.

«Este tipo de detección se realiza de forma rutinaria en el fitomejoramiento, donde la edición del genoma con frecuencia implica un paso que incluye una integración de plásmidos», señala la autora.

Van Eenennaam añade que el plásmido no daña a los animales, pero la integración técnicamente convirtió al toro editado genéticamente en un organismo genéticamente modificado, porque contenía ADN extraño de otra especie, en este caso un plásmido bacteriano.

«Hemos demostrado que se pueden producir terneros sanos sin cuernos con solo la edición deseada, y proporcionamos datos para ayudar a informar el proceso para evaluar animales editados con genoma –prosigue Van Eenennaam–. Nuestros datos indican la necesidad de detectar la integración de plásmidos cuando se usan en el proceso de edición».

Desde el trabajo original en 2013, iniciado por la compañía Recombinetics, con sede en Minnesota, se han desarrollado nuevos métodos que ya no utilizan el plásmido molde de donante u otra secuencia de ADN extraña para provocar la introgresión del alelo sin cuernos.

Los científicos no observaron ninguna otra alteración genómica no intencionada en los terneros, y todos los animales permanecieron sanos durante el período de estudio. Ni el toro ni los terneros en la cadena de suministro de alimentos según las pautas de la FDA para el ganado editado genéticamente.

¿Por qué la necesidad de vacas sin cuernos?

Muchas razas lecheras tienen cuernos pero en las granjas lecheras, generalmente se eliminan o las terneras se separan a una edad temprana. Los animales que no tienen cuernos, en cambio, son menos propensos a dañar a los animales o trabajadores lácteos y tienen menos comportamientos agresivos.

El proceso de descornado es desagradable y tiene implicaciones para el bienestar animal. Por ello, Van Eenennaam destaca que la edición del genoma ofrece una alternativa genética sin dolor a la eliminación de cuernos mediante la introducción de una variante genética o alelo natural que está presente en algunas razas de ganado vacuno, como el Angus.

Fuente: europapress.es