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El secreto de la fluorescencia de los corales de profundidad

Han hallado la razón que explica por qué los corales de aguas profundas emiten un resplandor misterioso: para ayudar a sus algas a llevar a cabo la fotosíntesis.

Se sabía que en aguas poco profundas los corales emiten luz verde al utilizar proteínas fluorescentes como una especie de filtro solar. De este modo, dichas sustancias absorben los rayos ultravioleta dañinos, re-emiten luz verde y protegen a las algas simbióticas, que abastecen la mayoría de las necesidades energéticas de los corales a través de la fotosíntesis.

En 2015, un equipo liderado por JörgWiedenmann, de la Universidad de Southampton, descubrió que los corales de aguas profundas también emiten fluorescencia, en este caso en un rango de longitudes de onda amarillas, naranjas y rojas. Algunos de estos organismos viven en aguas tan profundas como 165 metros, donde les llega muy poca luz solar, la mayoría de la cual corresponde a la parte azul del espectro. Por lo que los investigadores intuían que su resplandor sería debido a alguna otra razón.

Ahora, Wiedenmann cree que su equipo ha encontrado la respuesta: los corales utilizan una proteína fluorescente para aprovechar al máximo la pequeña cantidad de luz disponible en su hábitat para realizar la fotosíntesis. En otras palabras, los corales de aguas profundas y sus parientes de superficie emiten luz por razones opuestas.

La luz azul (que es la que llega a más profundidad, hasta los 400 metros en aguas con poca turbidez) es útil para la fotosíntesis, pero la luz roja (que desaparece a profundidades menores) penetra más en los tejidos de los corales. Según los investigadores, esta es la razón por la cual los corales de aguas profundas utilizan una proteína fluorescente roja para convertir la luz azul en longitudes de onda rojo-anaranjadas. De esta manera, la luz llega de una forma más eficiente a las algas simbióticas que viven en el interior de los corales. Como resultado, las algas producen una mayor cantidad de alimento a través de la fotosíntesis y ayudan a estos organismos coloniales a sobrevivir. Las conclusiones de este trabajo se han publicado en la revista Proceedings of the Royal Society B1.

“Los corales han desarrollado adaptaciones especiales para poder vivir a esas profundidades con tan poca luz, unas características que benefician a sus socios fotosintéticos. El hallazgo muestra cuán sofisticada puede ser la relación simbiótica entre los corales y las algas que viven en su interior”, explica Wiedenmann.

Mientras crece la preocupación por el destino de los ecosistemas coralinos de todo el mundo debido al blanqueo del coral, causado por el aumento de la temperatura y la acidificación del agua, algunos biólogos marinos han sugerido que los corales de aguas someras amenazados podrían adaptarse y encontrar refugio en aguas más profundas.

Sin embargo, según Wiedenmann, el estudio también describe que, desde un punto de vista óptico y bioquímico, los pigmentos proteicos que producen los corales de superficie son distintos a aquellos producidos por sus análogos de aguas profundas. “No creo que la mayoría de estos corales puedan desarrollar la capacidad de escapar hacia las aguas más profundas. Debemos asegurarnos de que las condiciones de los arrecifes de superficie sean habitables para estos corales”, concluye.

Fuente: investigacionyciencia.es