Reconstruyen las placas que elevaron los Andes en el Cretácico
Geólogos han reconstruido la subducción de la placa tectónica de Nazca, cuyos restos se encuentarn a 1.500 kilómetros bajo tierra, pero que durante el Cretácico elevó la Cordillera de los Andes.
Las montañas de los Andes son la cordillera continua más larga del mundo, con una extensión de unos 7.000 kilómetros, a lo largo de la costa occidental de América del Sur.
El margen andino, donde se encuentran dos placas tectónicas, ha sido considerado como el ejemplo de libro de texto de un evento de subducción constante y continua, donde una placa se deslizó debajo de otra, formando finalmente la cordillera que se ve hoy.
En un artículo publicado en la revista’ Nature’, geólogos de la Universidad de Houston (UH) demuestran la reconstrucción de la subducción de la placa de Nazca, cuyos restos se encuentran actualmente a 1.500 kilómetros, debajo de la superficie de la Tierra. Sus resultados muestran que la formación de la cordillera andina fue más complicada de lo que sugerían los modelos anteriores.
“La formación de la montañas de los Andes ha sido durante mucho tiempo un paradigma de la tectónica de placas”, afirma en un comunicado el coautor del artículo Jonny Wu, profesor asistente de Geología en la UH. Cuando las placas tectónicas se mueven debajo de la corteza terrestre y entran al manto, no desaparecen. Más bien, se hunden hacia el núcleo, como hojas que se hunden hasta el fondo de un lago. A medida que estas placas se hunden, conservan algo de su forma, ofreciendo ideas de cómo se veía la superficie de la Tierra hace millones de años.
Se pueden obtener imágenes de estos restos de placa, de manera similar a la forma en que los escáneres de tomografía computarizada (TC) permiten a los médicos ver el interior de un paciente, utilizando datos obtenidos de las ondas del terremoto. “Hemos intentado retroceder en el tiempo con más precisión que nadie antes. Esto ha resultado en más detalles de lo que se creía posible –dice Wu–. Hemos logrado volver a la edad de los dinosaurios”.
Subducción de la placa de Nazca
El artículo describe los restos de placas más profundos y antiguos reconstruidos hasta la fecha, con placas que datan del Periodo Cretácico. “Encontramos indicaciones de que cuando la losa alcanzó la zona de transición, creó señales en la superficie”, dice el primer autor del artículo, Yi-Wei Chen, estudiante de doctorado en Geología en la Facultad de Ciencias Naturales y Matemáticas de la UH.
Una zona de transición es una capa discontinua en el manto de la Tierra, una que, cuando una placa que se hunde la golpea, desacelera el movimiento de la placa, causando una acumulación sobre ella. Además de Wu y Chen, John Suppe, profesor distinguido de Ciencias de la Tierra y la Atmósfera de la UH, es coautor del artículo.
Los investigadores también encontraron evidencia de la idea de que, en lugar de una subducción continua y constante, a veces la placa de Nazca se arrancaba del margen andino, lo que conducía a la actividad volcánica. Para confirmar esto, modelaron la actividad volcánica a lo largo del margen andino.
“Pudimos probar este modelo observando el patrón de más de 14.000 registros volcánicos a lo largo de los Andes”, afirma Wu, cuyo trabajo se realizó como parte del Centro de Tectónica y Tomografía de UH, que está dirigido por Suppe.
“El Centro de Tectónica y Tomografía reúne a expertos de diferentes campos para relacionar la tomografía, que es la imagen del interior de la Tierra desde la sismología, con el estudio de la tectónica –dice Wu–. Por ejemplo, las mismas técnicas que utilizamos para explorar estas placas perdidas se adaptan de las técnicas de exploración petrolera”.
Fuente: EP