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¿Qué quieren decirnos las orcas? El enigmático gesto que desconcierta a los científicos

Durante años, orcas de distintas regiones han sorprendido al mundo ofreciendo presas muertas a humanos. ¿Es un juego, un gesto de paz o una forma de comunicación? Un nuevo estudio sugiere que estos encuentros podrían esconder una inteligencia aún más compleja de lo que imaginamos

No se trata de una leyenda marina ni de un caso aislado: en varios puntos del planeta, orcas salvajes han sido vistas entregando “regalos” a personas. Un comportamiento tan inusual como fascinante, que la ciencia ha comenzado a estudiar en profundidad. ¿Estamos ante una señal de cooperación entre especies o es algo mucho más profundo?

Un comportamiento global que no es casual

Durante las dos últimas décadas, orcas de diferentes océanos han protagonizado episodios sorprendentes: se acercan a humanos —ya sean buceadores, científicos o simples testigos en la costa— y depositan frente a ellos presas muertas como peces, aves o incluso tortugas. Lo más llamativo es que no lo hacen de forma impulsiva, sino con una aparente intención: muchas veces esperan, observan la reacción humana y, si no hay respuesta, recuperan el “regalo” o lo repiten.

Este patrón se ha registrado con rigor en 34 casos desde 2004 en lugares tan diversos como Alaska, Noruega, Nueva Zelanda, Argentina o el Pacífico tropical. Las orcas no entregan únicamente alimento: en ocasiones también han compartido objetos simbólicos como algas. En un caso curioso en Nueva Zelanda, un ejemplar apodado Funky Monkey colocó una raya sobre su cabeza como si intentase iniciar algún tipo de interacción más lúdica o llamativa.

¿Altruismo o simple curiosidad?

Las orcas son conocidas por su comportamiento cooperativo dentro de sus grupos sociales. Comparten comida, cuidan a sus crías y cazan en equipo. Sin embargo, ofrecer presas a humanos representa algo radicalmente distinto. El equipo científico detrás del estudio, publicado en 2025, propone una hipótesis audaz: estos actos podrían ser una forma de altruismo entre especies, una acción desinteresada y sin beneficio aparente.

Aunque también podría haber un componente exploratorio. Las orcas, dotadas de una inteligencia extraordinaria, podrían estar tratando de entendernos, de evaluar nuestras respuestas, casi como si nos pusieran a prueba. No todos los animales involucrados eran juveniles ni todos los objetos compartidos eran prescindibles desde un punto de vista energético, lo que aleja la explicación de un simple juego.

Un espejo de inteligencia entre especies

Quizá lo más asombroso de todo sea la posibilidad de que estos cetáceos posean lo que se conoce como “teoría de la mente”: la capacidad de intuir que otro ser tiene pensamientos e intenciones propios. Esta facultad cognitiva ha sido confirmada solo en algunos mamíferos, aves y primates. Si las orcas la poseen, estaríamos frente a una muestra clara de inteligencia avanzada y, lo que es aún más impactante, de una intención real de conectar con los humanos.

El estudio plantea así nuevas preguntas sobre cómo entendemos la mente animal y sobre nuestra relación con otros seres inteligentes que comparten el planeta. Estas orcas, quizás, no estén simplemente jugando: podrían estar intentando decirnos algo.

Un vínculo que debemos observar, no forzar

A pesar del asombro que generan estos encuentros, los científicos insisten en la importancia de la cautela. Interactuar de forma directa con orcas salvajes puede ser peligroso para ambas especies. Forzar una relación o devolverles los “regalos” podría alterar sus patrones naturales y generar consecuencias no previstas.

Lo esencial ahora es observar, documentar y aprender. Estas criaturas nos están abriendo una puerta única hacia su mundo, y entender sus gestos podría ser el primer paso hacia una comunicación entre especies que hasta hace poco solo imaginábamos en la ciencia ficción.

Fuente: es.gizmodo.com

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