Psechrus clavis: la araña que usa luciérnagas como cebo viviente

La Psechrus clavis, una araña del sudeste asiático, ha desarrollado una estrategia única: utiliza luciérnagas vivas como señuelos para atraer presas. Este descubrimiento, publicado recientemente por la Sociedad Ecológica Británica en la Journal of Animal Ecology y liderado por el Dr. I-Min Tso, de la Universidad de Tunghai (Taiwán), revela nuevas perspectivas sobre la inteligencia conductual en arañas y la evolución de sus técnicas de caza

En el mundo de los artrópodos, la creatividad no conoce límites. Las arañas, en particular, han evolucionado una asombrosa variedad de métodos para capturar a sus presas, desde las tradicionales telarañas hasta tácticas de caza activa. Sin embargo, entre todas estas estrategias, pocas resultan tan sorprendentes como la empleada por la Psechrus clavis, una especie que ha desarrollado una técnica verdaderamente extraordinaria: usa luciérnagas vivas como cebo luminoso para atraer a otros insectos.

Este método, documentado en la Journal of Animal Ecology, revela no solo la complejidad ecológica de estos pequeños cazadores, sino también una posible señal de inteligencia conductual que desafía los prejuicios sobre los invertebrados. ¿Cómo funciona esta estrategia? ¿Cómo se compara con otras arañas conocidas, como la Araneus ventricosus? ¿Podemos hablar de inteligencia en arañas?

Para abordar este tema, UNAM Global entrevistó a Diego Alejandro Barrales Alcalá, maestro en Ciencias por el Instituto de Biología de la UNAM.

Técnicas de caza en arañas: una diversidad evolutiva

Las arañas han diversificado sus modos de caza de formas impresionantes. Barrales Alcalá explicó que las más conocidas son aquellas que construyen telarañas, como las orbiculares (Araneidae), que tejen estructuras geométricas para capturar insectos voladores. Otras, como las arañas lobo (Lycosidae), persiguen a sus presas activamente.

En estos contextos, muchas arañas han desarrollado herramientas químicas (feromonas o venenos especializados), físicas (estructuras pegajosas o trampas mecánicas), e incluso comportamientos sociales como la cooperación —las Stegodyphus viven en colonias— para atraer a sus presas. No obstante, el hecho de usar a otro ser vivo como cebo es un comportamiento inusual.

La estrategia bioluminiscente de la Psechrus clavis

La Psechrus clavis pertenece a una familia de arañas tejedoras de telas planas (Psechridae) del sudeste asiático. Esta especie ha sido observada capturando luciérnagas Diaphanes lampyroides, que emiten bioluminiscencia continua (no parpadeante) para atraer pareja, y manteniéndolas con vida —al menos una hora—, inmovilizadas parcialmente con seda pero aún capaces de emitir luz.

Colocadas en las telas de la araña, estas luciérnagas actúan como atractores de otros insectos nocturnos, especialmente de otras luciérnagas macho que confunden el brillo con una señal de apareamiento. Cuando las víctimas potenciales se acercan, atraídas por el falso espectáculo luminoso, quedan atrapadas en la telaraña de P. clavis, que posteriormente las devora.

El uso de un organismo bioluminiscente vivo como señuelo es extremadamente raro y demuestra una sofisticación inusual en la caza de arañas. Estrategias comparables se han observado en peces abisales, pero casi nunca en invertebrados terrestres, lo que hace este caso especialmente notable.

Futuros estudios podrían revelar si esta conducta es común en otras especies del género Psechrus o si se trata de un rasgo único de P. clavis. Esto permitiría esclarecer si es una estrategia con base evolutiva, un comportamiento aprendido o una innovación reforzada por su eficacia.

Comparación con Araneus ventricosus

El año pasado se dio a conocer que la Araneus ventricosus, una típica araña orbicular de la familia Araneidae, realiza una caza similar. Esta tejedora manipula a las luciérnagas macho que captura para que emitan patrones de luz parecidos a los de las hembras, atrayendo así a más machos a su telaraña, en un claro caso de comunicación engañosa.

“Ambas arañas tienen una caza similar, pero la principal diferencia entre la Araneus ventricosus y la Psechrus clavis radica en que la primera, al parecer, inyecta un veneno a los machos para que alumbren como las hembras. La Psechrus clavis únicamente aprovecha la luz natural que emite la luciérnaga atrapada, manteniéndola viva como un cebo bioluminiscente para atraer nuevas presas hacia su red, sin modificar directamente su comportamiento.”

—Diego Alejandro Barrales Alcalá, maestro en Ciencias por el Instituto de Biología de la UNAM.

¿Qué nos dice esto sobre la inteligencia de las arañas?

Durante mucho tiempo, se ha subestimado la inteligencia de las arañas debido a su pequeño cerebro y comportamiento aparentemente programado. Sin embargo, estudios recientes están cambiando esta perspectiva. Algunas especies han mostrado capacidad de aprendizaje, memoria espacial e incluso toma de decisiones.

El comportamiento de Psechrus clavis puede sugerir una forma básica de planificación: capturar, pero no matar, a una luciérnaga; posicionarla en un lugar específico y esperar a que otros insectos se acerquen. Esto implica una secuencia de acciones con una finalidad clara: una de las definiciones clásicas del comportamiento intencional.

“Nos lleva a replantear la inteligencia animal. En el caso de las arañas, incluso se ha descubierto que las saltadoras sueñan. El hecho de que puedan planear rutas de caza, aprender de experiencias previas o mostrar comportamientos que no son puramente automáticos indica que existe una forma de cognición que apenas empezamos a comprender. Así, más que descartar la idea de inteligencia en arañas, y los artrópodos en general, deberíamos ampliarla y ajustarla.”

—Diego Alejandro Barrales Alcalá, maestro en Ciencias por el Instituto de Biología de la UNAM.

Un caso sorprendente

El caso de Psechrus clavis nos invita a mirar con nuevos ojos la conducta de los invertebrados. Lejos de ser simples autómatas biológicos, estas criaturas muestran estrategias que implican planificación, adaptación y, tal vez, incluso una forma rudimentaria de cognición. La línea entre el instinto y la inteligencia es más difusa de lo que pensábamos, y las arañas —con sus inesperadas y sofisticadas formas de cazar— podrían ser una de las claves para entender mejor la evolución del comportamiento animal.

Fuente: unamglobal.unam.mx

Comentarios

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *