Plaga de langostas alerta a países de África: hasta 150 millones de ellas por kilómetro cuadrado
Expertos aseguran que hace décadas no se observaba una situación como la actual en países como Kenia, Etiopía y Somalia, que podrían sufrir graves problemas alimentarios por la destrucción de cosechas
Millones de langostas del desierto están viajando a través de grandes áreas de África en la peor plaga que algunos lugares han observado en 70 años. ¿Es otro efecto del cambio climático? Algunos investigadores dicen que sí. Y podría desembocar en una crisis de seguridad alimentaria sin precedentes.
Las langostas «se reproducen rápidamente y, si no se les controla, sus números actuales pueden crecer hasta 500 veces para junio», advierten desde Naciones Unidas.
Esta es una mirada a lo que está ocurriendo y qué puede ocurrir en lo inmediato con estos voraces insectos.
¿Cómo es una plaga de langostas?
Los enjambres de langostas del desierto cuelgan como verdaderas nubes negras en el horizonte, mientras se desplazan entre los campos de algunos de los países más vulnerables del mundo, incluyendo Somalia. Cada uno de estos insectos mide alrededor de un dedo y en grandes números han destruido cientos de kilómetros cuadrados de vegetación, forzando a personas en algunas áreas a navegar con sus cuerpos a través de ellas.
«Un enjambre típico de langostas del desierto puede contener hasta unos 150 millones de insectos por kilómetro cuadrado», ha informado la Autoridad Intergubernamental para el Desarrollo (IGAD), que opera en África Oriental. «Los enjambres migran con el viento y pueden cubrir entre 100 y 150 kilómetros en un día. El enjambre promedion puede destruir tantos cultivos alimenticios en un día, como los que son suficientes para alimentar a 2.500 personas», alertan.
En medio de un panorama de alarma y exasperación, algunas personas intentan alejar a las langostas con gritos, agitando telas o golpeando placas de metal. En la Kenia rural, algunos hombres intentaban espantarlas con ramas con hojas, pero al mismo tiempo reían de asombro.
«Han venido a nosotros desde Etiopía y están destruyendo todo en el camino, incluyendo nuestra granja», dice Esther Ndanu en la villa keniata de Ngomeni. «Queremos que el gobierno se mueva rápidamente para traer un avión para rociarlas con la medicina que pueda matarlas, de otra forma van a destruir todo», agrega.
«Estoy observando una catástrofe», sentenció por su parte la autoridad local Johnson Mutua Kanandu.
¿Dónde está ocurriendo?
Un «incremento extremadamente peligroso» de actividad de enjambres de langostas ha sido reportado en Kenia, el centro económico de África Oriental, según reportaron autoridades la semana pasada. Un enjambre llegó a medir 60 km de largo por 40 km de ancho en el noreste del país, según la AID.
Kenia no había tenido un brote de langostas como este en 70 años, según afirmó Rosanne Marchesich, líder de respuesta de emergencia de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura, pero aclara que no es sólo en ese país el problema.
«Es lo peor que hemos visto en Etiopía y Somalia en 25 años», agregó, haciendo notar el extenso daño a las siembras. Millones de personas en ambos países ya han tenido que lidiar con el constante riesgo de sequías o inundaciones, además de disturbios graves en Etiopía y ataques extremistas en Somalia.
Ahora se están preparando para la llegada de langostas en Sudán del Sur, donde luchan por surgir tras una guerra civil, y Uganda.
«Uganda no ha tenido que lidiar con una infestación de langostas desde los ’60, por lo que hay preocupación por la habilidad de los expertos en terreno para que puedan manejarla sin apoyo externo», dice Marchesich. «Y en un país como Sudán del Sur, donde ya el 47% de la población no tiene seguridad alimentaria».
¿De qué forma está involucrado el cambio climático?
Las fuertes precipitaciones en África Oriental hicieron que el 2019 fuese uno de los años más lluviosos de los que se tengan registro, afirma el científico climático Abubakr Salih Babiker, quien trabaja en Nairobi. El experto culpa a la aceleración del aumento de temperatura de las aguas en el Océano Índico, en la costa Este de África, que también colaboró en formar un número inusual de ciclones tropicales fuertes desde África el año pasado.
Las fuertes lluvias y temperaturas más cálidas, son condiciones favorables para la cría de langostas y en este caso se han tornado aun más «excepcionales», según el investigador.
Incluso ahora continúa la lluvia en algunas zonas de la vasta región y el verdor que prolifera mantiene a las langostas alimentadas. «Los países están intentando prepararse, pero esto los ha tomado por sorpresa», añade Babiker.
El mayor incremento de los enjambres de langostas podría durar hasta junio, ya que las condiciones favorables para la cría continúan, según la IGAD. Babiker, en tanto, dice que es difícil decir con seguridad cuándo este brote va a terminar. «Esto se ha vuelto psicológicamente presionante», añadió.
¿Qué se puede hacer?
Los grandes brotes de langostas pueden ser devastadores. Uno ocurrido entre 2003 y 2005, costó más de 500 millones de dólares para poder ser controlado en 20 países de África del Norte, según la FAO. En esa ocasión causó más de 2.500 millones de dólares en pérdidas de cosechas.
Para ayudar a prevenir y controlar los brotes, autoridades analizan imágenes satelitales, juntan pesticidas y conducen fumigaciones aéreas. En Etiopía, autoridades han desplegado cuatro pequeños aviones para ayudar a combatir la invasión.
El pasado miércoles, la ONU dispuso de US$ 10 millones para fumigaciones aéreas, mientras el jefe humanitario Mark Lowcock decía que las familias de la región «por ahora se enfrentan con la posibilidad de quedar mirando cómo sus cosechas son destruidas ante sus propios ojos».
Fuente: AP