Ni invasor ni exótico, el visón europeo puja por sobrevivir
El visón europeo no es ni invasor ni exótico, pero sí el mamífero más amenazado de Europa, y puja por sobrevivir y por la supremacía frente al americano gracias al esfuerzo de varias comunidades y organizaciones conservacionistas.
La empresa pública Tragsatec, las diputaciones forales de Álava, Guipúzcoa y Vizcaya, el Ayuntamiento de Vitoria, los gobiernos regionales de La Rioja, Aragón y la Comunidad Valenciana, el Parque de Naturaleza Senda Viva (Navarra) y la Asociación Visón Europeo se han implicado en el proyecto europeo Life Lutreola Spain.
El proyecto, que se prolongará hasta el año 2018, pretende mejorar la situación del visón europeo (Mustela lutreola) en España, donde se encuentra una de las últimas poblaciones naturales y la que tiene mayor viabilidad de sobrevivir.
Se suma además a otra iniciativa, el proyecto europeo “Territorio visón”, que se ha ejecutado en Navarra durante los últimos años para mejorar y recuperar los hábitats que usa el visón europeo en los ríos Aragón y Arga, donde se concentra una de las poblaciones más importantes de España.
En la actualidad, además de la española, solo sobrevive una pequeña población en el Delta del Danubio (entre Rumanía y Ucrania) y posiblemente pervivan pequeños núcleos, muy fragmentados, en algunos lugares de Francia y de Rusia.
500 ejemplares en España
Las estimaciones apuntan que el número de ejemplares ronda los 500 en España, donde la especie está catalogada como “en peligro de extinción” desde 2011, y la UE lo ha clasificado como una especie prioritaria y ha incluido las áreas donde vive dentro de la red Natura 2000 para asegurar la conservación de esos hábitats.
La coordinadora del proyecto, Mirenka Ferrer (Tragsatec), se ha mostrado convencida de que un proyecto de estas características “no puede garantizar la conservación de una especie que está al borde de la extinción, pero sí sentar las bases para asegurar su protección en el futuro”.
En declaraciones a EFE, Mirenka Ferrer ha subrayado la implicación para ello de varias empresas, de varias administraciones públicas y de la propia UE, y la importancia de que muchas de las medidas y metodologías que se están poniendo en marcha en el marco de este proyecto tendrán continuidad en el futuro.
La especie se distribuye por más de más de 2.000 kilómetros de riberas de ríos a lo largo del corredor que forman el País Vasco, Navarra, La Rioja y Aragón (además de Burgos y Soria), un “pasillo” salpicado por numerosos lugares que pertenecen a la red europea Natura 2000 para asegurar la conservación de ésta y otras especies y el hábitat que ocupan.
El visón americano, su principal amenaza
Como para otros animales autóctonos (el desmán ibérico o el turón) la principal amenaza del europeo es el invasor y exótico visón americano, por lo que el objetivo principal del proyecto es la erradicación de éste en ese corredor entre el Cantábrico y el Mediterráneo.
Mirenka Ferrer ha incidido en la importancia de ser “prudentes” en cualquier proyecto de conservación, sobre todo cuando se trata de una especie tan vulnerable y que está en “peligro crítico”, pero es optimista ante algunos resultados -sobre todo los referidos a la erradicación del visón americano- que ya se están obteniendo.
La responsable del proyecto ha explicado en ese sentido que se está aplicando por primera vez en España de forma masiva una metodología para erradicar al americano -ya usada en otros países como el Reino Unido- que permite augurar una eliminación prácticamente completa en las zonas que ocupa el europeo.
Además de erradicar al visón americano, el proyecto pretende “unir” genéticamente las poblaciones que existen en los dos extremos de Europa, que comparten la misma base genética, y la cría en cautividad de ejemplares para su posterior reintroducción, con el fin de reforzar los núcleos más vulnerables.
Este pequeño mustélido se ha enfrentado a la alteración de cauces y márgenes de los ríos, a la destrucción de la vegetación de ribera, a la desecación de zonas húmedas y a la contaminación del agua, circunstancias que han dañado la calidad del hábitat en el que vive y que han aumentado su vulnerabilidad.
El problema de no ser una especie “emblemática”
Y se enfrenta a otra amenaza, quizás la más difícil de combatir: el escaso conocimiento que la gente tiene de este animal, la escasa concienciación social sobre la importancia de conservarlo y el hecho de no ser una especie “emblemática” como puedan serlo el lince, el águila imperial o el oso pardo.
Por esa razón, Mirenka Ferrer ha subrayado la importancia de la labor de educación y de sensibilización que están realizando, y ha valorado el trabajo y la colaboración con los técnicos y agentes medioambientales, con los ayuntamientos, con las asociaciones de pesca, con las asociaciones conservacionistas y sobre todo con los escolares para difundir la importancia de conservar al visón.
Porque se trata además de una especie “paraguas” y de su conservación depende la conservación de otras muchas, pero sobre todo porque el buen estado de salud del visón europeo denotará también el buen estado de salud de los ecosistemas fluviales que ocupa, con lo que eso significa para el hombre que vive cerca de esos lugares.
Fuente: EFE