Nacen 15 águilas de Bonelli por proyecto de conservación
Hasta ahora, quince águilas de Bonelli han nacido en su hábitat natural en la temporada reproductora de 2020, debido a las acciones en favor de esta especie amenazada desplegadas por el proyecto europeo AQUILA a-LIFE; nueve de los ejemplares nacieron en Mallorca y seis en la Comunidad de Madrid.
“Esta cifra marca un récord para AQUILA a-LIFE desde su puesta en marcha en 2018 y permite albergar grandes esperanzas con respecto a la recuperación del águila de Bonelli en las zonas de España e Italia donde actúa este proyecto, que cuenta con el apoyo económico de la Unión Europea”, explicó Ernesto Álvarez, presidente del Grupo de Rehabilitación de la Fauna Autóctona y su Hábitat (Grefa).
De estas quince nuevas águilas, doce nacieron de parejas formadas por ejemplares reintroducidos en Mallorca y en la Sierra Oeste de Madrid. En cuanto a las tres restantes, una fue criada en cautividad por Grefa, ONG encargada de la coordinación de AQUILA a-LIFE, y las otras dos son descendientes de águilas de Bonelli salvajes, no reintroducidas.
En la página web del proyecto detallaron que los seis ejemplares con los que cuenta este año la Comunidad de Madrid, junto con uno o dos más que puedan nacer de una pareja de nueva formación compuesta por un macho reintroducido y una hembra salvaje, suponen un balance reproductivo sin precedentes para una rapaz que estaba al borde la desaparición en esta región.
Lo anterior demuestra la importancia de los proyectos de recuperación de especies amenazadas basados en la reintroducción de ejemplares y en el trabajo conjunto entre diferentes ONG y entidades, comentó Álvarez. El proyecto actúa en otras tres zonas donde en 2020 no se han registrado nacimientos de águilas de Bonelli en su hábitat natural: Navarra, Álava y Cerdeña (Italia).
Se informó que actualmente existen casi veinte nuevas parejas de águila de Bonelli en zonas donde esta especie había desaparecido o estaba en vías de hacerlo, gracias a la liberación de más de medio centenar de ejemplares por parte de AQUILA a-LIFE desde 2018, a las que hay que sumar las aves liberadas en un proyecto anterior de similares características centrado en la misma especie, LIFE Bonelli.
“Trabajar en favor de esta especie es positivo para la naturaleza y las personas: al tratarse de un depredador en lo más alto de la cadena trófica contribuye al mantenimiento y la restauración de la complejidad propia de los ecosistemas”, precisó el presidente de Grefa y responsable de AQUILA a-LIFE.
Fuente: Agencias