Medio Ambienteslider

Mariposa monarca reduce su presencia en México ante falta de néctar

Debido a la reducción de plantas de las que suelen alimentarse

Gabriela Jiménez Casas, del Instituto de Ecología (IE) de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), expuso que la falta de néctar es un problema en el proceso de migración de los lepidópteros, pues esta especie se alimenta de plantas y flores especificas durante su viaje de regreso a casa, la cual se ubica en los santuarios en Estados Unidos y Canadá.

Esta especie es capaz de mapear su trayectoria de viaje a través de la detección del campo magnético, los cambios barométricos y, sobre todo, gracias a su genética, que la guía por su traslado de Canadá a México durante el proceso de migración, pues evaden las intensas nevadas que acaecen en la región canadiense durante el invierno.

La reducción de la mariposa monarca en bosques mexicanos, las cuales ocuparon 2.10 hectáreas de terreno -en el primer trimestre del 2021-, respecto a las 2.83 hectáreas registradas en 2019, se debe al uso de agroquímicos que son dañinos para la alimentación de la especie, ya que su aplicación produce la eliminación de algunas hierbas de las que se alimentan estos insectos.

A través de la DGCS-UNAM, la experta de la máxima casa de estudios expuso que este fenómeno ha acortado la esperanza de vida de la especie, la cual oscila entre las cuatro semanas -mariposa local- y ocho meses -la llamada matusalén-, pues de las plantas eliminadas, contienen la mayor cantidad de néctar, esencial para la supervivencia alimentaria de las mariposas.

De acuerdo con la divulgadora científica, una de las plantas de las que se alimentan las larvas de las mariposas monarca son las “asclepias”, mejor conocidas como algodoncillo. Esta es una de las hierbas que los agricultores se encargan de desechar y “al faltar la planta de polinización de las mariposas esto afecta la densidad de la población, es lo que tenemos que entender, que no por ser hierbas las podemos eliminar indiscriminadamente”.

Jiménez Casas adjetivó a las mariposas monarcas como “mini guerreras”, ya que pese a que su fisionomía es muy pequeña, cuentan con una capacidad de adaptación que desafía toda clase de adversidades. Cuanto estos insectos alcanzan la adultez, su peso oscila entre una masa de medio gramo y puede llegar a tener una extensión de hasta ocho centímetros.

Estas características, de acuerdo con la académica, las hace “frágiles” frente a fuertes vientos o problemas meteorológicos que afectan al territorio nacional, pero han demostrado que resisten a un sinnúmero de escenarios catastróficos, a diferencia de lo que aparentan.

Para comprender su fortaleza, la investigadora recordó el comportamiento de los lepidópteros, ante los efectos del huracán Patricia, sucedido en el otoño del 2015, fenómeno natural extendido por las costas de Jalisco e identificado como “el ciclón tropical más intenso jamás observado en el hemisferio occidental”, mientras que ellas se dirigían al estado de Michoacán.

“En vez de enfrentar el meteoro y viajar por su camino de siempre, que es la costa del Pacífico y la ladera occidental de la Sierra Madre, ese grupo de Monarca viajó entre las dos Sierras Madre, la Oriental y la Occidental, protegiéndose en las grutas y hendiduras de las barrancas y no sufrieron ningún daño”, señaló la bióloga.

Además, la especialista en lepidópteros esclareció que las poblaciones de monarca que llegan a los santuarios en Michoacán no son las mismas que se van, pues al llegar cumplen su misión de aparearse, la concepción de crías y morir: “Son sus nietos los que regresan”, y agregó que aún falta más investigaciones que cristalicen los sitios de alimentación afectados, pues en la actualidad, no se cuenta con información precisa de quienes las observan en su viaje y participan en proyectos como el “Programa Correo Real”, que busca contribuir en este fenómeno migratorio.

Fuente: El Universal