Los seres humanos y las abejas tejen las mismas redes sociales
Las interacciones entre las abejas melíferas y la vida social humana tienen muchas similitudes: en ambos casos existen diferencias individuales y las redes sociales son especializadas y complejas.
Las relaciones sociales que establecen las abejas no son tan diferentes a las humanas. En ambos casos se registran profundas diferencias individuales y complejas interacciones. La comparación entre ambas redes sociales es el sustento de una investigación desarrollada por científicos de la Universidad de Illinois en Urbana-Champaign, Estados Unidos. De acuerdo a una nota de prensa, el estudio interdisciplinario demuestra que las sociedades pueden tener regularidades tan simples como universales, a modo de patrones que se reiteran en diferentes especies.
En una mirada inicial resulta difícil pensar en que las abejas y los seres humanos puedan tener muchas similitudes, ya que las diferencias entre las especies son más que evidentes. Sin embargo, un estudio publicado recientemente en Proceedings of the National Academy of Sciences (PNAS) demuestra una vez más que las visiones superficiales pueden ser muy engañosas, escondiendo realidades que únicamente logran apreciarse a través de un análisis en profundidad.
Basándose en datos obtenidos en investigaciones previas sobre las interacciones entre las abejas melíferas, los científicos se propusieron en esta ocasión descubrir más detalles sobre la duración y las características de los eventos sociales que llevan adelante estos insectos. Con la nueva interpretación, que combina elementos de física estadística, biología y economía, pudieron advertir la presencia de notables y sorprendentes similitudes con las redes sociales humanas.
Un viaje al mundo de las abejas
Según Nigel Goldenfeld, uno de los integrantes del grupo de investigación, “en un proyecto previo se colocaron códigos de barras en un conjunto de abejas para poder monitorear automáticamente todos los lugares a los que se dirigían y cada socio de interacción. Logramos construir una red social en el tiempo, algo que se conoce como red temporal”, explicó.
En el mencionado estudio anterior, del cual provienen los datos utilizados en la nueva interpretación, los especialistas utilizaron imágenes de alta resolución de las abejas melíferas con códigos de barras, aplicando algoritmos para detectar eventos de interacción al mapear la posición y orientación de los insectos.
Los expertos se centraron en la trofalaxis, la transferencia de alimentos líquidos de boca a boca que realizan las abejas. Además de tener fines alimenticios, este proceso también se emplea para la comunicación, tratándose de un sistema ideal para estudiar las interacciones sociales.
Las abejas más atractivas
Al observar que las interacciones variaban en plazos más cortos o más largos, los científicos desarrollaron una hipótesis para el nuevo trabajo: las abejas exhibían un rasgo individual de atractivo que podría compararse con la interacción humana. El análisis de los datos comprobó finalmente esta idea, porque el etiquetado realizado en las abejas hizo evidente las diferencias individuales entre las mismas al momento de comunicarse. Algo muy similar a lo que sucede entre los humanos, que generalmente prefieren interactuar con amigos o familiares en lugar de con extraños.
Los especialistas lograron determinar, por ejemplo, que algunas abejas tienen una conexión más estrecha entre sí e interactúan por más tiempo. También aplicaron el denominado coeficiente de Gini, un concepto económico utilizado para medir las desigualdades en el ingreso en una sociedad, y lo adaptaron al mundo de las abejas y sus redes sociales. Hallaron que existen disparidades en el “atractivo” de las abejas en sus interacciones sociales, aunque las diferencias no son tan profundas como en los grupos humanos.
De acuerdo a las conclusiones del estudio, los hallazgos dejan en claro que las diferencias individuales pueden conducir a patrones universales de comportamiento que trascienden a las especies y a los mecanismos específicos para las interacciones sociales. ¿Existe, en consecuencia, un patrón social universal construido en base a las diferencias individuales?
Fuente: tendencias21.levante-emv.com