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Los grupos de animales consideran múltiples factores antes de luchar

Los grupos de animales consideran múltiples factores antes de decidir si luchar contra rivales, y no solo valoran el tamaño y la fuerza del oponente.

Un nuevo estudio de las universidades de Exeter y Plymouth, publicada en la revista ‘Trends in Ecology & Evolution’, advierte de que la investigación anterior a menudo ha pasado por alto la complejidad de los conflictos grupales y asumió que los grupos más grandes siempre ganarán.

En cambio, los autores de la nueva investigación resaltan que factores como la cohesión del grupo y el trabajo en equipo, la fuerza de los miembros individuales y el lugar de la batalla probablemente juegan un papel, y los grupos de animales sopesan la situación antes de pelear.

“Cualquier pelea potencial, ya sea entre humanos o animales, se vuelve más compleja si hay varios individuos en cada lado –señala en un comunicado el autor principal, el doctor Patrick Green, del Centro de Ecología y Conservación en el campus Penryn de la Universidad de Exeter en Cornwall–. Los grupos pueden evaluar tanto la importancia de aquello por lo que están peleando como una variedad de factores sobre su propio grupo y el oponente”.

“La investigación sobre las peleas diádicas (uno a uno) ha desarrollado un marco avanzado sobre ‘evaluación’: cómo los animales recopilan información y deciden si pelear, cuánto esfuerzo hacer, y si hay que darse por vencidos y cuándo –prosigue–. Sin embargo, los estudios sobre competiciones grupales entre animales de vida social no se han centrado generalmente en la evaluación. Comprender más sobre esto puede enseñarnos no solo sobre la evolución, sino también sobre los conflictos en los seres humanos”.

Las peleas entre grupos sociales son habituales en la naturaleza. A menudo se supone que los grupos con más miembros son los probables ganadores de cualquier pelea y, de hecho, los estudios de animales, incluidos primates, leones, aves y hormigas, muestran que esto suele ser correcto, pero el estudio destaca otros factores que pueden influir.

Así, en primer lugar, destaca el hecho de que haya individuos fuertes. Por ejemplo, entre los lobos grises, los grupos más pequeños con más machos, que son más grandes y más fuertes que las hembras, pueden superar a grupos más grandes.

Obviamente también influye la motivación. Los grupos de suricatas que contienen cachorros pueden ganar a pesar de tener un número inferior, lo que sugiere una “ventaja de motivación” porque ganar un nuevo territorio puede resultar en más comida para sus crías, ejemplifican los investigadores.

Las posibilidades de ganar también pueden decantar la balanza en la decisión. Los estudios de las hormigas tortuga, que tienen múltiples nidos, sugieren que priorizan la defensa de aquellas con entradas más estrechas, ya que las entradas más grandes son más difíciles de defender. Esto les permite defender con éxito ciertas partes de su territorio.

El ‘Efecto ganador / perdedor’ es el cuarto elemento que tienen en cuenta. Los perdedores de los conflictos intergrupales de babuinos pasan menos tiempo en el área donde ocurrió la pelea que antes de la pelea, lo que sugiere que evitan las áreas donde habían perdido previamente.

Y, por último, la cohesión social. En los meses en los que tienen muchas peleas entre grupos, los grupos sociales de chimpancés son más cohesivos y los machos son menos agresivos dentro del grupo, lo que sugiere que la cohesión puede ser útil en momentos en que las peleas son probables.

El coautor Mark Briffa, profesor de comportamiento animal en la Universidad de Plymouth, explica que “los investigadores se han pasado años preguntándose hasta qué punto los animales de pelea individuales usan la ‘evaluación’, de manera efectiva, evaluando a su oponente, pero en este artículo exploramos las posibilidades de que grupos de rivales hagan algo similar”.

El experto prosigue asegurando que “esta podría ser una posibilidad en muchos ejemplos en todo el reino animal donde los individuos trabajan colectivamente, como las batallas entre grupos rivales de hormigas o incluso la guerra entre grupos rivales en humanos”.

Fuente: europapress.es