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Las estrellas de mar de las profundidades tienen un fascinante sentido de la vista (y está en sus patas)

Biólogos daneses han estudiado el sistema sensorial de 13 especies de estrellas de mar que viven en el mar de Groenlandia, y descubrieron 12 ojos (órganos sensibles a la luz en los extremos de las patas). Los ojos se encontraron incluso en los organismos más profundos: el tamaño de las pupilas dependía de la profundidad. El trabajo fue publicado en la revista Proceedings of the Royal Society B.

A una profundidad de más de 1.000 metros de la superficie, la luz del sol ya no penetra, por lo que la mayoría de los habitantes de las profundidades utilizan el sentido del olfato y el tacto para orientarse en el espacio. Pero es imposible argumentar con precisión que las estrellas de mar, que habitan a esta profundidad, no tienen ojos. Esto lo estudiaron investigadores dirigidos por Andrés Garm, de la Universidad de Copenhague.

Los científicos capturaron algunos representantes de las 13 especies de estrellas de mar de diferentes profundidades del mar de Groenlandia, y los pusieron en acuarios con temperaturas e iluminación correspondiente a su hábitat. Encontraron omatidios en representantes de 12 especies. Los ojos de las estrellas de mar se diferenciaban en número y forma, solo el tamaño de la pupila estaba correlacionada con la profundidad.

Además, los investigadores probaron la capacidad de las estrellas marinas estudiadas para la bioluminiscencia -la capacidad de transmitir señales de luz-. La hallaron en la Novodinia americana, la más profunda (la profundidad promedio es de alrededor 1.150 metros) de los ejemplares estudiados. Además, el sistema visual de la N. americana también tiene una de las mayores resoluciones espaciales.

La bioluminiscencia es la única fuente lumínica a gran profundidad, donde la luz del sol ya no cae. La presencia tanto de bioluminiscencia como de visión en las estrellas de mar de aguas profundas permitió a los investigadores concluir que estas especies necesitan visión para recibir señales de luz de sus parientes.

El año pasado, un equipo de investigadores descubrió algo muy inusual. Las vieiras, una familia de moluscos bivalvos muy similares a las ostras y almejas, poseen un sistema visual muy intrincado. Este sistema hace que sus ojos funcionen como telescopios, usando espejos para enfocar la luz.

Fuente: nmas1.org