Los antepasados de las ballenas modernas probablemente cazaron y persiguieron a las presas, pero de alguna manera, esos cazadores de peces evolucionaron para alimentarse mediante filtración del agua.
Un análisis de un fósil de ballena de 36,4 millones de años sugiere que antes de que las ballenas perdieran sus dientes se alimentaban mediante succión probablemente zambulléndose y succionando a sus presas con sus grandes bocas.
El estudio, publicado este jueves en ‘Current Biology’, también muestra que las ballenas más probablemente perdieron las extremidades posteriores que asomaban de sus cuerpos más recientemente de lo que se había estimado anteriormente. El ejemplar descubierto en la cuenca del Pisco, en el sur de Perú, es el miembro más antiguo del grupo de los misticetos, que incluye la ballena azul, la ballena jorobada y la ballena franca.
Con entre 3,75 y 4 metros de largo, este animal del Eoceno tardío era más pequeño que cualquiera de sus parientes vivos, pero la diferencia más importante estaba en el cráneo. Los misticetos modernos tienen fibras de queratina –llamadas barbas– en lugar de dientes que les permiten atrapar y alimentarse de pequeños animales marinos como el camarón. Sin embargo, la recién descrita ballena tenía dientes, por lo que los paleontólogos la denominaron ‘Mystacodon’, que significa “misticeto dentado”.
“Este hallazgo de nuestro colega peruano Mario Urbina llena una brecha importante en la historia del grupo y proporciona pistas sobre la ecología de los misticetos tempranos”, dice el paleontólogo y coautor del estudio, Olivier Lambert, del Real Instituto Belga de Ciencias Naturales. “Por ejemplo, este misticeto temprano mantiene los dientes y, por lo que observamos de su cráneo, pensamos que muestra una especialización temprana hacia la alimentación por succión y quizá la alimentación en el fondo”, detalla.
Los dientes de ‘Mystacodon’ exhiben un patrón de desgaste que difiere de las ballenas más arcaicas, los basilosáuridos. Muchos de los basilosáuridos eran probablemente cazadores activos, similares a las orcas modernas, con bocas que eran adecuadas para morder y atacar, pero ‘Mystacodon’ tiene una boca más adecuada para chupar animales más pequeños, llevando a los investigadores a concluir que ‘Mystacodon’ probablemente representa un paso intermedio entre raptor y filtrador de alimentación y entre los antiguos basilosáuridos y los misticetos modernos o ballenas barbadas.
“Durante mucho tiempo, los creacionistas tomaron la evolución de las ballenas como un blanco favorito para decir que no se podía probar si las ballenas evolucionaron de un ancestro terrestre –apunta Lambert–. Y eso era cierto, quizás hace 30 años, pero ahora, con más equipos trabajando en el tema, tenemos un escenario mucho más convincente”.
TENÍAN PEQUEÑAS EXTREMIDADES TRASERAS
‘Mystacodon’ refuerza ese argumento al mostrar rasgos de basilosáuridos y ballenas barbadas. “Corresponde perfectamente a lo que habríamos esperado como un paso intermedio entre los basilosáuridos ancestrales y los misticetos –dice Lambert–. Esto demuestra muy bien el poder predictivo de la teoría de la evolución”.
Lambert y sus colegas piensan que ‘Mystacodon’ pudo haber comenzado la alimentación por succión en respuesta a cambios ecológicos. En reconstrucciones ilustradas, ‘Mystacodon’ se representa buceando hasta el fondo del mar en una cala poco profunda, pero sobre la base de este análisis inicial, los científicos no están seguros en qué medida ‘Mystacodon’ se adaptó a la alimentación en el fondo marino.
“Vamos a mirar dentro del hueso para ver si podemos encontrar algunos cambios que pueden estar correlacionados con este comportamiento especializado”, adelanta Lambert. “Entre los mamíferos marinos, cuando un animal de natación lenta está viviendo cerca del fondo del mar, generalmente el hueso es mucho más compacto, y esto es algo que queremos probar con estos primeros misticetos”, añade.
La pelvis del fósil ofreció otra sorpresa: ‘Mystacodon’ estaba completamente articulado, con diminutas extremidades traseras vestigiales que debían estar pegadas fuera del cuerpo de la ballena. Anteriormente, los paleontólogos habían pensado que las ballenas perdían la articulación de la cadera durante la fase basilosauridiana de su evolución, antes de que las ballenas barbadas y las ballenas dentadas modernas se separaran.
Aunque las extremidades traseras de ‘Mystacodon’ ya eran pequeñas y estaban muy por el camino de ser vestigiales e inútiles, su articulación con la pelvis sugiere que los misticetos y las ballenas dentadas modernas pueden haber perdido esta característica independientemente.
“Durante mucho tiempo, nuestra comprensión de la historia evolutiva de la ballena se vio obstaculizada por el hecho de que la mayoría de los paleontólogos estaban buscando huesos relativamente cerca de casa, en Europa y América del Norte”, dice Lambert. “Sin embargo, los pasos claves en la evolución de las ballenas ocurrieron en áreas ahora ocupadas por India, Pakistán, Perú e, incluso, la Antártida”. Lambert y sus colegas planean regresar al sitio de excavación en Perú para ver si pueden encontrar más fósiles de ballenas de diferentes épocas.
Fuente: Europa Press