La mantis religiosa captura pájaros pequeños y los devora
Los mántidos, más conocidos como mantis, capturan pájaros pequeños y los devoran, un comportamiento alimentario que ha sido documentado en 13 países diferentes, en todos los continentes excepto en la Antártida, según informa hoy la Universidad de Basilea en un comunicado. Un equipo de zoólogos de Suiza y de Estados Unidos ha documentado 147 casos, más de un 70% en Estados Unidos, donde la mantis religiosa habitualmente captura pájaros en comederos de colibríes o en plantas polinizadas por estos pájaros en jardines domésticos. Los colibríes son los pájaros más amenazados por la mantis religiosa y, entre ellos, el colibrí de garganta roja (Archilochus colubris) es su víctima más frecuente. El estudio, dirigido por Martin Nyffeler, de la Universidad de Basilea, ha sido publicado en The Wilson Journal of Ornithology.
La mantis religiosa es un insecto carnívoro (inofensivo para el ser humano), con unas poderosas patas delanteras provistas de espinas, que se alimenta de artrópodos como los insectos o las arañas y, en raras ocasiones, de pequeños vertebrados como las ranas, los lagartos, las salamandras o las serpientes. El nuevo estudio demuestra que también pueden matar y devorar pájaros pequeños: entre sus víctimas se han detectado pájaros de 24 especies diferentes y de 14 familias. «El hecho de que el comer pájaros sea algo tan generalizado entre las mantis religiosas, taxonómica y geográficamente hablando, es un descubrimiento espectacular», dice Nyffeler.
La mayoría de casos se ha documentado en Norteamérica porque hace décadas fueron liberadas varias especies de mantis grandes (entre ellas la mantis religiosa y la mantis china) por todo el país para que ejercieran de agentes de control biológico contra las plagas, pero esas especies importadas hoy constituyen una amenaza potencial para los colibríes y para las pequeñas aves paseriformes. «Nuestro estudio demuestra la amenaza que constituye la mantis para algunas poblaciones de pájaros. Hay que actuar con gran cautela cuando se liberan mantis para el control de plagas», concluye Nyffeler.
Fuente: nationalgeographic.com.es